La silla de la presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se lleva parte de la atención dirigencial por estas horas. Es un cargo que está en discusión ante la inminente salida de Federico Otermín, quien el próximo sábado 9 de diciembre asume como intendente de Lomas de Zamora tras haber sido electo para el cargo en las últimas elecciones. Así, las conversaciones se aceleran a la espera del miércoles cuando juren los nuevos legisladores y se terminen de definir las autoridades de Cámara.
En La Plata todo es conjetura, llamados cruzados y perfil bajo. Es que a la par de la negociación por la Cámara de Diputados, también se llevan adelante otras conversaciones. Los cambios en el gabinete bonaerense es una de ella.
Según pudo saber Infobae, el gobernador Axel Kicillof está al frente de las modificaciones en el Gabinete y mira de costado lo que sucede a 100 metros de su despacho, del otro lado de la Plaza San Martín en el centro platense. Allí, en la Cámara de Diputados hay dos sectores del peronismo que están al frente de la negociación.
El Frente Renovador de Sergio Massa es uno de los que se sienta en la mesa. El espacio tiene representación propia en la Legislatura y ostenta algunas intendencias en la provincia de Buenos Aires. Además de su presencia en el Gabinete bonaerense, con el ministerio de Transporte a cargo de Jorge D’Onofrio, también ocupa hasta ahora la vicepresidencia de la Cámara baja. El hombre es Rubén Eslaiman, un histórico dirigente que responde al saliente ministro de Economía de la Nación. Es, además, uno de sus armadores en la provincia de Buenos Aires. Fue reelecto en las últimas elecciones y tiene mandato hasta 2027. Su nombre está dentro del bolillero para conducir la Cámara.
En su momento, la presidencia de Otermín estuvo articulada por el entonces intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, en una decisión que incluyó a los intendentes que se posicionaban cerca de lomense. Hoy, ese esquema de poder pareciera estar en una zona gris tras el escándalo que involucró a Insaurralde con su viaje a Marbella en plena campaña, las fotos a bordo de un lujoso yate y su obligada salida de la jefatura de gabinete bonaerense.
Sin embargo, es un sector que no está desarticulado ni nada por el estilo. Los intendentes del conurbano, en sus diferentes tribus, siguen formando parte de las conversaciones. En principio, salvo los de La Cámpora, la mayoría pareciera haberse enfilado detrás la figura de Kicillof tras la contundente victoria en el orden provincial y el complejo escenario que vislumbran en lo macro.
El nombre del intendente electo de Almirante Brown, Mariano Cascallares, es el que más se repite para la conducción de la Cámara baja bonaerense. “El que suena, suena decía Néstor (Kirchner)”, dice un legislador peronista para bajarle la espuma a una posible elección de Cascallares. En caso de que fuera electo presidente, el dirigente de Brown tiene que hacer un Tetris de licencias. Es que hoy es diputado provincial por la Tercera sección electoral con mandato hasta 2025 e intendente en uso de licencia de Brown. Para ser presidente de la Cámara baja, debería pedir licencia como legislador, asumir la intendencia, pedirse licencia como jefe comunal a través del concejo deliberante y luego regresar a la Legislatura para ser ungido como presidente.
Otro sector que forma parte de las negociaciones es La Cámpora, a través de su jefe Máximo Kirchner. El peso de La Orga en la provincia de Buenos Aires aumentó luego de las elecciones, pese a la victoria nacional del libertario Javier Milei como nuevo presidente. de la Nación La Cámpora tiene más intendencias en la provincia de Buenos Aires y presencia en ambos bloques de la Legislatura bonaerense (Diputados y Senado). Si bien en un momento se especulaba -y pareciera estar dado que así será- que Facundo Tignanelli, diputado entrante por la Tercera sección electoral y mano derecha de Kirchner, será el nuevo presidente de bloque de UP en Diputados, también habría gestiones para proponer o intervenir en la negociación por la presidencia. Podría tratarse de un respaldo a una eventual designación de Cascallares.
Pese a todo, hacia afuera, hay un agregado que posa la lupa en la designación del nuevo o nueva presidente de la Cámara de Diputados bonaerense y es el caso de Julio “Chocolate” Rigau, el puntero del peronismo platense detenido con 48 tarjetas de débitos en su poder de eventuales empleados de la Cámara de Diputados, que serían prestanombres para ejecutar una acción de fraude al Estado. Al momento de su detención, en septiembre de este año, Rigau reportaba con el concejal de Unión por la Patria, Facundo Albini, del Frente Renovador. El padre del concejal, Claudio Albini, fue durante años subjefe de personal. Al igual que Rigau, los Albini están detenidos por el caso.
Entre el cierre de listas, la campaña, las elecciones y la trama de Rigau, la Cámara de Diputados bonaerense estuvo prácticamente paralizada este año. Quién asuma la conducción sabe que deberá hacer un gesto de transparencia y también austeridad.
Por su parte, el gobernador Axel Kicillof, sigue de cerca la negociación que también incluye a Massa y Máximo Kirchner. Mientras flota el proyecto de la unicameralidad en la Legislatura, el mandatario provincial sí tiene previsto para el próximo año una reducción presupuestaria hacia el Poder Legislativo cuando se discuta el Presupuesto 2024. Podría ser recién el año que viene. Quién presidirá la Cámara baja se definirá en las próximas 36 horas.