Después de confirmar oficialmente que Martín Menem, un libertario “puro”, conducirá la Cámara de Diputados, el presidente electo, Javier Milei, estuvo reunido largamente esta tarde con el legislador riojano en el hotel Libertador, para empezar a discutir su rol a partir del 10 de diciembre. Su liderazgo, aunque ya provoca ruidos con el PRO, será clave en las negociaciones con los otros partidos para impulsar la agenda legislativa del Ejecutivo, que empezará a tratarse en sesiones extraordinarias con un primer proyecto de ley “ómnibus” que contendrá profundas reformas y probablemente provoque resistencias en medio de la crisis política y social. A la salida, Menem dio una primera señal de los lineamientos acordados, que girarán en torno a forzar una “austeridad”.
El encuentro empezó a las 15.30 en el búnker del líder de La Libertad Avanza. La hermana y principal asesora del jefe de Estado electo, Karina Milei, salió a recibirlo a la puerta, y le dio un estrecho abrazo ante las cámaras de los medios que aguardaban en la puerta, en una señal de bienvenida en público para mostrar sintonía. Ninguno hizo declaraciones a los periodistas que intentaron abordarlos, aunque Menem sugirió que hablaría a la salida. Estuvo dentro del edificio de Córdoba y Maipú durante casi tres horas, hasta las 18.20, cuando salió por la puerta giratoria de la esquina, y se prestó, aunque brevemente, a que le preguntaran sobre el contenido del encuentro.
Su único mensaje estuvo en línea con las advertencias que hace Milei desde la campaña sobre la profundización de la crisis económica y social para los próximos dos años, que, según el próximo presidente, tendrán su peor etapa en los primeros seis meses. “La señal es de austeridad y de cambiar la historia de la Argentina. No hay plata, trabajemos todos en sacar las leyes que corresponden llegado el momento. Se asume el 10 de diciembre y ahora manos a la obra”, fueron sus únicas palabras antes de subirse al auto que lo extrajo raudo del lugar.
La charla en persona fue convocada pocas horas después de que la designación se publicara en la cuenta oficial de la “Oficina del Presidente Electo”, y de que el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, corroborara la decisión del líder libertario en declaraciones periodísticas después de dos semanas de idas y vueltas en las negociaciones con el Pro y los peronistas no kirchneristas. “Martín Menem va a ser propuesto por el presidente electo como candidato a presidir la Cámara de Diputados y en caso del Senado va a proponer a (Francisco) Paoltroni de Formosa”, declaró esta mañana en diálogo con radio Mitre el asesor político de Milei. Las 24 horas previas había reinado el hermetismo sobre el secreto a voces sobre el nombre del elegido.
Menem es hijo de Eduardo Menem, senador nacional por más de 20 años, y sobrino de Carlos Saúl, que gobernó dos veces La Rioja y presidió la Nación durante 10 años. Aunque tiene sólo dos años de experiencia política (es abogado, pero se dedicó exclusivamente al mundo empresario hasta 2021), Milei cree que tiene muñeca política suficiente para conducir los destinos de la Cámara baja.
El riojano era uno de los referentes que impulsaban los libertarios del interior, deseosos de darle una impronta “federal” a la conducción de la Cámara. Pero su principal característica es su procedencia política, que trajo malestar en Pro. La tropa de Mauricio Macri esperaban que ocupara ese lugar clave Cristian Ritondo, como moneda de cambio por el apoyo para el balotaje. Y si bien tampoco se impuso Florencio Randazzo, otro de los hombres en danza que los amarillos rechazaban, la elección de un libertario dejó un fuerte sabor amargo en el inicio de la relación entre ambas fuerzas.
Ayer, apenas se confirmó la noticia, Macri publicó un tuit de apoyo a Milei que muchos consideraron irónico después de varios días de roces subterráneos. En su mensaje dijo que lo ponían “contento” las designaciones de dos referentes que trabajaron como ministra de Seguridad y secretario de Finanzas durante su gobierno, Patricia Bullrich -que irá a la misma cartera y Luis “Toto” Caputo -que se hará cargo del Ministerio de Economía. Sin embargo, en reserva, en el entorno del ex primer mandatario habían aclarado repetidamente desde que esas figuras no habían sido consensuadas con él, sino arregladas entre cada uno de ellos individualmente y de manera bilateral con el futuro presidente. “Les deseo a ambos el mayor de los éxitos en este compromiso personal que asumen. El éxito de Javier Milei es lo que deseamos todos los argentinos de bien”, había dicho el fundador de Pro.
La batería de proyectos de ley que buscará aprobar durante los próximos meses son prioridad para Milei, al punto de que el miércoles pasado reunió a su tropa legislativa en el mismo lugar para ordenarlos en medio de las discusiones sobre las autoridades en el Congreso, pero también para explicarles la importancia de esas medidas y los motivos por los que considera vital sacarlas en el corto plazo. Frente a un pizarrón, con un fibrón en mano, las englobó bajo la etiqueta de “reformas de primera generación” que usó durante la campaña y en su plan de gobierno.
El paquete incluye una “modernización” del Estado que implica una reducción en la cantidad de Ministerios y organismos públicos, así como de la cantidad de empleados; cambios en el régimen económico con base en la apertura comercial, reforma en el área energética y cambios progresivos en el régimen cambiario; así como modificaciones en el código electoral.
A cara de perro, los diputados macristas ya avisaron por lo bajo que no propiciarán el quórum ni los votos automáticamente, sino que discutirán el paquete “ley por ley”. Mientras tanto, los peronistas se encuentran en plena discusión interna de sus liderazgos, y no está claro cuántos de los que entraron a la Cámara bajo el sello de Hacemos por Córdoba y Unión por la Patria podrían brindar apoyo a las reformas de Milei.
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