A pesar de que el mandatario electo Javier Milei anunció que convocará a sesiones extraordinarias durante el verano para aprobar los proyectos de ley que considera vitales para su nuevo gobierno, los libertarios todavía no han definido quién ocupará cargos clave como la presidencia de Diputados y la presidencia provisional del Senado.
La disputa por conducir la Cámara baja, que tiene como principales protagonistas a Cristian Ritondo y Florencio Randazzo, tendrá importantes consecuencias sobre otro de los desafíos que enfrentarán los libertarios a partir del 10 de diciembre: la pelea por el control de las comisiones estratégicas.
La conformación de las comisiones tiene gran importancia para el funcionamiento legislativo, ya que antes de llegar al recinto cada proyecto de ley debe primero obtener un dictamen en la comisión correspondiente. Por ejemplo, las iniciativas relacionadas con cuestiones sanitarias deben ser debatidas en la Comisión de Salud Pública y las vinculadas a partidas de gastos, en la Comisión de Presupuesto.
Hay 46 comisiones permanentes y otra treintena de comisiones especiales. No obstante, unas pocas son consideradas vitales para la gobernabilidad, como Presupuesto, Asuntos Constitucionales, Legislación General, Juicio Político, Justicia o Legislación Laboral. También Bicameral de Trámite Legislativo que tiene la competencia para pronunciarse respecto de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), algo que Milei anticipó que iba a utilizar para contrarrestar la debilidad parlamentaria.
En la práctica, controlar la presidencia de las comisiones permite acelerar o “cajonear” las iniciativas que presentan los diputados o llegan del Poder Ejecutivo.
A pesar de haber logrado un buen resultado para una fuerza creada apenas hace tres años, el 30% que obtuvieron los libertarios en octubre no los deja en una posición cómoda. Con tan solo 38 diputados sobre 257, podrá reclamar en principio la presidencia del 15% de las comisiones, es decir, 7 en total.
La costumbre marca que el oficialismo debe controlar las comisiones de gobernabilidad. Pero su integración, que se reparte a partir del sistema proporcional D’Hondt (el mismo que se usa para repartir las bancas en el recinto), tendrá a los libertarios en una minoría muy marcada en todas ellas. Por lo que los consensos con Juntos por el Cambio y las fuerzas provinciales serán vitales para que avancen los proyectos de ley.
La negociación por el control de las comisiones suele ser un punto de conflicto entre oficialismo y oposición. Por ejemplo, la demora en la conformación de varias de ellas fue una de las razones que impidió a principios de 2022 que se traten todos los proyectos que Alberto Fernández envió al Congreso durante las sesiones extraordinarias de febrero.
Según pudo saber Infobae, todavía no hubo contactos entre representantes de La Libertad Avanza y Unión por la Patria -que ostentará la primera minoría con 105 escaños- para abordar este tema, ya que los libertarios todavía no definieron qué harán con la presidencia de la Cámara y es una incógnita cómo se implementará el acuerdo con los “halcones” del PRO.
Desde el punto de vista parlamentario, la conformación de un interbloque con parte del PRO habilitaría a los libertarios a reclamar más lugares de poder y facilitaría la conformación de mayorías dentro de las comisiones. En cambio, el peor escenario sería tener que negociar proyecto por proyecto con JxC, gobernadores y kirchneristas.
“Darle la presidencia de cinco o seis comisiones de gobernabilidad sería lógico, pero los libertarios no pueden pedir también tener mayoría porque eso ya sería demasiado, no se puede alterar el sentido del voto popular”, analizó un peronista que no continuará en su banca después del 10 de diciembre.
Ante la consulta de Infobae, desde Unión por la Patria no adelantaron cuáles serán sus pretensiones a la hora de negociar con los libertarios. Aunque es probable que sigan lo marcado por la propia Cristina Kirchner, que el miércoles planteó que la presidencia de Diputados y la presidencia provisional del Senado le corresponden a los libertarios a pesar de que no tengan los votos necesarios para reclamar esos cargos. “(LLA) es fuerza política que por amplia mayoría, en el balotaje del 19 de noviembre, obtuvo la representación popular para desempeñarse al frente del Poder Ejecutivo”, dijo la Vicepresidenta a través de las redes sociales. No sería extraño que se aplique el mismo criterio para el reparto de comisiones.
No obstante, todo podría cambiar de acuerdo a los próximos pasos de Milei.