Juan Manuel Olmos, actual vicejefe de gabinete y dirigente respetado en el peronismo, fue designado hoy como Auditor General de la Nación, principal órgano de control en el Estado. Su nombre cuenta con el aval político de Cristina Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández.
Por mandato constitucional, la principal fuerza de oposición es la que designa al titular de ese cargo, actualmente ocupado por el radical Jesús Rodríguez. Es un área estratégica que conlleva la responsabilidad de auditar la ejecución de las cuentas que realizan los otros poderes del Estado.
El PJ, entre otras razones, esgrime esa correlación de fuerzas. A partir del 10 de diciembre cambiará la composición tanto de la Cámara de Diputados como del Senado. En ambos cuerpos legislativos, el PJ cuenta con mayor cantidad de escaños propios, aunque ninguna fuerza alcanza el quórum propio, esto es, el número suficiente de votos como para aprobar una iniciativa sin consenso con las otras fuerzas políticas.
Actualmente, el Partido Justicialista está presidido por el presidente Alberto Fernández, quien será sucedido por Javier Milei el 10 de diciembre. Ayer, el jefe de Estado replicó la postulación de Olmos, con elogios para quien fue su jefe de asesores. “Su trayectoria es conocida por todos”, expresó Fernández.
Lo propio hizo el ex candidato a presidente y ministro de Economía, Sergio Massa. “El profesionalismo y el conocimiento del Estado para la tarea de control son fundamentales”, consignó Massa.
Cristina Kirchner, por su parte, también compartió el comunicado difundido por el PJ con la postulación de Olmos.
El dirigente cuenta con una trayectoria larga y reconocida dentro del peronismo. Durante la presidencia de Alberto Fernández se desempeñó como jefe de asesores del primer mandatario, y luego recaló en la jefatura de Gabinete, con la llegada del tucumano Juan Manzur.
En ambos casos, su papel dentro del gobierno fue ponderado por su capacidad “para hablar con todos”, según reconocían dentro de un gobierno que estuvo atravesado por las disputas internas. El propio Olmos reconoció que “es muy importante la figura de diálogo”.
La Auditoría General de la Nación tiene entre sus atribuciones controlar la ejecución de los distintos presupuestos de las áreas del Estado. Actualmente sus auditores son Miguel Ángel Pichetto, Jesús Rodríguez y Alejandro Nieva.
La última intervención del organismo que cobró notoriedad en la esfera pública ocurrió antes del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, que terminó consagrando al libertario como presidente electo. Allí, el entonces candidato oficialista recordó un informe refrendado por la AGN sobre la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional. Massa señalaba en aquel momento que el propio FMI tomaría las actuaciones de la AGN para pronunciarse sobre aquel proceso de endeudamiento.
Olmos cultiva un bajo perfil. Histórico dirigente del PJ porteño -fue legislador, director de la Corporación Puerto Madero, consejero y funcionario-, político profesional del sistema y parte de la camada de dirigentes que se graduó durante el menemismo como Horacio Rodríguez Larreta, Daniel Scioli, Massa y Malena Galmarini -se conocen los tres desde hace décadas-, Cristian Ritondo o Diego Santilli. Fue bautizado por el Papa Francisco. Durante su último paso por el gobierno logró la confianza de Cristina y Máximo Kirchner y trabajó durante meses detrás de la postulación de Massa.