El futuro presidente Javier Milei no sólo está enfocado en el diseño del Gabinete y en la construcción de una mayoría en el Congreso lo suficientemente robusta para encarar el desafío de sacar a la Argentina de más de una década de estancamiento económico y alta inflación. La principal preocupación se enfoca por estas horas en la redacción de una “ley ómnibus” que se prepara en secreto y con acceso restringido entre un equipo más chico y de confianza del líder libertario.
Entre las reformas está una profunda modernización del Estado -con reducción de Ministerios, estructuras y empleos políticos-; cambios en el régimen económico, apostando a dotar de mayores niveles de libertad, apertura comercial, reforma en el área energética y cambios progresivos en el régimen cambiario; y reformas en materia política y, posiblemente, electoral.
Son cambios que de todas maneras van a necesitar de una mayoría de 129 diputados y 36 senadores que incluirá, sin excepción, el apoyo legislativo de los libertarios, un sector del PRO, de los radicales y, sobre todo, del peronismo. Este contexto explica las negociaciones que hay en las dos cámaras para definir sus autoridades.
Con 37 diputados y solo 7 senadores, quien sea elegido para presidir cada Cámara será la expresión de un acuerdo político más amplio para discutir y sancionar este megaproyecto que puede ser decisivo para definir la suerte del inicio del gobierno de Milei.
Lo que trascendió es apenas una parte, títulos, que tienen de parte de fuentes de La Libertad Avanza medias confirmaciones, menciones por arriba y algunos indicios de iniciativas que tienen todas juntas, según lo dijo ayer la futura canciller Diana Mondino, más de 500 páginas y contando. Hay una superposición entre los nombramientos ya confirmados en el futuro gobierno y las materias que aborda esta iniciativa parlamentaria, que será debatida en sesiones extraordinarias.
La base, según pudo saber Infobae, está en muchas de las “reformas de primera generación” que Milei publicó durante la campaña.
“Va a haber una ley ómnibus y seguramente otros proyectos más que se enviarán todos a extraordinarias. La mayoría de lo que se va a presentar está en la plataforma que se subió a internet. Javier (Milei) quiere que el 11 de diciembre estemos trabajando en la Cámara de Diputados para empezar con este debate. No hay tiempo que esperar”, afirmó una de las fuentes que detalló parte del contenido de ese paquete de iniciativas en el Congreso.
Además, precisó que continuará puliendo con su equipo el contenido de las medidas para que el 10 de diciembre, en su discurso ante la Asamblea Legislativa, después del traspaso de mando, explique el estado de situación de la Argentina en el inicio de su mandato y, luego, el contenido de ese paquete de propuestas parlamentarias. “Va a ser un discurso largo. Más allá de lo que trascendió, el detalle lo va a dar él y va a llamar para que el lunes mismo todos los legisladores tengan las iniciativas para ser debatidas”, explicaron a Infobae.
La eliminación de la mayoría de los ministerios -que tal vez no sean solo ocho los que queden, como previó originalmente-, el fin de las funciones más polémicas de la Secretaría de Comercio Interior, como los controles de precios, y la posible eliminación de las SIRA -el sistema para aprobación de importaciones- quita de tasas y regulaciones, normativas que faciliten la solución de las Leliq y los pasivos remunerados del Banco Central, cambios en el sistema de planes sociales, son algunos de los temas que ya trascendieron que se pondrán en marcha y que estarían contemplados por este paquete de iniciativas parlamentarias.
¿Estará en el paquete de leyes la plena autarquía financiera del Poder Judicial? ¿Se incluirá la eliminación de las PASO? ¿Habrá una actualización del régimen laboral? ¿La privatización de empresas públicas? ¿Cambios en el sistema de obras públicas? Son algunos de los trascendidos que hubo estos días y que desde La Libertad Avanza evitaron responder. “Si está en las reformas de primera generación, va a estar”, respondieron.
Lo concreto es que todos los funcionarios confirmados -y algunos que se mantienen con bajo perfil- están trabajando en los contenidos de esa “ley ómnibus” que Milei quiere tener lista para cuando vaya al Congreso le entreguen el bastón de mando y la banda presidencial. Uno de los que más estuvo trabajando en un aspecto clave como la reforma del Estado es Federico Sturzenegger, que sonó primero para algún cargo en el área económica y finalmente fue semi-confirmado para una secretaría de Modernización.
“Tiene un equipo grande trabajando hace bastante y más de 100 reformas chicas, grandes y minúsculas para reducir la burocracia del Estado. Todo lo que hizo Sturzenegger lo vio Milei, quedó muy conforme y dijo que lo va a incluir”, explicaron a Infobae en el entorno de la Libertad Avanza sobre las tareas del economista, con quien Milei tiene una relación de respeto profesional y también de afecto personal.
Pero también tienen roles clave Karina Milei, Nicolás Posse, el futuro jefe de Gabinete; Guillermo Francos, con una influencia y un radio de acción cada vez más amplio; el futuro ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, el asesor Santiago Caputo, la influyente futura ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y Guillermo Ferraro, que estará a cargo de Infraestructura y el nexo con las empresas.
La viabilidad política
Mientras Milei define el contenido y el detalle de la ley ómnibus, el futuro ministro Francos estuvo toda la semana explorando alternativas para garantizar una mayoría en el Congreso que sea lo suficientemente sólida para que se elijan las autoridades de las cámaras pero también que apoyen las iniciativas que envíe el Poder Ejecutivo.
La “Ley Ómnibus” de Milei es, quizá, la prueba de fuego que va a tener el bisoño gobierno libertario. “Sin el peronismo no va a haber presidente de Cámara ni sanciones de leyes. Eso lo sabe Francos y por eso está trabajando para establecer acuerdo con los gobernadores”, explicó una de las fuentes parlamentarias que está trabajando en ambos frentes.
El guiño que le dio a los gobernadores -los de Juntos por el Cambio y también a los peronistas- para que le pidan al ministro Sergio Massa una compensación por los recursos perdidos por la eliminación del Impuesto a las Ganancias se inscribe en este escenario de testeo para conformar la mayoría parlamentaria. El titular del Palacio de Hacienda, que perdió las elecciones ante Milei, apuró las medidas y confirmó su compromiso de garantizar una transición ordenada. Dejó trascender que ese fue su aporte a sostener la institucionalidad y el consenso con todos los sectores políticos.
Eso fue el miércoles. En la cumbre con los industriales, Guillermo Francos volvió ayer con el discurso más mileísta. “No hay plata”, les dijo a los empresarios, para graficar con elocuencia la necesidad de un ajuste urgente. Diana Mondino agitó los fantasmas de cortes de luz para el próximo verano. Son los mensajes de sacrificio que el nuevo gobierno planteará para hacer todas las reformas que necesita. Parece que dará fondos a veces y otras veces no tanto.
Realidad y pesimismo
Un analista que capturó este complejo escenario -de un gobierno nuevo que llega tras años de crisis y que promete más esfuerzo y privaciones- fue Federico Aurelio (Aresco). Definió lo que plantearon Milei, con sus promesas de ajuste, y en la víspera los dos futuros ministros como “realismo problemático”.
“En Argentina no estamos saliendo de una bonanza para entrar en una etapa de ajuste. Son años de ajuste forzado por la inflación y el estancamiento. Hay como una exaltación de la problemática de la Argentina que no es conveniente para nadie. La economía se mueve en base a las expectativas y si las expectativas es que al desorden y desastre de la crisis actual se le suman todas problemáticas en el futuro mediato, el índice de confianza va a ir por el piso y por lo tanto no habrá ninguna inversión y por lo tanto nada va a mejorar, sino que todo va a empeorar”, explicó.
Y concluyó: “Una de las misiones que tiene el presidente electo y su gabinete es, independientemente de que tienen que describir la situación que reciben, sin confundir y sin mentir, pero también explicar cómo van a mejorar la situación para los argentinos. Si no se genera una expectativa de futuro mejor, nadie va a ser nada con buen ánimo. Hay una descripción de todas las medidas feas, desagradables y dolorosas que se van a tomar pero hay una promesa de mejora y bienestar”.