El presidente electo, Javier Milei, encendió ayer todas las alertas al pronosticar una situación económica de “estanflación” en el corto plazo. Para la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner, esto significará una “catástrofe social” porque representa la “caída total de la actividad, desempleo y al mismo tiempo precios altos”.
La expresidenta utilizó su cuenta de TikTok para recordar una charla en Río Negro, en marzo de este año, en donde defendió la emisión monetaria en épocas de crisis económica: “Es un instrumento que se necesita para evitar la recesión”, advirtió en aquel momento. Acto seguido, lo contrapuso con “el infierno más temido”. Es decir, “recesión con inflación, y ahí estamos al horno”.
La estanflación es un término acuñado para definir situaciones macro en las que la actividad económica se estanca o cae al mismo tiempo que la inflación se mantiene alta.
Al final del video, grabado en los pasillos del Congreso, ayer, cuando se realizó la Asamblea Legislativa que proclamó a Milei y a Victoria Villarruel como presidente y vice electos, Cristina Kirchner replica también otra frase del economista libertario, como “no hay más plata”, para justificar el ajuste que prevé realizar a partir del próximo 10 de diciembre.
“Bueno, dicen que falta plata, pero en realidad faltan dólares más que plata, muchos dólares, y los que se llevaron”, sostuvo.
En las últimas 48 horas, el presidente señaló en numerosas entrevistas su aspiración a que las medidas que tome el equipo económico que pondrá en funciones luego del cambio de Gobierno permitan terminar con la inflación en un lapso de 18 a 24 meses, pero aseguró que la primera parte de su gestión va a estar signada por una caída en la actividad económica y altos niveles de inflación que ya fue producida por las políticas llevadas adelante en los últimos meses y que actúan sobre el nivel general de precios con hasta dos años de rezago.
“Va a haber una estanflación, porque cuando hagas el reordenamiento fiscal, eso va a impactar negativamente en la actividad económica”, respondió en Radio La Red ante una consulta respecto a cómo seguirán los precios en los próximos meses.
“Por eso digo que la única billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano para dar contención a los caídos. La inflación tiene que ver con lo que vos hiciste en política monetaria hace 24 meses y eso ya fue decidido, ya fue hecho. La política monetaria actúa con rezagos”, comentó ayer.
“La inflación está jugada, ¿por qué? Porque tiene que ver con lo que hiciste hace dos años. La inflación va a seguir alta porque es el resultado del descalabro que hizo este Gobierno. Estamos creando todos los mecanismos para detener la emisión de dinero para que en un lapso de entre 18 a 24 meses terminar con la inflación. Esa es la evidencia empírica del caso argentino. La convertibilidad, que funcionaba bajo esa misma regla, tardó 20 meses”, agregó.
En otro pasaje de la misma entrevista, trazó un paralelo entre la situación económica actual y la que existía en 1975, cuando se consumó el recordado “Rodrigazo”.
“En 1975, el sobrante monetario era de 5 puntos del PBI. Cuando resolviste ese problema, la inflación se multiplicó por 6. Quiere decir que hoy nos iríamos a 1.800% de inflación. Pero tenés un problema adicional que hoy el sobrante monetario es el doble que teníamos en aquel momento. Estaríamos hablando de 3.600% de inflación. Y cuando vos tomás la relación de los pasivos remunerados en relación con la base, vos podríamos multiplicar la base por cuatro veces. Estamos peor que en la previa de la hiperinflación de [Raúl] Alfonsín”, indicó.
“¿Queremos seguir con esta fiesta? Después no se quejen. Los que plantean este problema porque no quieren tocar la propia serán los responsables ante la sociedad de generar un desastre hiperinflacionario que será el peor de la historia, con el agravante de que estamos partiendo de niveles de pobreza e indigencia peores que en el 2001. ¿Quieren continuar con esta irresponsabilidad? Ese es el resultado. La respuesta es que hay que poner los números en orden. La respuesta es corten otros gastos y paguen los salarios. No hay más plata”, agregó, con relación a la advertencia de los gobernadores sobre las dificultades para afrontar el pago de sueldos y medio aguinaldos.
En ese sentido, por último, Milei se refirió a la necesidad de hacer un ajuste de las cuentas públicas y al aval político que -sostiene- le dieron las urnas para llevarlo a cabo.
“El mandato ha sido claro, no existe registro histórico en la historia de la humanidad de que haya ganado un candidato que en su programa diga que va a ajustar. Y no existe un consenso tan grande en la sociedad, hoy más del 80% de la sociedad avala de que tiene que haber un ajuste. En todas las reuniones que tenemos sorprende eso, el hecho de haber dicho la verdad de manera brutal, cruda. El kirchnerismo en estos 20 años se ha caracterizado por ser muy sensiblero en esta materia, y el salario promedio de los argentinos es de USD 300, y los desalmados de los liberales de los ‘90 era de USD 1800. Es decir que hoy, el salario promedio de los argentinos sería de 1.800.000 pesos. Los números mandan”, concluyó.