Victoria Villarruel llegó antes que Javier Milei al Congreso de la Nación y, como quien comienza a acostumbrarse a los cambios, aunque todavía es diputada e iba a la Asamblea Legislativa, no ingresó por Diputados sino que lo hizo por el acceso exclusivo del Senado de la Nación, su próximo lugar de trabajo.
La próxima presidenta de la Cámara alta llegó antes porque tenía pautado encuentros con los bloques de la oposición. Mientras los senadores de LLA aún mantienen la pelea por saber quién conducirá la bancada, Villarruel agendó encuentros con las autoridades del PRO, de Unidad Federal y Unión por la Patria.
La primera de las reuniones fue con los senadores nacionales Alejandra Vigo, Edgardo Kueider y Carlos “Camau” Espínola del Bloque Unidad Federal, quienes recibieron a la vicepresidenta electa en el despacho de Kuider.
Aunque el cónclave fue protocolar, trascendió que hubo una buena conversación entre Villarruel y la cordobesa Vigo, quien además de ser la esposa del gobernador Juan Schiaretti, es uno de los nombres que suena por los pasillos del Senado para ser propuesta por LLA como presidenta provisional.
Algo similar sucedió en el encuentro con los miembros del PRO: reunión protocolar y pedidos de una rápida puesta en marcha de las comisiones y el recinto.
Pero el plato fuerte de la tarde lo dejó para el final. Victoria Villarruel volvió al Senado de luego de su paso por la Cámara de Diputados donde acababa de ser proclamada futura vicepresidenta de la Nación y se tomó el ascensor que la depositó en el segundo piso. Caminó rumbo al despacho que hace esquina y cuyas ventanas dan a la plaza de los Dos Congresos y se anunció. Minutos más tarde, la hicieron pasar.
En el despacho del presidente del interbloque de Unión por la Patria, José Mayans, la estaban esperando junto a la vicepresidenta del interbloque, Anabel Fernández Sagasti, y la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana di Tullio. Villarruel ingresó al encuentro con las espadas más filosas del kirchnerismo en la Cámara alta acompañada del diputado electo Guillermo Montenegro.
El encuentro estuvo enmarcado en la formalidad de las presentaciones y en la bienvenida del bloque aún oficialista a la nueva autoridad del recinto. Ésta repitió, al igual que en las otras reuniones, que quería un “Senado activo”, algo que tuvo como respuesta el silencio y las sonrisas del resto de los presentes.
De ambos lados evitaron entrar en temas que puedan producir algún tipo de rispidez y, luego de una frugal conversación y los deseos de buena suerte de rigor, Villarruel y Montenegro se retiraron del despacho del formoseño.
El silencio de los senadores de Unión por la Patria tiene que ver con el pedido que les hizo la libertaria respecto de la actividad. Hay una regla simple y básica de los parlamentos que es que el que quiere llevar un tema al recinto es quien tiene que juntar y asegurar el quórum, el resto solo tiene que decidir si presta o no.
La Libertad Avanza solo tiene 7 senadores y necesita del apoyo de todos los bloques que no sean Unión por la Patria para poder avanzar con algún tema de agenda propia ya que el quórum se consigue con 37 presentes. Por otro lado, desde UxP, en donde hoy cuentan con 34 legisladores, saben que su presencia o ausencia se convierte en la llave para destrabar o no algún tema y decidieron sentarse a esperar.
Un dato que no pasó inadvertido es que Villarruel fue a todos los encuentros acompañada por un diputado electo y no por alguno de los senadores que deberán asumir el próximo 10 de diciembre. “No saben quién va a terminar siendo el presidente del bloque, por eso no lo trae”, arriesgo una fuente que participó de algunas de las reuniones que se realizaron hoy.