(Enviado especial a Washington) Cuando ayer estaba en el Ala Oeste de la Casa Blanca, Javier Milei escuchó una opinión de Jake Sullivan que sorprendió por su valor político. El consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden describía las complejas relaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y a continuación adelantó: “Your success is our success” (el éxito de ustedes, es nuestro éxito).
Esta opinión política de Sullivan conmovió al presidente electo y a la comitiva integrada por Karina Milei, Santiago Caputo, Luis “Toto” Caputo y Gerardo Werthein, posible embajador de la Argentina en Estados Unidos, quienes regresaron a la Argentina este miércoles en un avión privado que aterrizó en Aeroparque minutos después de las 6. El consejero de Seguridad Nacional sólo hace declaraciones con la anuencia de Biden y es un experto en aprovechar los momentos para fijar las posiciones de Washington.
Desde esta perspectiva, Sullivan añadió que tiene excelente relación con Kristalina Georgieva y que apoyarán las negociaciones formales que emprendan Caputo y Posse con el staff y el board del FMI. “Puede haber otras fuentes de financiamiento”, completó el consejero de Biden, tras comprobar que agonizan las reservas del Banco Central.
Las opiniones de Sullivan superan en creces los objetivos bilaterales que Milei pensaba obtener antes de volar desde Buenos Aires a Nueva York y Washington. El presidente electo consideraba que su estrategia internacional coincide con los intereses de Estados Unidos a nivel global, y que esta confluencia de objetivos comunes podía mejorar su apalancamiento frente al FMI.
Pero las opiniones de Sullivan respecto a la Argentina y el Fondo colocaron en un estadío superior las expectativas sobre el probable encarrilamiento del programa de Facilidades Extendidas que capotó durante la última campana electoral.
La posición de Sullivan facilita las negociaciones informales que ayer emprendieron Caputo y Posse con la vicegerente del FMI, Gita Gopinath. El consejero de Biden puso a disposición su cercanía con Georgieva y aseguró que Argentina podría acceder a otros recursos financieros, dos palancas de poder que fortalecerán las negociaciones entre el organismo multilateral y Balcarce 50.
Caputo y Posse aseguraron a la comitiva oficial que la reunión con Gopinath y su staff fue positiva y adelantaron que la negociación se profundizará cuando lleguen a la Casa Rosada. “Todavía no podemos avanzar con el FMI, ni siquiera sabemos cuántas reservas detenta el Banco Central”, afirmó un vocero ad hoc de La Libertad Avanza.
A la predisposición de Sullivan frente a un eventual acuerdo con el FMI se sumó un almuerzo que Milei compartió con Chris Dodd y Bill Clinton antes de volar desde Nueva York a DC. Dodd es el enviado especial de Biden para América Latina, mientras que Clinton todavía se mueve como un Joker entre los lobistas que operan en el board del FMI.
Si Milei no gira 180 grados en su perspectiva ideológica, y Dood y Clinton hacen su faena en Washington, el presidente electo habrá coronado una gira relámpago que se hizo sobre la marcha y sufrió las consecuencias de una fuerte interna en La Libertad Avanza.
Esa puja palaciega exoneró a un probable titular del Banco Central y colocó en carrera a un experto en finanzas que Mauricio Macri sacrificó a pedido de Christine Lagarde. Milei opta por callar cuando le preguntan sobre el ex ministro como eventual sucesor de Sergio Massa, pero en DC ya no hay dudas sobre la responsabilidad institucional que tendrá “Toto” Caputo a partir del 10 de diciembre.
La sintonía que logró Milei con Sullivan, Dodd y Clinton no se agota en la mirada similar que tienen sobre la agenda global y la necesidad de realizar medidas de ajuste en el menor tiempo posible. El presidente electo también escuchó que empresas de Estados Unidos podrían invertir en yacimientos de Litio y en compañías locales con capacidad técnica para ensamblar micro conductores.
“Estamos muy satisfechos, muy contentos con lo que ocurrió en la reunión. Hablamos acerca de la situación argentina y los desafíos que tenemos en nuestro gobierno y cuál es nuestra postura a nivel internacional. Hemos hablado de la situación económica y social de Argentina en este momento y también hemos hablado de lo que va a ser el nuevo encuadre de la Nación argentina dentro de las naciones que respetan la libertad”, señaló Milei tras su encuentro con Sullivan.
El presidente electo ya tiene el respaldo de la Casa Blanca, y comenzó negociaciones informales con el FMI ante un vencimiento por casi 1.000 millones de dólares que debe pagar antes del 31 de diciembre.
En seis semanas se sabrá si la colaboración ofrecida por Sullivan a Milei fue un fugaz hecho discursivo o finalmente sirvió para evitar una crisis financiera con suficiente capacidad política para complicar los primeros días del gobierno de La Libertad Avanza.