El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el diputado por la provincia de Buenos Aires, Florencio Randazzo, ambos peronistas e integrantes de la fórmula que cosechó 1,8 millones de votos en las últimas elecciones presidenciales, enviaron un fuerte gesto de respaldo a Javier Milei, a horas de que empiece a definirse los nombres del Gabinete y de las autoridades de la Cámara baja y del Senado que lo acompañarán a partir del 10 de diciembre.
Lo hicieron mediante un mensaje y una foto que se publicó en las redes sociales, mientras el futuro mandatario estaba en Washington, y antes del ingreso en etapa de definiciones de la forma, el fondo y los nombres que los integrantes que tendrá su equipo. ”Con Juan Schiaretti creemos que el futuro es ayudar en la gobernabilidad y que es necesario trabajar por un peronismo democrático, federal y en sintonía con los problemas que tienen los argentinos”, publicó Randazzo en su cuenta de X.
Tanto la gobernabilidad como la renovación del peronismo son dos de las prioridades que plantearon ambos dirigentes de origen justicialista para la nueva etapa que se abre a partir del 10 de diciembre, que sintonizan al mismo tiempo con las necesidades políticas de Milei. Producto de ese alineamiento surgió la designación de Osvaldo Giordano en la ANSeS, y Franco Mogetta en Transporte. Y la posibilidad de que sea Randazzo el futuro presidente de la Cámara de Diputados.
Schiaretti y Randazzo creen que si Milei explicita que su voluntad es que el diputado sea el presidente de la Cámara los votos para crear una mayoría serían más fáciles de juntar que si persiste la indefinición y se agitan otras variantes, como que sea uno de los 35 diputados libertarios el que asuma ese cargo, que está en la línea de sucesión presidencial. Allí figura Oscar Zago y Martín Menem, dos diputados que asumirán a partir del 10 de diciembre, que explicitaron la voluntad de ocupar ese cargo.
El problema es que en ambos casos se trata de diputados sin experiencia en el ámbito parlamentario nacional ni el reconocimiento de antecedentes para conducir un cuerpo como el de la Cámara de Diputados, donde además de ser La Libertad Avanza una híper minoría, tendrá que lidiar con bloques frágiles y siempre al borde de la fractura, y una agenda de temas de alta sensibilidad.
De hecho, la reunión que tuvieron los gobernadores y los diputados y senadores de Juntos por el Cambio, donde no faltaron insultos, gritos y reproches, confirmó que esa coalición opositora está más cerca de fracturarse que de seguir unida. En el PRO hay tensiones y rebeldías frente a la línea que plantean Mauricio Macri y Patricia Bulllrich, y en la UCR un sector está más proclive a hacer oposición dura y otro más negociada.
Mientras eso ocurre en JxC, en el peronismo los tironeos están entre los legisladores que responden a Cristina Kirchner, una vicepresidenta que mantuvo en los últimos meses bajo perfil y se bajó de la campaña que terminó perdiendo Sergio Massa, y aquellos que están alineados a la voluntad de los gobernadores, jefes políticos de sus distritos.
“No creo que Cristian Ritondo, Zago o Martín Menem tengan más votos que Randazzo para ser presidente de la Cámara. Tampoco que estén en condiciones de ser elegidos por más diputados si Milei apoya al Flaco”, decían anoche voceros calificados que vienen recorriendo desde hace dos años los pasillos de la Cámara baja.
Nueva gobernabilidad
La propuesta de la dupla Schiaretti-Randazzo es generar una nueva gobernabilidad ante la fragmentación que dejó en la Cámara de Diputados el ascenso de Milei y los resultados de las elecciones generales, del 22 de octubre, que ganó Unión por la Patria, y dejó a La Libertad Avanza con 35 diputados y a las dos grandes coaliciones con las dos primeras minorías.
Por eso, más allá de que Randazzo evitó hacer declaraciones públicas sobre las versiones de la presidencia de la Cámara de Diputados, Infobae pudo saber que estaría dispuesto a asumir ese cargo estratégico pero manteniéndose como parte de un bloque no oficialista, “una oposición responsable, no destructiva”, dijeron. “Hay una nueva gobernabilidad, con acuerdos políticos para garantizar el apoyo suficiente para aprobar las medidas que la futura administración va a necesitar para poner en marcha su plan de gobierno”, explicaron.
Schiaretti y Randazzo no sólo estuvieron trabajando en los cálculos y acuerdos para conseguir los 129 votos que necesitaría para ser elegido al frente del hemiciclo. También estuvieron trabajando sobre uno de los grandes problemas que va a tener por delante el futuro gobierno: la relación con las provincias por las menguadas arcas para afrontar los gastos y el pago de sueldos y aguinaldos.
El futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, estuvo enfocado en esas cuestiones. Fue a la reunión con los gobernadores del peronismo que les transmitieron sus preocupaciones y él pidió que le hagan llegar esas mismas inquietudes al ministro de Economía, Sergio Massa, a fin de que encuentre una solución antes del traspaso de mando. Al final, fueron. Estuvieron presentes Massa, el ministro de Interior, Wado de Pedro; los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Salta, Gustavo Sáenz; de San Juan, Sergio Uñac; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Catamarca, Raúl Jalil; de Formosa, Gildo Insfrán, de La Rioja, Ricardo Quintela; y de Santa Cruz, Alicia Kirchner; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo; y su par de Provincias en el Ministerio de Interior, Bruno Ruggeri. Nuevos tiempos.