El 10 de diciembre, cuando asuma como nuevo presidente, Javier Milei no tendrá disponible el avión más importante de la flota oficial. El ARG 01, también conocido como ex Tango 01, viajó esta madrugada a Estados Unidos para una inspección técnica. A la misma hora, el presidente electo regresaba al país en un avión privado. “Es una situación extraña, pero la legislación no prevé nada para las semanas de transición”, admitió un funcionario que se encarga de los vuelos oficiales.
El ARG 01 estará al menos dos semanas en un taller de Salina (Kansas) para una inspección de los tanques de combustible. “Se venció el plazo, ya se le había otorgado una extensión, no se podía demorar más sino iba a quedar parado. Lamentablemente coincidió con la fecha de la jura”, apuntó el mismo funcionario.
El avión fue al mismo taller donde había sido pintado con los colores de la bandera argentina, justo antes de despegar a Buenos Aires.
El plazo de dos semanas, admiten fuentes del mercado aeronáutico, podría extenderse varios días más. Lo único que está confirmado es que el 10 de diciembre, el ARG 01 no va a estar operativo. Para ese entonces, el presidente electo tendrá otras dos aeronaves: el ARG 02 y el ARG 03, que solo permiten hacer vuelos regionales. “Si quieren viajar a Estados Unidos en los primeros días tendrán que hacer varias escalas con el ARG 02. Para un viaje a Europa si o si hay que alquilar nuevamente un avión privado”, aclaró un experto.
No es el único problema a la vista. En breve, el ARG 01 deberá realizar una inspección mayor, que demandará como mínimo dos meses de trabajo. Otra vez, el Presidente deberá recurrir a los alquileres para realizar viajes largos.
En lo inmediato no hay otro viaje confirmado. Luego del balotaje, Milei había asegurado que antes de asumir iba a visitar Estados Unidos e Israel. En principio, el segundo viaje no estaría confirmado por cuestiones de agenda. “Es un viaje que demanda más tiempo, no sabemos si vamos a llegar”, dijo una fuente de La Libertad Avanza.
El Gobierno compró el Boeing 757-256 en diciembre pasado, luego de un largo proceso administrativo, pero el avión recién llegó a fines de mayo. En estos meses, fue usado varias veces por el presidente, Alberto Fernández, y por el ministro de Economía, Sergio Massa. En cambio, la vicepresidenta, Cristina Kirchner, nunca se subió a ese avión y utilizó para sus traslados dos aeronaves de YPF. Llamativamente, su debut en el ARG 01 se iba a concretar la semana pasada, con el viaje frustrado a Italia, donde tenía previsto dar una conferencia académica en una universidad de Nápoles.
Fuentes oficiales confirmaron a Infobae que el ARG 01 se había preparado para ese viaje, aunque no se trataba de una visita oficial. Después de la victoria de Javier Milei en el balotaje, la ex presidenta suspendió el viaje y se ahorró un conflicto judicial.
Para comprar el ARG 01, el Gobierno tuvo que invertir USD 21.730.000 y entregar el viejo Tango 01, que estaba valuado en unos USD 3 millones.
El avión tiene capacidad para 39 pasajeros, un dormitorio principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones. A diferencia del Tango 01, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.
La aeronave nació como avión de pasajeros en el 2000, se modificó a configuración VIP en 2004, y tuvo una remodelación en 2012. Su último dueño, un millonario israelí, se lo había entregado a su ex mujer en la división de bienes hasta que finalmente pasó a ser propiedad del gobierno argentino.
La compra del avión puso fin a un proceso de casi ocho años. El Tango 01 estuvo parado desde 2015. Durante el gobierno de Mauricio Macri hubo varios intentos frustrados para comprar otro avión: la primera licitación ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), se cayó por las internas dentro del Gobierno y la segunda por la realidad económica del país.
Cuando llegó Alberto Fernández a la Casa Rosada, los responsables de la flota presidencial recomendaron reparar el avión con una inversión estimada entre USD 12 y 15 millones. Pero la OACI desaconsejó la reparación por las dificultades para conseguir las piezas y el tiempo que llevaba parado. De esa manera se pasó a la opción de un “exchange”, que significa cambiar el avión por uno similar, de la misma marca y modelo, y en abril de 2022 se lanzó una licitación internacional.
Se presentaron tres oferentes y uno solo cumplía con todos los requisitos: C&L Aviation Group, una empresa con sede en Maine (Estados Unidos) que tenía antecedentes de venderle repuestos y aviones a la Fuerza Aérea. Pese al enorme costo político que implicaba la decisión, en diciembre el Presidente dio la orden para comprar el nuevo avión.
Alberto Fernández tenía previsto inaugurarlo para la cumbre con Joe Biden, a fines de marzo, pero la llegada de la aeronave se demoró hasta el 25 de mayo. Ese día, mientras Cristina Kirchner encabezaba el acto en Plaza de Mayo, el ARG 01 aterrizó en Aeroparque.
La flota presidencial está actualmente a cargo de Florencia Gastaldi, una abogada que tuvo un paso por la ANAC y luego se desempeñó como directora de la agrupación aérea. En los últimos meses, por los problemas para conseguir pilotos para el avión presidencial, el control operativo de la flota quedó en manos de la Fuerza Aérea.
El nuevo Gobierno todavía no decidió a quién le entregará el manejo de la flota presidencial. Restan ocupar otros casilleros más importantes. Pero en principio no habría debate sobre el uso de los aviones. En plena campaña, Milei había respaldado la compra de un nuevo avión por “cuestiones de seguridad”. “(Alberto) No se lo lleva a la casa…. quien sea el próximo presidente lo va a usar”, dijo en una entrevista con TN.