Mientras crecen los cortocircuitos entre La Libertad Avanza y el PRO por la designación de autoridades en la Cámara de Diputados, Javier Milei priorizará la agenda legislativa al regreso de su viaje relámpago a Estados Unidos. Mañana recibirá en el Hotel Libertador a los diputados y senadores electos de su espacio para hablarles de los proyectos de ley que planea enviar al Congreso, pero probablemente sea una reunión política, en plena tensión, también, al interior del propio frente de derecha, por la distribución de poder con sus socios de otros partidos.
Milei dejará hoy Washington y arribará a Buenos Aires por la madrugada, pero tendrá pocas horas para dormir. El encuentro con los legisladores electos de su espacio será a las 10, en el búnker de avenida Córdoba y Maipú donde probablemente pase la noche, según revelaron desde La Libertad Avanza mientras el líder se preparaba para volver a la Argentina.
El motivo oficial del encuentro será explicar el nuevo paquetes de medidas que tiene previsto enviar al Congreso durante las sesiones extraordinarias que, ya confirmó, convocará en los próximos días. Pero será sobre todo una forma de ordenar su tropa en medio de los ruidos que se generaron a partir de la puja subterránea por la presidencia de la Cámara baja -y de las dudas que hay en el Senado, y de enviar un mensaje a sus socios amarillos.
El presidente electo coquetea con la posibilidad de nombrar a Florencio Randazzo, referente del peronismo disidente y aliado del cordobés Juan Schiaretti al frente de la Cámara de Diputados. Pero debe lidiar con la presión del partido que preside Patricia Bullrich, donde estaban convencidos de que el halcón Cristian Ritondo se quedaría con ese lugar tras ayudarlos a ganar las elecciones y se vieron decepcionados, la semana pasada, cuando entendieron que ese nombramiento estaba en riesgo.
Al cortocircuito se suma el malestar de los propios libertarios, que se inclinan por un presidente violeta “puro”. Una postura muy alejada de la estrategia que se maneja en la cúpula de LLA, donde intentan ampliar para poder gobernar en la crisis y, sobre todo, durante la época de ajuste “muy dura” que se aproxima, según el propio Milei. Creen que Randazzo les permitiría obtener un mejor vínculo con los sectores del peronismo no kirchnerista, y dan por descontado el apoyo de los “halcones” del PRO.
Hoy, el ministro del Interior, Guillermo Francos, que está encargado desde las PASO de las relaciones con la dirigencia de las provincias y que se inclina por un acuerdo más amplio que exceda a Pro para garantizar gobernabilidad, se sumó inesperadamente a un encuentro con los gobernadores en la sede porteña del Banco Provincia en búsqueda de consensos. Un gesto al peronismo que cayó mal en las filas del macrismo, donde se sienten destratados a pesar del apoyo “incondicional” que le dieron a los libertarios. Es posible que mañana Francos, uno de los referentes de mayor confianza de Milei, también participe de la reunión en el Libertador para bajar línea.
Milei no conoce a muchos de los legisladores electos. Durante el cierre de listas había dejado el armado territorial y de listas en manos de su hermana y asesora principal, Karina Milei, y en su momento, del colaborador Carlos Kikuchi -actual senador provincial electo-. En la reunión de mañana buscará relacionarse de manera más cercana con los referentes de un ámbito clave para la etapa que viene, en especial si cumple con su promesa de acelerar todo lo posible el debate de reformas estructurales para aprovechar el impulso de las elecciones.
El momento de la reunión, confirmada esta tade, es clave. Es que para mañana por la tarde, Cristina KIrchner convocó a la Asamblea Legislativa para realizar, como dicta el Código Nacional Electoral, la sumatoria de los resultados definitivos de la segunda vuelta electoral comunicados al Senado, determinar la fórmula más votada y, en consecuencia, proclamar al presidente y vicepresidente electos. Será la primera actividad de peso en Congreso después de los comicios, y si bien durará sólo 30 minutos, será un escenario ideal para la rosca legislativa mientras los espacios aliados debaten por la distribución de cargos.