A una semana de ser electo presidente, Javier Milei pudo realizar su postergado viaje a los Estados Unidos, con una nutrida agenda política y económica por delante, y acompañado por una comitiva integrada por su hermana Karina, Santiago y Luis Caputo, Nicolás Posse, Gerardo Werthein y el embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley. El representante norteamericano fue autorizado por su gobierno a formar parte del grupo que acompaña a Milei.
Para emprender el viaje a Nueva York, la delegación encabezada por Milei optó por contratar los servicios de la empresa Baires Fly, perteneciente a Luis Grande, alquilando un Gulfstream V, Matrícula LV-KAX, que suele prestar servicio en Aeroparque.
Se trata de una aeronave elegida habitualmente para este tipo de vuelos, ya que brinda seguridad y velocidad. Al respecto, cubre la ruta Buenos Aires-Nueva York en once horas y media de vuelo.
El Gulfstream V cuenta con dos motores Rolls-Royce y puede volar sin escalas unos 12.500 kilómetros. La cabina de pasajeros es amplia, incluye una mini sala de cuatro butacas, seis butacas individuales y además un diván lateral.
Según supo Infobae, el costo del servicio contratado por el nuevo jefe de Estado y sus acompañantes fue de 120 mil dólares, cotización libre. Todos los miembros del grupo pagaron proporcionalmente el costo de su asiento, menos Stanley, ya que los gastos del diplomático americano fueron costeados por Werthein, a quien todos ven como el posible embajador en Estados Unidos de la gestión Milei.
Al respecto, el presidente honorario del Comité Olímpico Argentino, dijo que se trata “de un hecho inédito que cada uno de los participantes haya pagado parte del viaje”.
“Con excepción de la parte del embajador Stanley, a quien invité yo y dicha invitación fue aprobada por las autoridades de su país. Así que ojalá todos hicieran lo mismo y ojalá cuando se contraten aviones privados hubiera la transparencia que hay en este caso”, afirmó Werthein en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann en LN+.
En esa línea, Werthein destacó que “un grupo de personas que van a trabajar por la Argentina de una manera proactiva y haciendo un gran esfuerzo decidan entre todos contratar un charter para hacer viable, porque es claramente entendible, que quienes tienen que trabajar es muy importante la relación con EEUU pero también tienen que volver rápidamente y esto se hubiera hecho inviable”.
“El presidente electo no se puede tomar una semana para hacer todo esto. Estuvo dos horas en su tema espiritual y está trabajando full time”, concluyó.