Victoria Villarruel se reunió con Cristina Kirchner para lo que fue el comienzo del traspaso en la Vicepresidencia de la Nación. El encuentro fue en el despacho de la Presidencia del Senado, el rol institucional que tiene el cargo.
La conversación fue fría pero amable. No solo porque ambas representan dos polos contrapuestos desde lo ideológico, sino porque, además, CFK sabe y Villarruel está aprendiendo que la Cámara alta presentará un escenario complejo para la Libertad Avanza y la gobernabilidad de Javier Milei.
Buena parte de la política parlamentaria se resuelve en las comisiones y en el Senado hay varias de ellas que son particularmente importantes, por lo que el manejo de las mismas se convierte en vital.
La Cámara tiene veintisiete comisiones permanentes integradas por diecisiete miembros cada una, con excepción de las comisiones de Asuntos Constitucionales; Relaciones Exteriores y Culto; de Minería, Energía y Combustibles y de Agricultura, Ganadería y Pesca, que estarán integradas por diecinueve (19) miembros, y la Banca de la Mujer, que estará integrada por todas las senadoras.
Una de las que desde hace tiempo presenta centralidad es la Comisión de Acuerdos. Por esta pasan los pedidos por el Poder Ejecutivo para el nombramiento o remoción de funcionarios públicos, principalmente lo que tiene que ver con los ascensos en el Poder Judicial y en las Fuerzas Armadas.
“Todos creemos que Villarruel tiene una agenda respecto de las Fuerzas Armadas. No esconde su relación con un sector y su ligación con los represores por lo que los pliegos que va a mandar de las Fuerzas Armadas van a ser problemáticos seguramente”, explica un senador que hoy pertenece al oficialismo.
Es costumbre que esta comisión la presida el oficialismo -hoy lo hace la senadora Anabel Fernández Sagasti- y la vicepresidencia queda para el principal bloque opositor. Pero eso no sería el principal problema para LLA sino el número de legisladores.
El bloque libertario está compuesto por 7 senadores -la comisión se conforma con 19- por lo que hace falta contar con 10 votos propios para imponerse en las votaciones y, naturalmente, el futuro oficialismo no los tiene.
“Van a tener que demostrar capacidad de acuerdos, en especial con los sectores más duros del PRO. El peso de Mauricio Macri en el Senado es relativo, tiene más ascendencias Horacio Rodríguez Larreta, por lo que dependerá mucho del pliego que quieran hacer pasar”, explicó la misma fuente.
A esto se le suma que el interbloque de Juntos por el Cambio hoy está, por lo menos en los hechos, roto. Sin que haya sido anunciado, ya no existe como tal, pero la UCR y el PRO trabajan de manera diferenciada. “Esto va a ser pliego por pliego, ley por ley”, reconoce una fuente de LLA.
Esta misma situación se vivirá con los pliegos de los jueces y embajadores que la nueva administración intente nombrar. Mucho más teniendo en cuenta que el futuro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, ya adelantó que buscarán ocupar los cargos vacantes.
Pero no sólo eso, sino que la idea de LLA es nombrar a una mujer para la silla vacante que hoy tiene la Corte Suprema de Justicia, algo que necesitará del acompañamiento de legisladores de otros bloques para alcanzar el consenso necesario para que transite las comisiones y para abrir el recinto.
Si se suman todos los senadores de La Libertad Avanza (7), más los del PRO (8) y los del resto de lo que se conocía como JxC (UCR y otros 16); tampoco le alcanza para llegar a los 37 que se necesitan para tener quórum y abrir el recinto.
La otra comisión en la que deberá mostrar acuerdos es la Bicameral de Trámite Legislativo que en su función primordial tiene la competencia para pronunciarse respecto de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), algo que Javier Milei anticipó en la campaña que iba a utilizar para contrarrestar la debilidad parlamentaria.
La Comisión está integrada por 8 diputados y 8 senadores, designados por el presidente de sus respectivas Cámaras a propuesta de los bloques parlamentarios respetando la proporción de las representaciones políticas.
Aunque está conformada por diputados y senadores, es probable que LLA también tenga debilidad ya que tanto en Diputados como Senadores Unión por la Patria es la primera minoría, por lo que su representatividad podría ser mayor a la del resto.
En este contexto, los legisladores de Javier Milei y Victoria Villarruel deberán buscar acuerdos de manera constante por los próximos dos años hasta las próximas elecciones de medio término. Será DNU a DNU y pliego a pliego con sus aliados circunstanciales, por lo que los legisladores que ingresen con escasa experiencia parlamentaria deberán aprender rápidamente para poder alcanzar esos acuerdos y destrabar un escenario que, en principio, es poco favorable.