Si bien hay puestos vacantes en el Gabinete del próximo gobierno, varios de los alfiles de Javier Milei que están firmes en sus cargos ya tuvieron -o empezaron a pautar- reuniones para la transición con los actuales titulares de los ministerios en el gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, el área económica, la más relevante, está envuelta en una fuerte incertidumbre y por ahora sólo hubo ofrecimientos, con marchas y contramarchas, y sin confirmaciones formales por parte de la “Oficina del Presidente Electo”.
Después de las idas y vueltas de Milei esta semana sobre los liderazgos de Economía, el Banco Central, Seguridad y Anses, y mientras siguen en duda los liderazgos para la varios puestos del Gabinete, ayer tuvo lugar, en secreto, una cumbre entre La Libertad Avanza y el PRO para avanzar con las negociaciones sobre el armado del Gobierno en conjunto, aunque sin Mauricio Macri.
La titular de PRO, Patricia Bullrich, se reunió ayer por la mañana con dos de los principales asesores del presidente electo, Nicolás Posse -futuro jefe de Gabinete y coordinador de la transición- y Guillermo Ferraro -que comandará el Ministerio de Infraestructura- para empezar a sincronizar agendas junto a sus respectivos cuadros técnicos. “Fue una reunión grande, con mucha gente. Ya estamos armando los equipos, hay mucho para hacer”, dijeron en la cúpula libertaria, donde dieron por sentado, una vez más, que la ex funcionaria de Cambiemos comandará Seguridad.
Bullrich y Ferraron construyeron una relación de confianza durante el proceso de fiscalización, donde la jefa de PRO aportó equipos y expertise, al igual que Cristian Ritondo y Diego Santilli. Cerca del futuro superministro de Infraestructura valoraron su respaldo en la última elección, y la diferenciaron de Macri. “Es una dama, se portó de diez y en nuestro espacio somos muy agradecidos”, dijeron desde el hotel Libertador. Sin embargo, en el entorno de la ex ministra mantenían el hermetismo, en parte para evitar suspicacias entre los libertarios, pero también con su jefe político. “Está siendo respetuosa”, dijo sobre la cuidadosa reserva de Bullrich un dirigente de su confianza, luego de los ruidos que se generaron tanto en PRO como en LLA durante las frenéticas jornadas de negociaciones políticas por los cargos nacionales esta semana.
Además, el martes Posse y Guillermo Francos estuvieron reunidos con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, cuando aún era una posibilidad que Interior absorbiera el manejo de las fuerzas. Y los asesores del ex diputado afín a Domingo Cavallo ya analizan las nóminas de empleados de la cartera, incluidos el Renaper, el Archivo General y la Dirección de Migraciones, y entraron en contacto con el actual titular de la cartera política, Eduardo “Wado” De Pedro, para planear la sucesión. También Pablo de la Torre, el futuro secretario de Desarrollo Social se reunió con Victoria Tolosa Paz, aunque el encuentro se mantuvo con muy bajo perfil.
En tanto, para esta semana está pautada una reunión entre el futuro titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro, y el ministro de Obra Pública de Alberto Fernández, Gabriel Katopodis, aunque el día exacto y la locación aún no fueron consensuados. Según revelaron en el entorno del futuro funcionario, que tendrá a su cargo cinco áreas clave, ya tiene decididos todos los titulares de las secretarías y a varios directores, pero aguardan a que Milei termine de dar el visto bueno para anunciarlas.
“Va a ser un diálogo institucional. Está claro lo que pensamos de lo que piensan hacer”, dijeron cerca del actual funcionario. Katopodis hizo campaña con fuertes críticas hacia LLA, y propició paros simbólicos de los trabajadores en señal de protesta, de antemano, contra las privatizaciones que planea implementar Milei. Pasada la elección, ayer publicó una carta en su cuenta de X dirigida al futuro jefe de Estado, titulada “Milei empezó mal”, donde reprodujo un comunicado donde la Unión Argentina de la Construcción (UOCRA) mostraba su preocupación y advirtió sobre los despidos masivos de trabajadores. Se espera que la reunión, como mínimo, sea tensa. Pero al menos, la transición se pondrá en marcha.
Incertidumbre en Economía
Después de perder las elecciones y amenazar con tomar licencia, finalmente Massa decidió quedarse al frente de Hacienda, aunque designó a su secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein para que se haga cargo de la transición y evitar así cualquier contacto con su ex contrincante. Sin embargo, hasta ahora el jefe del traspaso por el lado del oficialismo no tiene interlocutor en el nuevo gobierno.
Es que Milei está atravesando serias dificultades para armar un equipo cohesionado para lidiar con la crisis inflacionaria, la “bola de Leliq” y el déficit fiscal. Por un lado, el presidente electo, economista y consultor, no tiene decididos los detalles de su plan económico más allá de los objetivos delineados a grandes rasgos durante la campaña. Y al mismo tiempo, debe lidiar con los reparos de sus técnicos preferidos, que se sentaron a negociar su futuro en el gobierno con condiciones. Un combo complicado que el presidente electo debe resolver a contrarreloj, antes del 10 de diciembre.
Si bien los libertarios estaban decididos a mantener bajo especial reserva, hasta último momento, las figuras que barajaban para el gabinete económico, los nombres de los desertores y de los técnicos que estaban en danza se filtraron a la prensa de manera incesante. Y en los últimos días los libertarios Milei se vieron obligados a admitir varias contradicciones.
La primera -y la más disruptiva- ocurrió el jueves, cuando Emilio Ocampo, experto en finanzas y autor del plan de dolarización preferido por Milei, que había sido designado para liderar el Banco Central por el candidato públicamente y entre elogios, decidió abandonar el barco libertario. Se alejó desencantado al enterarse de que Milei consideraba superadora otra propuesta para sanar la economía, cuyo autor es el ex titular del BCRA durante el gobierno de Mauricio Macri, Luis “Toto” Caputo, y con la que estaba en desacuerdo.
Con Ocampo tachado de la lista, de inmediato circuló Demián Reidel como número puesto para suceder a Miguel Pesce. Pero menos de 24 horas después, el viernes por la tarde, los libertarios también empezaron a poner bajo sospecha ese desembarco. Y el sábado constataron que estaba afuera del esquema, aunque remarcaron que nunca había sido confirmado formalmente. “Reidel va a estar en el lugar más indicado que el Presidente considere. No estaba confirmado en ningún lugar”, dijo uno de sus principales colaboradores. Después el propio Reidel confirmó su alejamiento en la red social X.
En LLA también advirtieron, siempre por lo bajo, que a ese lugar podría ir Caputo, a pesar de que el día previo, el ex secretario de Finanzas de Macri había sonado fuerte para hacerse cargo del Ministerio de Hacienda y se reunió con Posse y con los banqueros de Adeba. Y sumaron un dato: sigue en carrera para ocupar un lugar de relevancia, aún desconocido, el ex presidente del BCRA durante el gobierno de Macri, Federico Sturzenegger.
Con tantas ambigüedades en el plano mayor, las políticas económicas que afectan a los ciudadanos en lo inmediato están poco claras. El futuro de los acuerdos de precios y las tarifas de los servicios públicos, así como el bono o suma fija de fin de año por ejemplo, son un misterio a dos semanas del cambio de Gobierno. “Ni siquiera tenemos ministro, ¿cómo vamos a saber eso?”, dijo el viernes un alfil libertario ante una consulta sobre la Secretaría de Comercio.
Embrollado en el arduo camino de armar un equipo en la crisis, Milei se vio obligado a suspender un viaje personal que tenía previsto para este fin de semana a Estados Unidos. Y si bien sus principales asesores ya empezaron a armar equipos y a planear la sucesión junto a sus predecesores, durante los próximos 15 días deberá resolver con quiénes trabajará en el sector sobre el que más conoce y, al mismo tiempo, donde se encuentra más complicado: la economía.