Tras la derrota del oficialismo en el balotaje, que dejó a Javier Milei como el futuro Presidente de Argentina, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, inició esta semana una ronda de reuniones con los funcionarios que políticamente le responden y lo vienen acompañando desde su gestión como ministro de Economía de la Nación durante la presidencia de Cristina Kirchner. A todos les dio señales de que no habrá grandes modificaciones pese al recambio ministerial que se avecina para el segundo mandato. Es decir que seguirán en sus cargos.
Allí se apilan un grupo de ministros que -aunque por ahora esquivan a la categorización- se enmarcan en el kicillofismo. Una distinción que, con la particularidad del contexto político, puede llegar a cobrar más vigor.
Augusto Costa (Producción), Carlos Bianco (Jefe de Asesores), Agustina Vila (Secretaría General), Jesica Rey (Comunicación Pública), Javier Rodríguez (Desarrollo Agrario), Pablo López (Hacienda y Finanzas), Cristian Girard (ARBA), Santiago Pérez Teruel (Asesoría General de Gobierno), Juan Quattromo (Banco Provincia) son algunos de los nombres que tienen lugar asegurado en el segundo período de gobierno de Kicillof al frente del ejecutivo provincial.
Por estos días todo es hermetismo sobre cómo delineará el gobernador su gestión hacia el segundo mandato, donde la provincia de Buenos Aires jugará un papel central en lo que refiere, también, a la relación con la administración central que timoneará el presidente electo Javier Milei.
Los nuevos nombramientos del gobierno bonaerense se conocerán sobre el cierre de la semana que viene. Esta semana, Kicillof fue recibiendo a diferentes dirigentes y encabezó algunas reuniones de gestión. Por su despacho pasaron intendentes oficialistas y de la Unión Cívica Radical como Maximiliano Suescún del municipio de Rauch, de buena sintonía con el Ejecutivo bonaerense. Si bien corrieron algunas versiones de la llegada de algún dirigente del radicalismo al gobierno provincial, desde el entorno del mandatario y fuentes del radicalismo lo relativizaron.
La decisión de sostener a su equipo más cercano es también un posicionamiento hacia el interior de lo que todavía es Unión por la Patria, donde oscilan diferentes expresiones del peronismo. La ratificación en las últimas elecciones que consagraron a Kicillof hacia la reelección con casi el 45% de los votos le da un margen que no tuvo tras las legislativas del 2021, cuando el Frente de Todos perdió la elección de medio término a manos de Cambiemos y el gobernador se vio obligado a mover piezas. Además, en medio de la ola libertaria del balotaje del último domingo, el peronismo resistió -aunque por un escaso margen y que resultó insuficiente- en la provincia de Buenos Aires.
En este contexto, Kicillof también viene dialogando con otros espacios de UxP. El martes mantuvo un encuentro con Sergio Massa, de lo que poco se filtró. La clave son los recursos que el mandatario provincial quiere asegurarse antes de que Milei llegue al gobierno. Hasta el momento no hubo contactos entre La Plata y el Hotel Libertador, donde funciona el búnker-vivienda del Presidente electo.
El Frente Renovador de Sergio Massa tiene presencia en el gobierno bonaerense. Controla el Ministerio de Transporte, la empresa estatal que administra rutas provinciales y la autopista Buenos Aires-La Plata, AUBASA; además de una vicepresidencia en el Instituto de Loterías y Casinos y representación legislativa con autoridades de Cámara tanto en Diputados como en el Senado.
En La Plata también están siguiendo las definiciones que viene dando Milei con los nombres y cargos que van ocupándose. No hay un rumbo claro y buscan imaginar una futura relación institucional que -avizoran- lejos estará de lo que fue el vínculo con el gobierno de Alberto Fernández. Si bien hubo distintos cortocircuitos en estos años entre la Nación y la Provincia, la incertidumbre que reina sobre el andar del futuro gobierno es total.
Otra área clave que está en discusión continúa siendo el ministerio de Seguridad bonaerense. Hasta ahora en manos de Sergio Berni, que fue electo senador bonaerense en las últimas elecciones y de ratificar lo planteado públicamente asumirá su banca en la Cámara alta el 7 de diciembre próximo. Si Kicillof dispone lo contrario seguirá. Por estos días, Berni también pasó por el despacho del mandatario provincial.
En medio de la danza de nombres, algunos intendentes del conurbano empiezan a sonar al menos como canal de diálogo con el gobernador, sin necesidad de que vayan a ocupar un lugar en el futuro gabinete. Andrés Watson, de Florencio Varela o Fernando Espinoza de La Matanza están en ese radar. Claro también los más leales o que acompañaron al mandatario sin mayores condicionamientos políticos como Mario Secco de Ensenada o Jorge Ferraresi de Avellaneda, quienes están en condiciones de “aportar nombres” para el próximo período.
Finalmente, la relación con La Cámpora que hoy ostenta tres lugares en el gabinete bonaerenses se mantendría. Se trata de: Ambiente con Daniela Vilar, Salud con Nicolás Kreplak e Instituto Cultural con Florencia Saintout.