En Arabia Saudita estaba por llegar la noche cuando Mauricio Macri supo que Patricia Bullrich había hablado con Javier Milei y le había confirmado que aceptaba el ofrecimiento para ser su ministra de Seguridad. La noticia generó una hecatombe política tanto en La Libertad Avanza como en el PRO. El Presidente electo le pidió a la ex funcionaria que se haga cargo del área que ya gestionó entre 2015 y 2019 con un doble objetivo: poner al frente de un área sensible a una persona con experiencia que puede poner en funcionamiento el Ministerio desde el 10 de diciembre, sin requerir curva de aprendizaje. Lo segundo, y acaso más importante, darle un volumen político significativo a su Gobierno con una dirigente de renombre y peso propio.
Originalmente, Bullrich no tenía la intención de volver al Ministerio de Seguridad. Incluso, lo dijo en televisión esta semana, en una entrevista en TN con el periodista Diego Sehinkman. Pero la situación cambió intempestivamente ayer a la mañana.
Macri viajó el miércoles a Arabia Saudita por compromisos vinculados con su rol de Presidente de la Fundación FIFA. También planea ejecutar gestiones deportivas en el marco de la previa a las elecciones en Boca Juniors, donde es candidato a vicepresidente de Andrés Ibarra con el objetivo de destronar a Juan Román Riquelme y volver a conducir el club donde germinó su proyecto de poder.
El lunes siguiente al balotaje, Macri había ido a reunirse a solas con Milei en el Hotel Libertador. Fue un encuentro breve y hermético. Ambos acordaron mantener el contacto permanente y el ex Presidente pidió ser el único interlocutor para canalizar las negociaciones de posibles lugares en el Gobierno. Al día siguiente, armó la valija y se subió al avión con destino a Medio Oriente.
Bullrich, mientras tanto, estuvo en contacto telefónico tanto con Macri como con Milei. En un principio, según pudo saber Infobae, el Presidente electo le propuso al fundador del PRO que el Ministerio de Seguridad estuviera a cargo de Cristian Ritondo, ante la renuencia inicial de Bullrich. La oferta fue desestimada.
Macri insistió con que el lugar pertinente para el legislador era la Presidencia de la Cámara de Diputados a cambio del apoyo de los 50 diputados del Frente PRO y con el compromiso de moverse para garantizar la agenda parlamentaria que pretende llevar adelante el nuevo Jefe de Estado. A la par, avanzaban las conversaciones por otras áreas como Seguridad, Defensa e, incluso, Economía, donde ganó visibilidad el posible desembarco de Luis “Toto” Caputo, ex ministro macrista.
A esa altura, Guillermo Francos, quien será ministro del Interior de Milei, ya negociaba la Presidencia de Diputados para Florencio Randazzo. “Si lo ponen a Randazzo, que consiga los votos Randazzo, que está en un bloque de tres diputados”, chicanearon en el PRO. Si bien la elección de la autoridad del cuerpo es una atribución del Poder Legislativo, existe una tradición parlamentaria de permitir que el Presidente de la Nación que asume pueda designar a alguien de su confianza para llevar las riendas de la Cámara Baja.
Los matices entre Macri y Bullrich
De pronto, Bullrich vio su teléfono ayer a la mañana. La llamaba Milei para ofrecerle el Ministerio de Seguridad. La ex candidata a Presidenta había sugerido el nombre de Luis Petri, el dirigente radical que fue su compañero de fórmula.
El libertario insistió con la necesidad de incorporarla a ella para sumar experiencia y volumen político. Bullrich convocó, entonces, a una reunión en sus oficinas en la calle Avenida de Mayo, en el centro porteño. Allí llegaron los dirigentes de su cercanía, ayer al mediodía. Caviló sobre la propuesta de Milei, lo comentó y consultó con su equipo. Y habló con Macri para ponerlo al tanto de la situación. La comunicación fue tensa. El ex Presidente no estuvo de acuerdo con la actitud y se fastidió.
Macri piensa que Bullrich avanzó en una negociación unilateral y que decidió sin su aval. En el bullrichismo se desmarcan de esa acusación, aseguran que sólo respondieron a un ofrecimiento del Presidente electo y argumentan que es Macri quien presionó por cargos. “Mauricio se cortó solo”, apuntaron en el PRO. “La idea era que si aceptábamos algo, era en combo”, aclaró un dirigente cercano al ex Presidente.
Por eso, el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad analiza que es una “prioridad” lograr que Ritondo sea Presidente de la Cámara de Diputados y que eso se debía negociar junto con los ministerios en danza, como Seguridad, Defensa y Economía. Lo de Ritondo ingresó en terreno anegadizo y motivó que Macri iniciara un operativo presión desde Arabia. Francos apuesta a imponer a Randazzo como una forma de tender puentes hacia el peronismo.
Un guiño fuerte en esa dirección fue la designación de Osvaldo Giordano, ministro de Economía de Juan Schiaretti, al frente de la ANSES. Los operadores políticos de Milei se mueven con inteligencia para evitar la concentración de poder por parte del PRO y garantizar una base de sustentación política más amplia. De hecho, la negociación a dos puntas con Macri y Bullrich genera roces y tensiones al interior del PRO. ¿Una forma de limar la incidencia del ex Presidente?
Conforme pudo averiguar este medio, Bullrich le explicó a su equipo que Argentina “no tiene espacio para especulaciones de una persona” y que es un “momento crítico para la historia”. Ese escenario la motivó para aceptar el desafío.
Petri, a un paso de ser confirmado en Defensa
Por estas horas, Bullrich busca que se ultimen detalles para que Milei ratifique desembarco de Luis Petri al frente del Ministerio de Defensa. Así como también señaló la importancia de que Seguridad tenga rango ministerial, ya que estaba la posibilidad de que fuera una Secretaría debajo del Ministerio del Interior de Francos. De concretarse lo de Bullrich y Petri, implica una pérdida de incidencia de Victoria Villarruel, vicepresidenta electa, sobre esas áreas. El propio Milei había mencionado que la abogada estaría a cargo de Seguridad y Defensa, pero en el medio hubo matices, avances y retrocesos.
El equipo de la ex ministra ya trabaja en el programa de Seguridad para alistar el desembarco. Mientras, Bullrich negocia los detalles de la estructura del Ministerio, así como también la posibilidad de nombrar a personas de su confianza en la conducción de las cuatro fuerzas federales: Policía Federal Argentina, Prefectura, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se trata de personas que articularán todo el tiempo con Bullrich, aunque la designación es una prerrogativa del Presidente.
En materia de seguridad, Milei y Bullrich tienen “sintonía” programática y coinciden en los principales temas del área. Ambos concuerdan en la necesidad de garantizar el orden público, combatir a la inseguridad y el narcotráfico.
En este escenario, Macri y Bullrich se reprochan negociar unilateralmente con Milei. En el macrismo achacan que el ex Presidente se fue cinco días a Arabia y, de pronto, hay designaciones de dirigentes del PRO que no fueron consensuadas con él.
Macri sostiene su contacto con Milei y está previsto que puedan encontrarse a partir del martes que viene, -a su regreso de Arabia Saudita-. De momento, por parte del PRO desembarcarán en el Gobierno de Milei la propia Bullrich, Omar Yasin, abogado laboralista de su entorno que irá a la Secretaría de Trabajo, y con la posibilidad cierta de que Petri se haga cargo de Defensa.
Las otras áreas de Gobierno que mira el PRO
Mientras tanto, el equipo de internacionales del PRO colabora con Diana Mondino, futura Canciller, en temas de política exterior. Federico Barttfeld, Juan Battaleme, Carlos Starman y Carlos Sersale son los especialistas en Relaciones Internacionales que integran la mesa chica de la economista cordobesa. Mientras que, por pedido de Macri y con anuencia de Bullrich, también brindan su asesoramiento Federico Pinedo, Jorge Faurie, Fulvio Pompeo, Diego Gelar, Mariano Caucino y Ricardo Lagorio.
Otro lugar que fue mirado con interés por parte del PRO fue la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), por tratarse de un área que articula con Seguridad y Defensa. Hasta el lunes a la tarde, la persona que sonaba para ese rol era Miguel Ángel Toma, dirigente de Juntos por el Cambio cercano a Miguel Ángel Pichetto que fue secretario de Seguridad durante la presidencia de Carlos Menem y titular de la ex SIDE en el gobierno de Eduardo Duhalde.
El nombre de Toma fue propuesto por Villarruel. Ambos tienen trato desde hace 10 años. El martes previo al balotaje, la vicepresidenta electa y el ex jefe de la SIDE compartieron una cena de casi cuatro horas en la casa de un amigo en común en Escobar. La negociación estaba encaminada.
Este lunes todo se trabó. En el Hotel Libertador, donde funcionan las oficinas de trabajo de Milei, circuló la posibilidad de que la AFI quedaría bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, que estará a cargo de Nicolás Posse -y no de la Presidencia, como establece la Ley 25.520-. Y comenzaron a sonar los nombres del coronel retirado Jorge Vives, del brigadier Jorge Antelo y el abogado Bruno Tomaselli como candidatos a encabezar la agencia de inteligencia. Por la sensibilidad del área, se espera que el elegido sea una persona de la confianza del Jefe de Estado electo y no sería para un dirigente del PRO.
Las negociaciones entre Macri, Bullrich y Milei siguen abiertas. Quedan dos semanas hasta la asunción del nuevo Presidente que serán frenéticas.