Jorge Macri tiene prácticamente definido los nombres de su Gabinete, aunque aún tiene la brocha a mano para dar las pinceladas finales. Al mismo tiempo, observa con atención a que se ordenen las negociaciones a nivel nacional entre Javier Milei y Mauricio Macri. El Presidente electo avanza también avanza con el armado de su Gobierno y no se descarta que, a través de conversaciones subterráneas, exista la posibilidad de integrar a dirigentes del partido amarillo en su equipo de colaboradores. Esa alianza, de suceder, puede tener repercusión en la Ciudad. No obstante, el primo del ex Presidente planea dar a conocer a su equipo la semana que viene, en vísperas a su asunción, prevista para el 8 de diciembre.
Algo que es un hecho es que el Jefe de Gobierno electo hará una reestructuración del esquema de Gobierno porteño, que implica reunificación de áreas y reducción de otras. Se trata de una decisión que acota el margen de decisiones, acuerdos e integración políticas de dirigentes dentro de ese nuevo molde, con los “ravioles” disponibles para ocupar espacios de poder y gestión.
Por estas horas, los nombres que, de no mediar inconvenientes, son casi un hecho para asumir al frente del Gobierno porteño son Néstor Grindetti como jefe de Gabinete, intendente saliente de Lanús y dirigente histórico del PRO, de íntima confianza de los Macri; el economista Gabriel Sánchez Zinny, ex ministro de Educación de María Eugenia Vidal en Buenos Aires, se menciona como posible vicejefe de Gabinete, para secundar a Grindetti y darle fortaleza técnica a la gestión. Ese es otro pedido de Macri Mauricio.
Gustavo Coria no seguirá en Seguridad. Logró ordenar a Policía y sacar un tema sensible de la agenda de la campaña luego del crimen de Mariano Barbieri en pleno Palermo. Pese a eso, Macri quiere a un hombre de su confianza en esa función y el elegido es Waldo Wolff, ex diputado nacional y ex vicepresidente de la DAIA. Será secundado por Diego Kravetz, ex intendente interino de Lanús y un dirigente con expertise técnica en el área.
Otra de las personas que tendrán un rol clave es Gabino Tapia, que quedaría a cargo del nuevo Ministerio de Justicia y Gobierno, una unificación de áreas que será uno de los espacios de más cantidad de atribuciones. Se trata de un ex senador bonaerense y funcionario porteño que frecuenta la mesa chica de Jorge Macri.
Mientras que César “Tuta” Torres, otro de los dirigentes del riñón del ex intendente de Vicente López, estará al frente del Ministerio de Desarrollo Social (que actualmente se llama Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat). Por su parte, Roberto García Moritán, legislador y referente de Republicanos Unidos (RU), será el ministro de Desarrollo Económico; su lugar en la Legislatura lo tomará Yamil Santoro, dirigente de RU y su armador político.
Mientras que Guillermo Romero, que fue asesor de la Municipalidad de Vicente López, será titular de la estratégica Secretaría General. Otro referente del equipo político del jorgemacrismo Ezequiel Sabor, otrora embajador en México y Belice, que ocupará un rol destacado en el gabinete porteño.
Un área de sensibilidad es la Secretaría de Legal y Técnica, que cuida la firma del Jefe de Gobierno en cada medida que toma. Quien estaría al frente de esa responsabilidad es Jesús “Jechu” Acevedo, abogado del riñón de Fernando De Andreis, el principal armador político de Macri Mauricio. Otra persona cercana al ex secretario General de la Presidencia es Valentín Díaz Gilligan, que fue segundo de De Andreis durante el Gobierno de Macri, y es el nombre que suena para gestionar el Ministerio de Turismo de la Ciudad.
El Ministerio de Cultura, en tanto, quedaría a cargo de un dirigente de confianza de Hernán Lombardi. Mientras que otra posibilidad es que Maximiliano Guerra, electo diputado nacional por la Ciudad en la lista de Patricia Bullrich, quede al frente del Teatro Color. De concretarse eso, el diputado larretista Álvaro González ingresaría a la Cámara de Diputados para reemplazar la eventual salida del bailarín.
Respecto a la Secretaría de Comunicación de la Ciudad, la persona apuntada es Gustavo Gago, histórico jefe de prensa de Jorge Macri. En relación con la Secretaría de Deportes, la decisión que se tomaría es separarla de la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo y que esté a cargo de Fabián Turnes, ex centro de la selección Argentina de rugby y actual director de Deportes de Vicente López.
Un área clave es el de Educación, en donde aún no hay confirmaciones. Jorge Macri mantiene la reserva. Horacio Rodríguez Larreta impulsa para ese ministerio a Manuel Vidal, el actual jefe de Gabinete de la ministra Soledad Acuña. Mientras que María Eugenia Vidal tiene en el legislador electo Sergio Siciliano a su especialista en la gestión educativa. Aunque si Siciliano deja la Legislatura para ingresar al Poder Ejecutivo, su lugar sería ocupado por el radical Carlos Macchi y complicaría la relación de fuerzas al interior de Juntos por el Cambio (JxC) en el parlamento.
En estos momentos también suena la posibilidad de que el Jefe de Gobierno electo apueste a que el Ministerio de Educación sea para una mujer. En ese caso, la diputada nacional Victoria Morales Gorleri, docente y dirigente del PRO, podría ser una opción. Se trata de una persona muy cercana al Papa Francisco. De hecho, ayer estuvo en el Vaticano reunida con el Sumo Pontífice. “Charlamos de nuestra amada Argentina y la necesidad de hermanarnos y acompañarnos para juntos sacar a la Patria adelante”, detalló ayer desde su cuenta de X.
En la previa al nombramiento del nuevo ministro de Educación porteño, los gremios de la Ciudad agrupados en la izquierda, como UTE, CAMyP y Ademys, emitieron un comunicado esta semana en la que ya anticiparon una relación tensa con el alcalde electo. “Estamos en estado de alerta y movilización ante la definición que pueda tomar al gobierno de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires: no vamos a aceptar aumentos de sueldo por debajo de la inflación y vamos a movilizar cuantas veces haga falta para terminar el año en una mejor situación que la que tenemos ahora”, advirtieron los sindicatos educativo.
El ajedrez político por la Legislatura
Jorge Macri también mueve piezas en la Legislatura para designar a las autoridades del cuerpo. El parlamento de la Ciudad tiene 60 bancas y el quórum para sesionar es de 31 legisladores. En esta elección, JxC ponía en juego 17 de sus 32 escaños. Con los resultados de las elecciones, la coalición quedó con 30 legisladores. Si bien podrá sostener la primera minoría, quedará ajustada para tener quórum propio. Así como necesitará sí o sí de apoyo de otros bloques para sancionar proyectos que exigen ser aprobados con dos tercios.
La autoridad más importante de la Legislatura, que tiene a cargo la administración y el Presupuesto del organismo, es el vicepresidente 1°. Por eso, es el rol más codiciado y disputado por estas horas. Los nombres en danza para ese cargo son Emmanuel Ferrario, empujado por el larretismo para continuar en el puesto, Matías López, legislador ligado a Diego Santilli, el propio Siciliano, del esquema de Vidal, y Darío Nieto, dirigente de extrema confianza de Mauricio Macri y Fernando De Andreis. En tanto que a partir del triunfo de Milei a nivel nacional no se descarta que pueda existir un acuerdo parlamentario con La Libertad Avanza, como espejo de la alianza nacional con el PRO. De suceder ese escenario, Eugenio Casielles es el nombre sobre la mesa que podría ser propuesto para la vicepresidencia 1°. Es que Ramiro Marra, presidente del bloque y referente porteño de los libertarios, es mencionado para ascender al Gabinete nacional -aunque sin confirmación-.
A esta hora, López es el dirigente que asoma con más posibilidades. De todos modos, no hay definiciones oficiales y Jorge Macri ejecuta una ingeniería política compleja para contener la unidad de JxC, mantener armonía con los libertarios y garantizar su propia gobernabilidad.
El Consejo de la Magistratura y la Auditoría, lugares clave
El Consejo de la Magistratura porteño, con idéntica función a su homólogo nacional, está integrado por nueve miembros que duran en su función cuatro años sin posibilidad de reelección inmediata. Hay tres representantes que son elegidos por la Legislatura y deben designarse antes de fin de año. Los tres consejeros del estamento legislativo a los que se le vence el mandato el 14 de noviembre son Francisco Quintana (que además de consejero es el actual Presidente del Consejo), Alberto Biglieri y Ana Salvatelli.
Los nombres en danza a esta hora en el PRO son Manuel Izura, Martín Casares y Diego García Vilas (Confianza Pública). Izura es un hombre íntimo de Jorge Macri, que ha oficiado como su operador judicial. García Vilas es un dirigente cercano a Graciela Ocaña que tenía un acuerdo de palabra con Rodríguez Larreta y Martín Lousteau para ingresar al Consejo.
En el radicalismo hay dos personas del riñón de Daniel Angelici que asoman. Martín Ocampo, legislador porteño, y Lorena Clienti, abogada ligada al ex Presidente de Boca Juniors. Mientras que en el peronismo la persona que emerge es Luis Duacastella, abogado cercano a Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete de la Nación, hombre fuerte del peronismo porteño y de la política judicial de la Ciudad. Por estas horas, es casi un hecho que los consejeros del estamento legislativo serán Izura, Clienti y Duacastella. Hoy se realizó la audiencia pública en la Comisión de Ética de la Legislatura y fueron aprobados todos. El 7 de diciembre será la sesión para tratar los pliegos.
Otro apéndice relevante es la renovación de integrantes de la Auditoría General de la Ciudad, que debe elegir a sus siete miembros. Allí también hubo negociaciones entre Jorge Macri, Angelici y Olmos. Los nombres para ese lugar se conocerán también el 7 de diciembre.
Luego, y antes del 10 de diciembre, Jorge Macri asumirá formalmente ante la Legislatura y, luego, le tomará juramento a sus funcionarios en un acto que se hará en la Usina del Arte de la Ciudad.