Tras el resultado del balotaje del último domingo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó diferentes reuniones por separado con algunos de sus ministros. En carpeta y ejecución está el recambio ministerial para el segundo mandato que se inicia formalmente pasado el 10 de diciembre. Hay ministros que se irán y áreas que se “mudarán” de cartera. Los nombres, de los que en La Plata guardan hermetismo, se conocerán eventualmente la semana que viene. La lógica de cómo va armar el gabinete el mandatario parece repetirse a lo que fue su última etapa de gobierno: con lugares para los diferentes sectores de Unión por la Patria.
Desde el entorno del mandatario aseguran que el gobernador sostendrá el esquema de coalición con el que funcionó Unión por la Patria, al menos en la provincia de Buenos Aires. Eso es que va a haber lugares para todos. O al menos esa es la idea. En principio no cerrará la mesa ministerial exclusivamente a gente de su núcleo más duro.
Habría espacio para el Frente Renovador y La Cámpora, tal como sucede en la actualidad. Hasta ahora, el massismo tiene para sí el ministerio de Transporte, bajo la figura de Jorge D’Onofrio. La Cámpora ostenta el ministerio de Ambiente que lidera Daniela Vilar; el Instituto Cultural con Florencia Saintout y Salud, cuyo ministro es Nicolás Kreplak, que incluye también la administración de IOMA con Homero Giles.
Todo está atado a las certezas que vaya a tener Kicillof de cómo será la política del gobierno de Javier Milei hacia las provincias. Una vez resuelto eso, que implica entre otras cosas la definición de su Presupuesto provincial, terminará de pulir nombres.
Una de las definiciones más relevante que tiene que tomar es quién será el ministro de Seguridad. Sergio Berni fue electo senador bonaerense por la Segunda sección electoral. El 7 de diciembre asumirá en la Cámara alta. Eso no quiere decir que deja la cartera. Es un área más que sensible para la gestión provincial. Con un gobierno nacional de otro color político, y en las antípodas ideológicas, será más que un desafío. Kicillof no quiere desprenderse del ministro, que semanas atrás dijo en una entrevista en A24: “Voy a ser senador de la provincia de Buenos Aires. Voy a trabajar en darle las herramientas al Poder Judicial para que no pueda hacerse el distraído en esos grises que hay a la hora de interpretar las leyes”. Sin embargo, podría seguir en el cargo si así lo dispusiera el gobernador.
La contundente victoria en las elecciones generales le da margen político a Kicillof para definir qué hacer; una condición que tuvo sus vaivenes en lo que fue su primera gestión de gobierno. Arrancó el primer mandato en diciembre del 2019 con un Gabinete con fuerte presencia de gente de su entorno. Carlos Bianco era el Jefe de Gabinete; Augusto Costa el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica -tenía para sí el área de Cultura-, Agustina Vila en Educación; Pablo López en Hacienda y Finanzas; Agustín Simone en Infraestructura, Jesica Rey en Comunicación Pública, Santiago Pérez Teruel como Asesor General de Gobierno, Federico Thea en la Secretaría General y Javier Rodríguez en Desarrollo Agrario, entre las primeras filas. Todo eso, luego mutó.
Tras la derrota de la elección legislativa del 2021, hubo una reconfiguración que implicó el desembarco de intendentes, del Frente Renovador y mayor presencia de La Cámpora. Se amplió y modificaron tareas ministeriales que no implicaron sacar a la gente de Kicillof, aunque sí, en algunos casos, su corrimiento de los lugares que ostentaban: el caso más gravitante fue el de Carlos Bianco, que dejó la Jefatura de Gabinete y en su lugar ingresó Insaurralde. Sin embargo, los sucesos de público conocimiento devolvieron a Bianco a un lugar preponderante. En parte por decisión de Kicillof -que siguió ubicándolo a su lado y creó la Jefatura de Asesores para que quedase a cargo de su mano derecha- y otro tanto por el final que se precipitó para Insaurralde con el escándalo del yate en Marbella en medio de la campaña electoral de UP.
Una pista que por estos días dejan trascender en La Plata es que Kicillof valorará a quiénes acompañaron “y se la jugaron”, en estos cuatro años. El interlineado de ese mensaje podría tener lecturas diferentes. Una, cuyo destinatario es Máximo Kirchner, de vínculo oscilante con el gobernador provincial. Otra que quiénes se sentaban en la llamada Mesa de Ensenada -un grupo de dirigentes kirchneristas que no responden al presidente del PJ bonaerense y buscaron en los últimos tiempos y al calor de la campaña, empoderar políticamente al gobernador- tendrán más presencia o se le respetará la que ya ostentan dentro del gabinete bonaerense.
De ese grupo son Andrés “Cuervo” Larroque -ministro de Desarrollo de la Comunidad-, Cristina Álvarez Rodríguez -ministra de Gobierno- y Walter Correa -ministro de Trabajo- además de algunos intendentes como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso) y ahora el electo Julio Alak (La Plata).
Alak es ministro de Justicia bonaerense. En las últimas elecciones ganó la intendencia de La Plata; en una candidatura que contó con un fuerte respaldo del propio Kicillof. El gobernador quiere que sea el jefe comunal de la capital bonaerense para proyectar la llamada Región Capital que incluye las ciudades de La Plata, Berisso y Ensenada.
Otro intendente electo que es ministro es Leonardo Nardini. El funcionario provincial ganó la elección en Malvinas Argentinas. El gobernador aún tiene que sentarse con el dirigente de la Primera sección electoral para definir los pasos a seguir: si vuelve al municipio o sigue como ministro. Nardini llegó al gabinete para la segunda mitad del mandato del primer mandato Kicillof en el marco del acuerdo con los intendentes que empujaba Martín Insaurralde junto a Máximo Kirchner.
Este martes, se vio el paso de varios ministros de Kicillof por Casa de Gobierno. También pasaron por su despacho el titular de la CTA de los Trabajadores y diputado nacional, Hugo Yasky que estaba acompañado por el Secretario General de la CTA provincia de Buenos Aires y el gremio docente de Suteba, Roberto Baradel.