La irrupción en las elecciones del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el diputado Florencio Randazzo parece haber empezado a proyectarse más allá de los comicios. La fórmula de Hacemos por Nuestro País, que cosechó en octubre más de 1.800.000 votos, podría convertirse en un eje clave para renovar al peronismo y, al mismo tiempo, dotar a la inminente presidencia de Javier Milei de una gobernabilidad por ahora incierta. ¿Serán ambos parte de la “pata peronista” de apoyo al libertario? Es la pregunta que todavía no tiene respuesta.
El que puso en el centro de la escena a Randazzo fue el próximo mandatario. Junto a la confirmación de varios integrantes de su gabinete, reconoció que no sólo estaba en contacto con quien es su colega en el Congreso, sino que esas conversaciones estaban avanzadas para incorporarlo como parte de su equipo. Las versiones hablan de la presidencia de la Cámara de Diputados o un lugar importante dentro de la futura administración. Es un interrogante que se resolverá en pocos días, quizás horas.
Pero no es sólo Randazzo. Es también una aproximación al peronismo, el polo de poder más complejo que tiene enfrente Milei y donde anidan amenazas concretas a su gobernabilidad. Se trata de una conversación que involucra al diputado y también a Schiaretti, un líder con fuerte predicamento en el interior del país y que es respetado y reconocido por los gobernadores del PJ y de Juntos por el Cambio. El cordobés terminará el 10 de diciembre y traspasará el mando a Martín Llaryora, otro peronista. En esa fecha tiene que asumir Milei para iniciar la primera presidencia libertaria del mundo.
Ese diálogo -que Milei confirmó en una entrevista con el periodista Eduardo Feinmann en radio Mitre- expuso que el líder libertario está trabajando en el diseño y construcción de una coalición política que le permita crear a marcha forzada una musculatura parlamentaria de la que carece; conformar una nueva mayoría estable para debatir y aprobar las leyes fundacionales que llevará al Congreso; y al mismo tiempo, evitar una dependencia con el sector de Juntos por el Cambio que conduce el ex presidente Mauricio Macri.
Es una tarea a la que el líder de La Libertad Avanza está obligado, ya que con apenas 37 votos propios, más los “halcones” que se referencian con Macri y Patricia Bullrich, que completan unas 80 bancas en Diputados, quedan muy lejos de los 129 exigidos para tener quórum. Por eso, Milei apunta a encontrar interlocutores aptos para dialogar con 57 legisladores que serían “dialoguistas”, según la definición de un informe elaborado por la consultora LLYC. La necesidad de acuerdos se repite, con más gravedad, en el Senado.
En la conversación en radio Mitre, Milei confirmó que “hay un diálogo muy importante” tanto con Randazzo como con otros dirigentes del peronismo, entre los que nombró a Miguel Ángel Pichetto, electo por Juntos por el Cambio como diputado. Pero el libertario se ocupó de llenar de elogios al ex ministro del Interior y Transporte: “Para mí Randazzo es una persona que tiene varias cuestiones a favor. Primero, que en donde lo pusieron trabajó muy bien. Además, es una persona honesta y fue uno de los que se enfrentó a Cristina Fernández Kirchner cuando nadie lo hacía”, recordó. Y al ser consultado por Feinmann si tenía pensado tener a Randazzo en su equipo, respondió de manera contundente: “Sí”.
En este contexto, el futuro presidente admitió que estaba trabajando en unir distintos sectores que quedaron sin representación ni liderazgo, tanto por la virtual implosión que tuvo Juntos por el Cambio como por la vacancia que se abrió en el PJ después de la fuerte derrota, por más de 11 puntos, de Sergio Massa en el balotaje del domingo. Esa alianza está pensada, dijo Milei, para que “cada uno mantenga su identidad, mientras tenemos una agenda común muy fuerte, que se traduce en que comparten el “90% de una agenda común” que van a llevar adelante.
En el Congreso, más allá de los legisladores que se identifican con La Cámpora y que responden al liderazgo de Cristina Kirchner, hay diputados y senadores que llegaron en las listas de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio pero responden a gobernadores o, incluso, quedaron “sueltos”, como pueden ser los socialistas de Santa Fe y otros partidos provinciales.
El tándem Schiaretti-Randazzo -que estuvo muy activo el domingo y sobre todo el lunes, después de la entrevista en la que Milei reveló esas negociaciones- busca ampliar el Interbloque Federal, que integran hasta el 10 de diciembre 8 diputados. El objetivo, según pudo averiguar Infobae, es convocar a conformar un espacio más grande en el que puedan confluir radicales y representantes del PRO que están en la vereda de enfrente de Macri. Y también de diputados del peronismo que se quedaron sin referencias nacionales después de la derrota de Massa.
Apuntan a conformar una masa crítica parlamentaria para aprobar aquellas medidas urgentes y que sean compartidas por la mayoría. El objetivo es doblegar la capacidad de veto que puede tener el kirchnerismo más duro. Mencionaron en ese sentido la aprobación de un presupuesto equilibrado.
Para Randazzo y Schiaretti hay una posibilidad de avanzar con la conformación de esa coalición y, al mismo tiempo, encarar un proceso de renovación del peronismo, que se vería facilitado por la ausencia de referencias nacionales y el derrumbe inédito que tuvo Unión por la Patria en el balotaje del domingo. Para tomar dimensión del colapso del PJ tradicional, una tabla elaborada por el cientista de datos Federico Tiberti (PhD de la universidad de Princeton) reveló que del total de mesas de votación, el oficialismo perdió en 2 de cada 3. “En muchas provincias Milei ganó en más de 80% o 90% de las mesas. Es el voto más geográfico -y probablemente también socialmente- transversal de todas las elecciones recientes”, detalló.
Con el peronismo debilitado, y la envergadura nacional que adquirió Schiaretti después del 1,8 millón de votos en la primera vuelta presidencial, en el Interbloque Federal le ven al gobernador mediterráneo potencialidad para convertirse en una voz potente del peronismo del futuro y capaz de disputar además con el ultra kirchnerismo, que representan CFK y Axel Kicillof.
Factor gobernadores
En simultáneo a esas oscilaciones en el Congreso en el ámbito del peronismo, en Juntos por el Cambio un nuevo factor se anticipa que tendrá protagonismo renovado. Se trata de la liga de los 10 gobernadores de la UCR y el PRO, líderes provinciales que son los únicos que todavía apuestan y mantienen la marca de Juntos por el Cambio. Según pudo saber Infobae, mañana se reunirán y tendrán entre las prioridades pedirle al futuro presidente una audiencia urgente.
En esa liga de Juntos por el Cambio están los radicales Gustavo Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy), mientras que por el PRO son Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio “Nacho” Torres (Chubut) y los provinciales Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis). Está en duda pero también podría sumarse Claudio Vidal (Santa Cruz), que ganó con apoyo de JxC aunque no integra la coalición opositora.
Entre las urgencias de los mandatarios -a excepción de Valdés asumen en 20 días- está el temor a no poder pagar los sueldos y aguinaldos apenas juren. Más allá de eliminar o no el Banco Central o dolarizar, a los mandatarios les importa qué dice Milei sobre la coparticipación y las transferencias para cubrir los gastos corrientes. Es un frente nuevo que también tiene un objetivo político: representar a los que gobiernan de JxC y evitar ser el furgón de cola de las decisiones y negociaciones de Mauricio Macri. Allí estarán los diputados y senadores que responden a ellos. Otra fuente posible de gobernabilidad.