Milei, Macri y Bullrich: una llegada tardía a pedido, 20 minutos de charla y una inminente toma de decisiones

La trastienda del encuentro de los tres protagonistas del “pacto de Acassuso” tras el triunfo del líder de La Libertad Avanza. Sobre qué hablaron y qué acordaron. Bullrichistas y libertarios, mezclados para festejar en el mismo búnker

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Javier Milei, Mauricio Macri, Patricia
Javier Milei, Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Luis Petri y Damián Arabia, reunidos en el búnker libertario (Foto @luispetri)

Javier Milei se reunió anoche apenas unos 20 minutos con Mauricio Macri y Patricia Bullrich en el piso 21 del Hotel Libertador, con unos 15 dirigentes como testigos. Hubo obvio clima de festejo, bromas, besos y abrazos. Quedaron en mantener un encuentro más extenso en las próximas horas, pero por primera vez hubo fotos y videos de los tres máximos protagonistas del “pacto de Acassuso” que apuntaló el impactante triunfo de La Libertad Avanza ante Unión por la Patria.

Los dos líderes del PRO llegaron recién cuando terminó el primer discurso que dio Milei, pocos minutos después de confirmarse su victoria ante Sergio Massa. Fue un pedido expreso del presidente electo: no quería compartir el escenario con nadie. Esa primera imagen siempre es importante para mostrar autoridad. “Le preguntamos qué quería hacer y pidió eso”, admitieron en el macrismo, donde valoraron el gesto de Milei de agradecer en público el apoyo del ex presidente y la jefa del PRO.

En los 20 minutos de charla, compartieron sus impresiones por el triunfo libertario, intercambiaron opiniones sobre la herencia económica que deja Massa y se acordaron de Cristina Kirchner. Cuando pase la euforia, está acordado que se sentarán para definir el nombramiento de funcionarios clave del gabinete libertario y cómo será la integración de los equipos en algunos ministerios. Cerca de Bullrich enfatizaron que “no hay nada cerrado” y que “el que decide es únicamente Javier”.

El saludo de Javier Milei con Mauricio Macri y Patricia Bullrich

Antes de la llegada de Macri y Bullrich, una avanzada de dirigentes bullrichistas se mezcló con sus pares libertarios en el salón del primer piso donde iba a hablar Milei. Antes se habían reunido en una confitería en la esquina de Córdoba y Carlos Pellegrini para ir juntos al Hotel Libertador: allí estuvieron Cristian Ritondo, Hernán Lombardi, Federico Pinedo, Damián Arabia, Martín Yeza, Alejandro Finocchiaro, Juan Curuchet, Cristian Larsen y Carlos Cortés, el histórico jefe de prensa de Bullrich.

En los largos minutos de espera en el búnker libertario se sumaron Diego Santilli, quien aportó más de 11.000 fiscales para el balotaje, aunque nunca explicitó su apoyo a Milei; Fernando Iglesias, el diputado más famoso de “los halcones”, y Alberto Fohrig, el coordinador de los equipos bullrichistas, que ayudará a integrar a los representantes del PRO y de La Libertad Avanza en las grillas ministeriales.

Recién bajado del avión, a último momento llegó para sumarse al encuentro de Milei, Macri y Bullrich el diputado nacional Federico Angelini, vicepresidente del PRO tan macrista como bullrichista, cuya tarea política en el balotaje fue decisiva para la fiscalización de los votos en Santa Fe, uno de los distritos clave del país donde el presidente electo le ganó a Massa por más de 10 puntos.

Cristian Ritondo, Hernán Lombardi, Federico
Cristian Ritondo, Hernán Lombardi, Federico Pinedo, Damián Arabia, Martín Yeza, Alejandro Finocchiaro y Juan Curuchet, entre otros, antes de visitar el búnker libertario

También apareció alguien de perfil bajo como Sebastián García de Luca, otro referente importante del bullrichismo porque, con Ritondo y Santilli, organizó el trabajo de los fiscales electorales en la provincia de Buenos Aires. Hasta hace pocos meses, García de Luca estaba alineado con Emilio Monzó, el operador “antigrieta” de origen peronista que en estos días estuvo muy cerca de Massa para sumarle apoyos políticos y armar un bloque legislativo autónomo de Milei.

Mientras tanto, en el salón donde se esperaba al gran ganador de la jornada, los militantes mileístas coparon el salón cantaron “Peluca Presidente” y “La casta tiene miedo” y luego, en medio del discurso del líder libertario, entonaron el famoso “Que se vayan todos”. Los bullrichistas, algunos curtidos en mil batallas políticas, sonreían sin darse por aludidos. Hubo charla al oído entre Yeza, diputado electo del PRO e intendente saliente de Pinamar, y el economista Darío Epstein, de estrecha confianza de Milei. En el mismo lugar confraternizaban con otros referentes bullrichistas Guillermo Francos y Guillermo Ferraro, futuros ministros del Interior y de Infraestructura del gobierno libertario, demostrando un vínculo que no parecía haber comenzado con el “pacto de Acassuso”.

Sólo unos pocos dirigentes del PRO dejaron de hacer sociales para probar los sandwiches y las empanadas que había en un salón contiguo para los invitados y periodistas. Todos coincidieron en que el catering era superior en cantidad y calidad al que hubo en el búnker de Juntos por el Cambio en las últimas dos elecciones. “Por eso perdimos”, bromeó un bullrichista casi sin dejar de masticar.

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