Javier Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich estuvieron juntos por primera vez luego del contundente triunfo que obtuvo el líder de La Libertad Avanza en el balotaje, convirtiéndose en el nuevo presidente de la Nación al superar por casi 12 puntos porcentuales a Sergio Massa.
Los protagonistas del pacto que fortaleció al libertario luego de las elecciones generales en las que había quedado segundo, 7 puntos abajo del hasta hoy ministro de Economía, celebraron juntos en el Hotel Libertador, sitio de la Ciudad de Buenos Aires elegido como búnker y residencia de las últimas semanas por el flamante presidente electo.
La confirmación de la presencia de los líderes del PRO llegó pocos minutos después del cierre de la votación, en medio de una jornada que siempre estuvo atravesada por los datos optimistas en torno a la performance del libertario. A lo largo del domingo electoral, distintos dirigentes del partido opositor iban expresando su voluntad de asistir al reducto de La Libertad Avanza, a medida que llegaban los números alentadores de las distintas mesas del país.
Los tiempos en el domingo del balotaje se adelantaron. La información oficial, prevista para las 21 horas, se conoció casi 50 minutos antes, cuando Sergio Massa hizo su aparición, pasadas las 20.10, en el Complejo C, admitiendo la derrota. Minutos antes, según el propio ministro de Economía contó, había conversado con Milei, reconociendo su triunfo y abriendo por primera vez los canales para iniciar una transición entre el actual gobierno y el candidato ganador.
La victoria de Javier Milei ratificó el éxito del llamado “Pacto de Acasusso”, como se conoció a la reunión que mantuvieron Milei, Bullrich y Macri, con el ex presidente como anfitrión en su casona de esa localidad bonaerense. Allí, a 24 horas de haber sufrido el cimbronazo de las elecciones generales que ubicaron primero a Sergio Massa, los líderes opositores reorganizaron rápidamente su estrategia, asentados en la idea de que, pese a ese circunstancial triunfo peronista, la voluntad de cambio esta vez era mayoritaria.
Los guarismos daban sustento a esa lógica. La Libertad Avanza de Javier Milei había conservado casi la totalidad del 30% logrado en las elecciones primarias, mientras que Juntos por el Cambio con la candidatura de Patricia Bullrich, había alcanzado un 23%. Macri, Bullrich y Milei, entendieron rápidamente que unir fuerzas los llevaría un triunfo. Esa estrategia se confirmó con claridad en el balotaje del domingo 19 de noviembre.
El éxito de aquella reunión superó, además, la fragmentación que sufrió Juntos por el Cambio luego de la decisión de Macri y Bullrich de pactar con Milei. La reacción lapidaria de parte de los partidos que integran el frente opositor, expresada fundamentalmente por un sector de la Unión Cívica Radical, agregó incertidumbre a ese espacio político. Sin embargo, el tiempo aquietó las aguas y tras la clara victoria de Milei se reordenarán las relaciones de fuerza dentro del espacio hasta hoy opositor.
Javier Milei será el próximo presidente de la Nación sin haber comprometido formalmente espacios para el ex presidente Macri ni para su ex ministra de Seguridad. Sin embargo, no hay dudas de que la alianza que posibilitó el triunfo electoral se trasladará a la gestión. Mauricio Macri jugó decididamente a favor de Milei, con apariciones públicas sin eufemismos, reclamando el apoyo al libertario.
En esas apariciones, el fundador del PRO prometió “ponerse a disposición” de Milei, ofreciendo “sus relaciones en el mundo” y su experiencia, luego de haber pasado cuatro años en la Casa Rosada, entre 2015 y 2019.
Macri fue, además, clave en el proceso de fiscalización que controló la victoria en las urnas del candidato libertario, con un despliegue en todo el país, pero que se observó con claridad en la provincia de Buenos Aires. Ese distrito explica en buena medida la victoria de Milei. Pese a ser una de las tres provincias en donde ganó Sergio Massa, la diferencia fue de apenas un punto, demasiada paridad para un tradicional bastión del peronismo.