Apenas dos años después de haber iniciado su carrera política como diputado, Javier Milei ganó hoy el balotaje con casi el 56% de los votos y se convirtió en el próximo presidente de Argentina. El líder de La Libertad Avanza se recuperó después de la derrota en las elecciones generales y finalmente obtuvo una victoria más holgada de lo esperada con más de 14 millones de votos. El libertario se impuso sobre Sergio Massa en 21 provincias, una performance incluso mejor que en las PASO, cuando había dado la primera sorpresa en el tablero político nacional.
La victoria de Milei se sustenta sobre la gran elección que hizo en la provincia de Buenos Aires. El libertario logró quebrar el amesetamiento que había sufrido en las elecciones generales y volvió a crecer en el distrito más importante del país: sumó el 49,2% de los votos, muy cerca de Massa, que confiaba su triunfo en ese histórico bastión. Fueron dos millones de votos más para el diputado en comparación con las elecciones de octubre en el conglomerado urbano más importante del país.
Milei arrasó en todo el interior de la provincia de Buenos Aires, pero los números de La Libertad Avanza fueron incluso mejores en el conurbano. Milei sacó el 45% de los votos en el corazón del peronismo y se impuso en ocho municipios, casi todos en zona norte, como San Isidro, Vicente López y San Fernando. Hasta ganó en Tigre, el distrito de su rival.
El triunfo de La Libertad Avanza se sustentó también en una buena performance en regiones clave, como el cinturón productivo del centro del país: ganó en todos los departamentos de Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. La ventaja de Milei fue abrumadora en Córdoba, donde cosechó casi el 75% de los votos. Sólo en esa provincia sumó casi un millón de votos más en comparación con las elecciones de octubre. El diputado también volvió a crecer en Santa Fe, llegó hasta el 63% y sumó otro medio millón de votos más. El libertario también retuvo el primer puesto en las provincias más populosas del Norte como Tucumán (52%), Salta (58%) y Chaco (50%), y ganó en toda la Patagonia.
Las caras largas en el búnker de Unión por la Patria están justificadas por los pobres resultados electorales. El conurbano bonaerense, el bastión inexpugnable del peronismo, se desinfló: Massa ganó con el 50,8% de los votos, una diferencia mucho menor de lo esperada. Perdió, además, en 10 provincias donde se había impuesto en las últimas elecciones generales, como Tucumán, Entre Ríos y Corrientes, entre otras. El crecimiento electoral que había sorprendido en octubre se desaceleró este domingo y su crecimiento estuvo por debajo de lo esperado en todas las provincias.
La proyección electoral del candidato oficialista no despegó: sumó menos de ocho puntos porcentuales desde el 36,8% que logró en las elecciones generales al 44,2% del balotaje. Los múltiples problemas económicos, los casos de corrupción que estallaron durante la campaña y el acuerdo entre Milei y Patricia Bullrich podrían ser algunos de los factores que explican su deterioro en las urnas. Milei, en cambio, aumentó su caudal electoral casi en 26 puntos en comparación de los comicios de octubre. El libertario incluso sumó en este balotaje más votos que lo que sumaron La Libertad Avanza y Juntos en las elecciones de octubre.
Ya con el resultado puesto, desde el búnker de La Libertad Avanza aseguraron que el acuerdo con Juntos fue importante porque facilitó la fiscalización en el conurbano bonaerense, el eje de la remontada de Milei. La Ciudad de Buenos Aires, el bastión fundacional del PRO, también hizo su aporte: Milei se impuso con el 57% y sumó allí 600.000 votos más que hicieron posible su sueño presidencial.
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