Con Sergio Massa derrotado, Cristina y Máximo Kirchner recluidos de la exposición pública, la figura del gobernador Axel Kicillof cobra peso y asoma como un potencial líder del peronismo en esta nueva etapa que se inaugura con la llegada de Javier Milei al poder. Lo avala haber sido reelecto con contundencia en los comicios de octubre y ser el referente político de la provincia que más votos le aportó a Unión por la Patria en la caída del oficialismo en el balotaje de este domingo.
En los primeros minutos de la madrugada de este lunes, el gobernador bonaerense felicitó al mandatario electo y ratificó su posicionamiento como emblema opositor de ahora en adelante.
“Hoy el pueblo argentino votó en paz y eligió a un nuevo presidente, Javier Milei, al que reconocemos y felicitamos”, señaló Kicillof en su cuenta de Twitter. Pero aclaró haciendo referencia a su triunfo personal en las elecciones generales: “También hoy (por ayer), la mayoría de los bonaerenses ratificó el proyecto reelecto en octubre, en favor de los derechos, de la producción, el trabajo y de un futuro mejor para todos. Seguiremos trabajando para honrar ese compromiso asumido con el pueblo de la Provincia por los próximos 4 años”.
“A 40 años de la recuperación de la democracia, también quiero ratificar nuestro juramento de respetar y hacer respetar la Constitución nacional, la de nuestra provincia y nuestro compromiso irrestricto con la memoria, la verdad y la justicia”, concluyó el mensaje marcando distancia con La Libertad Avanza.
Kicillof se impuso en octubre con un contundente triunfo, por casi 20 puntos de diferencia contra sus competidores. Envalentonado con el caudal de votos aportados al oficialismo, encabezó en el territorio el último tramo de la campaña de cara a la segunda vuelta.
En Unión por la Patria daban por sentado que iban a imponerse nuevamente en la provincia de Buenos Aires. El objetivo era agrandar la diferencia, sobre todo en el conurbano donde históricamente se hizo fuerte el kirchnerismo y donde a la vez el macrismo y las ideas del líder libertario generan mayor rechazo. Sin embargo, con el 99% de las mesas escrutadas, el oficialismo sacó menos de dos puntos de diferencia: UxP 50,73% - LLA 49,26%.
El ex ministro de Economía será uno de los 9 gobernadores peronistas que dejaron estas elecciones para la etapa 2023-2027. Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego), será el resto de la tropa opositora durante la gestión del libertario.
Pero además, será la primera vez en más de 20 años -desde el retorno de la democracia- que el gobernador bonaerense y el presidente de la Nación serán de distinto signo político. La última vez fue en 1999 con Fernando de la Rúa y Carlos Ruckauf. Ambos administraron sus respectivos poderes ejecutivos hasta el estallido de diciembre de 2001. Luego de la salida del exmandatario de la Alianza, en enero el referente peronista renunció a la gobernación para asumir como ministro de Relaciones Exteriores de Eduardo Duhalde.
La anterior experiencia había ocurrido en los últimos dos años de mandato de Raúl Alfonsín. Durante la etapa más crítica del dirigente radical gobernó el territorio bonaerense Antonio Cafiero, quien asumió en 1987 en reemplazo de Alejandro Armendáriz. En esta oportunidad tampoco llegó a haber dos años de convivencia entre un presidente y un gobernador de distinto signo político: Alfonsín dejó el Poder Ejecutivo Nacional en julio del ‘89 y Cafiero continuó al frente de la provincia dos años más con Carlos Menem de presidente.
Por estas horas reina el desconcierto en Unión por la Patria y sobre todo en la Gobernación sobre cómo se readaptará Kicillof a administrar una provincia que necesita de la inyección de los fondos nacionales frente a un presidente que prometió un brutal ajuste fiscal y que ya lo tiene señalado como enemigo político.