Son tres líderes del PRO que quedaron afuera del balotaje, pero no tanto. Mauricio Macri y Patricia Bullrich pactaron con Javier Milei y se comprometieron tanto con su candidatura que suenan cargos y espacios de poder importantes si el libertario llega a la Casa Rosada. Horacio Rodríguez Larreta, derrotado en las PASO, tomó distancia de sus pares partidarios tras anunciar que no apoyará a Milei ni a Sergio Massa, pero desde el lunes imagina una nueva oportunidad, desde plantarse como el gran opositor de un gobierno de La Libertad Avanza hasta escuchar una eventual oferta del candidato oficialista en caso de que este domingo la alegría tenga los colores de Unión por la Patria.
Macri y Bullrich hicieron una fuerte apuesta final por Milei en el cierre de la campaña: el ex presidente apareció por TV con una enfática apelación a sus votantes a elegir al libertario, mientras que la jefa del PRO gestó una aparición sorpresa al lado del candidato de La Libertad Avanza en Córdoba.
Ese compromiso de los líderes del PRO disimuló las tensiones desatadas entre sus propios dirigentes y sus colegas libertarios para fiscalizar las elecciones. En muchos distritos, los operadores de La Libertad Avanza frenaron a los referentes del PRO que buscaban ayudar con la tarea de los fiscales. Incluso aparecieron sospechas sobre el papel de un referente mileísta a cargo de la fiscalización en un poderoso distrito electoral: “Parece más un operador de Massa”, deslizan en las cercanías de Macri.
Aun así, hubo alivio en ambos campamentos cuando el ex mandatario visitó el lunes a Milei en el Hotel Libertador para confirmarle que podía cumplir una parte de la promesa que le había hecho: dicen que consiguió una cifra millonaria para financiar el operativo de fiscalización en todo el país. La versión que circula es que, en realidad, había prometido el doble y como no lo logró, el candidato libertario le hizo sentir el rigor: por eso no hubo dirigentes del PRO invitados al debate presidencial en la Facultad de Derecho de la UBA. El aporte económico considerado clave para controlar los votos fue fruto de la tarea del empresario Eduardo Bastitta, cercano al ex presidente y uno de los más firmes aliados de Milei en ese mundo. Fiscalizar bien en todo el país representa unos 5 millones de dólares.
Ahora, mientras Macri y Bullrich meditan si irán o no al búnker mileísta en el Hotel Libertador, entre libertarios y “halcones” del PRO circulan insistentes trascendidos sobre cómo avanzaría el pacto de sus líderes si La Libertad Avanza se impone en el balotaje. Por ejemplo, que en un gobierno libertario habrá lugar para figuras cercanas al ex presidente como Federico Sturzenegger, Guillermo Dietrich, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre, por ejemplo. Y que el ex mandatario estaría muy interesado en sugerir el nombre del futuro titular de la AFIP, aunque Milei preferiría alguien no tan identificado con Macri, como Leandro Cuccioli, quien ya ocupó ese puesto desde abril de 2018 hasta el final del mandato de Cambiemos. Otro destino que se le complicaría a Macri en un eventual gobierno libertario es el Ministerio de Justicia: en mundo “halcón” hablan del regreso de Germán Garavano, aunque Milei preferiría a Mariano Cúneo Libarona, el abogado con nexos en la estructura judicial.
De todas formas, la versión de mayor impacto involucra a Bullrich: Milei analizaría elegirla como su jefa de Gabinete. Sería un gesto para reforzar el vínculo con el electorado del PRO y un reconocimiento del libertario a la “capacidad de gestión” de la ex ministra de Seguridad, además de una admisión de uno de sus puntos débiles: no tiene en su entorno una figura con tanta experiencia en el Estado. En el bullrichismo aseguran que no saben nada. Hasta ahora, el candidato para ese cargo era Nicolás Posse, un ingeniero que trabajó en Corporación América, el grupo del empresario Eduardo Eurkenian.
En la dirigencia opositora tienen la sensación de que Macri y Bullrich ya no son lo mismo, aunque hayan apostado en sintonía para el balotaje, y que tienen una relación distinta con Milei. Por eso, se afirma, mantienen conversaciones por separado con el candidato de La Libertad Avanza. Si los “halcones” ya no funcionan en bloque se debe a que en la campaña tras las PASO Macri coqueteó con Milei y Bullrich no se lo perdonó, ni pública ni reservadamente. Allí, sostienen desde los entornos de ambos, se agrietaron lazos de confianza que la actual sociedad con el libertario aún no recompuso.
Desde el campamento de las “palomas” del PRO, por su parte, se admite que Rodríguez Larreta se mantiene firme en su decisión de quedarse en la oposición gane quien gane en el balotaje. Al igual que María Eugenia Vidal, interpreta que si triunfa el candidato libertario y Macri y Bullrich oficializan un cogobierno con él, se tornará irreversible la ruptura en el PRO, algo que ya se produjo de hecho cuando el ex presidente y la jefa partidaria pactaron con Milei en secreto y de manera inconsulta.
El jefe de Gobierno y la ex gobernadora bonaerense anunciaron que no apoyarán a Milei ni a Massa. Sin nombrar a los candidatos, a pocos días de las elecciones generales se expresaron en una similar sintonía los gobernadores electos del PRO Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut), al igual que sus colegas de Juntos por el Cambio Alfredo Cornejo (Mendoza), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Carlos Sadir (Jujuy) y Leandro Zdero (Chaco).
Entre los intendentes del PRO, la sorpresa la dio en estas últimas horas el intendente de la ciudad bonaerense de Campana, Sebastián Abella, quien jugó con el larretismo en la interna opositora y anunció que votará a Massa: “El domingo los argentinos vamos a optar entre dos opciones muy distintas. Desde mi rol de intendente, elijo a un dirigente con experiencia, volumen político y respeto por la democracia argentina. Por eso, este domingo voy a votar a Massa”, dijo en la red social X.
Más allá de su voto, Larreta quedó nuevamente en el medio de versiones que consignaban que Massa ya le había hecho una oferta para integrar el famoso “gobierno de unidad nacional” en caso de que gane este domingo. Es conocida la vieja amistad entre ambos, pero, a la vez, la decisión del jefe de Gobierno de criticarlo y tomar distancia de él por su alianza con Cristina Kirchner y La Cámpora.
Cerca de Larreta aseguran que no recibió ninguna propuesta de Massa, contrariamente a lo que el propio candidato oficialista les dijo a un grupo de empresarios, y advierten que si se formaliza no la aceptará. Aun así, el alcalde porteño estuvo hablando del tema con algunos amigos de la política y entre ellos hubo quienes le aconsejaron que aceptara una eventual oferta de integrar el gabinete massista. “Tu fuerte es la gestión y tenés que reinventarte desde ese lugar”, le dijeron.
Quienes conocen a Larreta están convencidos de que si se concreta esa oferta, dirá que no. En realidad, ya lo dijo el 15 de octubre: “No hay ninguna posibilidad de que yo integre el gobierno kirchnerista”, aseguró tras anunciar que no apoyaría a Milei ni a Massa. Dirigentes de JxC que dialogan seguido con el candidato de Unión por la Patria creen que cambiará de opinión. Para eso, de todas formas, Massa debe ganar el balotaje. Y sobre ese resultado nadie arriesga hoy un pronóstico. Tampoco sobre cómo resultará la reinvención política de los 3 principales líderes del PRO.