Con la experiencia de haber integrado el ministerio de Economía durante casi todo el Gobierno de Raúl Alfonsín, y conocedor a fondo del peronismo, el sociólogo argentino Juan Carlos Torre dio su mirada sobre el balotaje presidencial del próximo domingo, caracterizó tanto a Sergio Massa como a Javier Milei, y también analizó la situación de la democracia en el país, a 40 años del final de la dictadura militar.
En una extensa entrevista con el diario El País de España, Torre, quien publicó varios ensayos sobre el peronismo, aseguró que Argentina vive “un episodio extraordinario” ya que “tiene un candidato a presidente que es un ministro de Economía de la economía inflacionaria y a su rival que invita a dar un salto a lo desconocido, porque su mérito es no haber hecho nunca nada”.
En ese escenario, el sociólogo fue contundente: “Es una elección entre un trapecista y un ilusionista que vende la pócima de la felicidad”, afirmó, aunque aclaró que “lo que tenemos por delante es un espectáculo que no termina el domingo”.
“Tenemos por lo menos para dos años o tres años para que se defina el nuevo rostro político de Argentina. Ahora estamos en una suerte de vértigo y hay que esperar a que se acomode, para bien o para mal. Néstor fue elegido en 2003 y recién fue él mismo en 2005, le llevó un tiempito tener una tropa propia, disciplinar y sacarse de encima la presencia encumbrante de su padrino [Eduardo Duhalde]”, recordó.
Según Torre, si gana Massa, tendrá “un desafío shakespeariano, desembarazarse de su madrina [Cristina Fernández de Kirchner]”, mientras que si Milei es electo presidente, deberá lidiar con la presencia de Mauricio Macri, con quien pactó tras haber quedado en segundo lugar en las elecciones generales del 22 de octubre, cuando rozó los 30 puntos.
“Le dicen que le pueden echar una mano con los fiscales, para armar el Gabinete y Milei, su hermana Karina se preguntan: ‘¿Estos tipos se quieren quedar con nosotros?’ Milei le pregunta a Conan, que es su perro muerto. Ver a un presidente llegando a la Casa Rosada con sus cuatro perros es una ópera cómica, pero hay argentinos a los que no les importa. En el debate uno se mostró muy profesional y el otro poco competente, pero había gente que decía ‘Milei es muy sincero, no miente, muestra sus fragilidades’.
El sociólogo dijo que, si se lo compara con otras situaciones en el mundo, como en el Reino Unido, donde el partido conservador puede perder debido al aumento del costo de vida, “Argentina no se entiende nada”, porque el candidato más votado en las elecciones generales fue “un ministro de Economía de una economía inflacionaria”. Según Torre, “eso nos dice que el voto acá no es sobre una preferencia de políticas, sino que es un voto que moviliza identidades y acá tenemos una identidad muy fuerte que se llama peronismo. Además, también hay una campaña muy bien hecha”.
“Él (por Massa) dice: ‘Los que vienen son peor y vienen a sacarles todo lo que ustedes tienen. Es verdad que hay muchas dificultades, que falta mucho, pero yo estoy aquí para protegerlos frente a un candidato que quiere arrasar con todo’. Logró instalar esta idea de que Milei viene a terminar con todo y efectivamente Milei dice: ‘Voy a terminar con todo porque esto es un desastre y ustedes son los responsables número uno de este desastre’. Y con ese discurso activa el fervor de gente que en su momento votaba al peronismo”, afirmó.
El presente y el futuro del peronismo, y qué puede pasar con Massa y con Milei
Torre ha dedicado buena parte de su trayectoria intelectual a analizar el peronismo. Entre otras obras, ha publicado El 17 de octubre de 1945 y Los años peronistas. El año pasado, su nombre volvió a estar en el centro de la escena política cuando la vicepresidenta Cristina Kirchner le regaló a Alberto Fernández para su cumpleaños el libro “Una temporada en el quinto piso”, obra en la que el sociólogo hace un detallado recorrido de la gestión de Raúl Alfonsín y las sucesivas caídas de Bernardo Grinspun y Juan Vital Sourrouille como ministros de Economía entre 1983 y 1989.
En la entrevista con el diario El País, Torre afirmó que “la política argentina se vertebró sobre una consigna: los peronistas nunca van a votar a un candidato no peronista. ¿A qué peronista van a votar? A cualquiera. A uno menemista, a uno chavista, al que sea peronista”. De todas formas, dijo que en el actual proceso electoral, la novedad es que “esa consigna se ha comenzado erosionar porque hay peronistas que han votado por Milei. Hay gente que está muy mal y lo vota por su gesto de rebeldía. Los desertores del peronismo son un fenómeno nuevo”.
“Ser peronista es una lealtad tan fuerte como la de una fe religiosa o la fidelidad de un equipo de fútbol. Nosotros somos de Boca perdiendo o ganando, somos católicos y vamos a levantar un muro contra los pentecostales. Los peronistas se sienten peronistas, pero ese sentimiento no tiene el magnetismo que tuvo durante muchos años y ahora hay otra música a la que muchos son susceptibles, que es la de ‘que se vayan todos’, sostuvo.
Respecto del candidato de Unión por la Patria, Torre dijo que Massa aún no tiene capital político para, en caso de ganar, implementar las reformas que crea necesarias. “El capital político es el producto de una trayectoria y él tiene que desembarazarse de Cristina. Entonces será otro Massa. Mi hijo el otro día decía que esta es una elección entre un mentiroso compulsivo y un delirante. Exacto. Sabemos que es un gran profesional político, un oportunista y que tiene una voluntad de fierro, se levanta y reemerge, pero necesita un aura como Menem, ese “síganme que no los voy a defraudar”. Para hacerlo se tiene que desprender de la sombra de Cristina, pero no va a ser fácil”, explicó.
Asimismo, dijo que no cree que una derrota implique el final político del actual ministro de Economía. En ese caso, analizó Torre, “va a buscar a Cristina, va a ser simplemente la derrota de una batalla, la pelea continúa. Y si pierde Milei, va a ir a buscar a Macri. Cristina y Macri siguen ahí, obturando el futuro”.
La situación de la democracia en Argentina
Torre también fue consultado durante la entrevista sobre si creía que la democracia argentina estaba en riesgo, en medio de definiciones políticas de La Libertad Avanza que ponen en tela de juicio varios de los consensos conseguidos en las cuatro décadas desde el final de la dictadura militar.
“Los 40 años de democracia están siendo desafiados y las democracias se salvan cuando son desafiadas. Es mejor que la desafíen porque entonces se va a mover si tocan esa fibra. Acá la dictadura ha sido derrotada, no hay países en América que puedan exhibir esto, Pinochet no fue derrotado, acá sí, los militares tuvieron que irse, afirmó Torre.
Pese a afirmar que “el mayor logro es haber llegado hasta acá y haber sobrevivido a muchos desafíos, a la hiperinflación, a tentativas de golpe, a la conflictividad” y que “el camino democrático no se abandonó”, el ex funcionario alfonsinista advirtió que “la democracia no son simplemente libertades, es una plataforma para que con libertades la gente viva mejor y hay un déficit de bienestar”.
“Aún así, en estos 40 años de democracia hubo momentos felices. Menem inventó un truquito, “un dólar, un peso”, con el que la gente viajó por el país. En el momento de Néstor y Cristina, la gente pudo aspirar a un mejor futuro para sus hijos. Esos momentos de felicidad hacen que se active la pregunta de “y si volvemos a eso?” y así se plantean políticas más de restauración que de transformación. No se puede, los tiempos han cambiado, pero esos momentos felices del pasado son quizás un insumo que alimenta todavía la confianza en la democracia”, analizó.
“Se dice que el deterioro económico puede ser fatal por una joven democracia, pero es una frase que depende de la alternativa. Si la alternativa es una dictadura como la que tuvimos, entonces la democracia tiene margen para seguir caminando. Es una democracia by default, no por el entusiasmo que genera sino por el espanto que produce la alternativa. Mientras siga jugando ese partido, la democracia quizás va a generar los reflejos para enfrentar dificultades o experiencias insólitas como la que estamos viviendo”, concluyó.