A pocos días del balotaje, reapareció Máximo Kirchner. Desde que estalló el escándalo en Marbella con Martín Insaurralde, su socio político en la construcción territorial del peronismo bonaerense, el dirigente de La Cámpora bajó el perfil y no se mostró públicamente en las victorias del gobernador Axel Kicillof y de Sergio Massa del pasado 22 de octubre. Ayer, esa decisión pragmática tuvo un impasse: el diputado nacional se reunió con los intendentes reelectos de Malvinas Argentinas, Leo Nardini y de Escobar, Ariel Sujarchuk, que difundieron una foto con el hijo de la Vicepresidenta.
“Nos reunimos con el presidente del PJ Bonaerense Máximo Kirchner, de cara al balotaje electoral, para contarle el trabajo militante desplegado en nuestros territorios y desarrollar la agenda de lo que se viene. Convencidos de la importancia de que Sergio Massa sea el próximo presidente y de que tenemos que continuar trabajando para mejorarle la vida a la gente”, publicaron en sus redes sociales Nardini y Sujarchuk.
Ambos jefes comunales integran el armado que conduce el presidente del PJ bonaerense. Máximo Kirchner había tenido una escasa visibilidad pública en el proceso electoral de octubre. Sobre el cierre de la campaña, estos dirigentes quisieron enviar un mensaje de trabajo electoral conjunto ante el incierto escenario del próximo 19 de noviembre.
Nardini ya forma parte del gabinete de Axel Kicillof como ministro de Infraestructura. Llegó después de la derrota por la crisis de las PASO legislativas de 2021 y cuyas esquirlas alcanzaron a la estructura de poder del gobierno bonaerense. Sujarchuk estuvo al frente de la Hidrovía y, con la llegada de Massa a Economía, tuvo un breve paso de la secretaría de Economía del Conocimiento. Esta semana, había visitado en Casa Rosada al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en compañía del embajador en España, Ricardo Alfonsín.
Entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof hay un vínculo político tirante, tras una serie de desacuerdos políticos y estilos de conducción diferentes. Sin embargo, el gobernador cuenta con un poder gravitatorio propio por su caudal electoral y expresó rápidamente un enfático apoyo a Sergio Massa para que pueda ganar el balotaje, con la ayuda del acompañamiento bonaerense. Muchos intendentes también están en esa tarea y salieron a la búsqueda del voto, con diferentes estrategias.
Kirchner y Kicillof no comparten actividades públicas desde el 7 de octubre, cuando recorrieron Bajo Flores y La Matanza. En medio de la contienda electoral, ambos tuvieron un cortocircuito público acerca de cuál sería la “nueva canción” que deberá entonar el peronismo para lo que se viene. La intendenta de Quilmes y camporista, Mayra Mendoza, abonó a esa tensión cuando dio a entender que el gobernador “jugaba solo”, durante una entrevista con Infobae.
En los últimos días, el dirigente de La Cámpora se involucró en la causa por espionaje que se tramita en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi, y en la que pidió ser querellante. La investigación apunta también al camporista y subdirector de AFIP, Fabián “Conu” Rodríguez, uno de los militantes cercanos a su entorno.
Después del domingo, habrá un reordenamiento de fuerzas dentro del peronismo bonaerense.
Por un lado, varios intendentes colaborará estrechamente con Kicillof para el segundo de su mandato de gestión. Se trata de los jefes comunales de la región capital. Al regreso de Julio Alak en la capital provincial, se suma el respaldo de Mario Secco de Ensenada y Fabián Cagliardi de Berisso. En un acto del lunes pasado en La Plata, Secco fue el más enfático en la defensa al mandatario: “No nos encolumnamos detrás de cualquiera, nos encolumnamos detrás del gobernador que puso de pie a la Provincia. Acompañamos a aquel que nos dio una victoria contundente en la provincia”, dijo.
Otros intendentes como Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y de La Matanza, Fernando Espinoza, están dentro del grupo de los jefes comunales afines. Ambos quedaron relegados de los lugares expectantes para la Legislatura bonaerense. La Cámpora y el entonces Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, garantizaron los primeros lugares para el Frente Renovador y los propios.
El kirchnerismo, en cualquier escenario, conservará poder propio en la provincia de Buenos Aires. Además de la conducción de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense y su alianza con intendentes no camporistas como Nardini y Sujarchuk, la agrupación cristinista tendrá influencia directa ya no solo con nuevos representantes legislativos, sino a raíz de las victorias conseguidas en municipios como Suipacha, Mercedes, Hurlingham, Colón, Carmen de Areco, Brandsen, Azul, Lanús, Quilmes, Rosales, Bahía Blanca y Olavarría.
Hasta que se defina la elección nacional, todas las internas del peronismo seguirán cajoneadas.