El acuerdo que Mauricio Macri y Patricia Bullrich sellaron con Javier Milei tras las elecciones generales del pasado 22 de octubre, cuando el candidato de la Libertad Avanza terminó segundo detrás de Sergio Massa y accedió al balotaje presidencial, dejó varios “heridos” y desencantados en Juntos por el Cambio, la fuerza que apostó a la ex ministra de Seguridad que terminó en tercer lugar en aquellos comicios.
Uno de los más férreos detractores de aquel pacto fue el ex ministro de Cultura de la gestión de Macri en la Nación, Pablo Avelluto, quien rápidamente hizo públicas sus críticas a ese acuerdo electoral. Incluso, el exfuncionario protagonizó varios cruces en redes sociales con algunos dirigentes con los que, incluso, compartió Gabinete, y hasta había pedido públicamente la renuncia de Bullrich a la presidencia del PRO.
Ahora, el exfuncionario publicó una columna de opinión en el diario El País de España en la que, bajo el título “El pactito feo”, hace un recorrido por la historia del PRO y vuelve a dejar en claro sus críticas tanta para con Macri como para Bullrich.
“Había una vez un partido político que soñaba con encarnar la modernidad política y económica largamente pospuesta de la Argentina. Un partido urbano, nacido en la ciudad de Buenos Aires, que se ubicaba en el centro del espectro ideológico. Abierto y plural, parecía más centrado en la construcción del futuro que en la perenne discusión sobre el pasado. Visto con ojos españoles, aquel partido era más cercano en términos generacionales a la versión original de Ciudadanos que al viejo PP”, comienza la columna de Avelluto.
Tras afirmar que el partido, fundado por el propio Macri en 2003, “llegó a su apogeo en 2015 cuando junto al radicalismo y otras fuerzas políticas triunfó en las elecciones nacionales”, Avelluto dijo que el PRO “dejó de existir durante la noche del lunes 23 de octubre pasado, en la casa del expresidente Macri”. Aquella noche quedó sellado el acuerdo entre el sector de Juntos por el Cambio representado por Macri y Bullrich con el candidato presidencial de La Libertad Avanza.
Más allá de aquel hecho que se dio tras las elecciones generales del 22 de octubre, Avelluto asegura en su nota de opinión que “la historia del abrazo del Pro a la ultraderecha argentina se había iniciado tiempo antes”, puntualmente, tras la derrota electoral de Macri en 2019, cuando fracasó en su intento de lograr la reelección. Tras ese hecho, Patricia Bullrich asumió la presidencia del PRO lo que, según el ex ministro de Cultura, ese partido, “que había soñado alguna vez representar las aspiraciones de progreso y transformación de la mayoría de los argentinos se transformó a partir de ese momento en un partido de derecha clásico y vetusto”.
En su nota, Avelluto también hizo un recorrido por la historia política de Bullrich que, dijo, “comenzó a principios de los años 70 y tuvo peripecias que justificarían por sí mismas una novela de aventuras. Pasó de la militancia revolucionaria en la violenta izquierda peronista a posiciones marcadamente conservadoras a lo largo de un arco histórico de medio siglo. Su última escala, el Pro, atravesó bajo su liderazgo un giro radical”.
“La prioridad pasó a concentrarse de manera obsesiva en un único objetivo vital: la destrucción total y definitiva del kirchnerismo, “lo peor que le pasó al país”, según las palabras de la propia Bullrich”, agrega.
La campaña electoral entre “halcones” y “palomas” y el acercamiento con Milei
Avelluto también repasó lo que fue la campaña electoral de Juntos por el Cambio, que enfrentó a Bullrich con Horacio Rodríguez Larreta, y dijo que el acercamiento con Javier Milei comenzó hace ya algunos años.
“Poco y nada de aquella voluntad de modernidad quedó en pie. Bajo el nuevo liderazgo el PRO abrazó la causa del orden, la seguridad y la represión de los piquetes callejeros que obstaculizan el tránsito. Desde 2020 fue habitual escucharla elogiar al ascendente Milei. Los seguidores de Bullrich comenzaron entonces a trazar una distinción “moral” entre los militantes y dirigentes del Pro. Por un lado, estaban los “halcones”. Por el otro, las “palomas”. Los primeros sentían que en sus manos estaba la misión de liderar la recuperación de la República y las instituciones frente a las trapisondas y los abusos de su némesis, el kirchnerismo. Las aves rapaces consideraban a sus plumíferos rivales internos como tibios, negociadores, dialoguistas y ajenos al proyecto restaurador que comenzaron a encarnar con entusiasmo”, afirma.
Según el exfuncionario, tras su “contundente triunfo” en la interna y “convencida de lo inevitable de su triunfo en las presidenciales, el discurso público bullrichista profundizó el viraje ideológico del ya no tan nuevo partido. Rodeada de políticos conservadores, la jefa parecía ir en la dirección de moda. Pero el extravagante Milei con sus gritos y su intolerancia terminó resultando un producto mucho más atractivo y creíble para el mismo segmento del electorado al que Bullrich prometía fuerza y orden”.
Avelluto afirma que muchos de los que se incorporaron al PRO desde fuera de la política lo hicieron “atraídos por aquella agenda que incorporaba sin culpas ni remordimientos distintas causas progresistas como la defensa de las minorías sexuales, la defensa del ambiente y la despenalización del aborto” combinada con el rechazo al populismo. Sin embargo, afirma, “el pacto incondicional, más parecido a una rendición que a un acuerdo político, entre Macri, Bullrich y buena parte del Pro con el pequeño Bolsonaro argentino, hizo que muchos nos sintiéramos atrapados y decidiéramos reflexionar acerca de nuestros límites políticos”.
“¿Hasta dónde podía llevarnos el deseo obsesivo de derrotar nuevamente al peronismo? ¿Todo vale? Los valores encarnados por Milei y su partido son opuestos a los del Pro. Aquella identidad, que fuera diseñada pacientemente por Marcos Peña, el joven político y estratega que fue hasta 2019 la persona de mayor confianza de Macri, había cambiado de manera violenta”, continúa.
Según Avelluto, la alianza de Macri y Bullrich “con la ultraderecha resulta inadmisible e indefendible”. Según advierte, el PRO, con ese acuerdo, “se ha convertido en el furgón de cola de la expresión más bizarra de la ola de populismo global inspirada en Trump, Orban, Vox o Meloni, entre otros socios del mismo club”.
“Sea cual fuere el resultado de las elecciones del 19 de noviembre, el Pro ya habrá dejado de existir. Al menos tal como lo conocimos quienes lo integramos y lo vimos crecer y morir”, afirma contundente Avelluto al final de su columna en el diario español.
Y cierra: “Cuando se acerque el final del domingo próximo, algunos antiguos compañeros de ruta habrán encontrado su justificaciones para votar por Milei y convertirse en oficialistas de su Gobierno si triunfa. Otros habrán votado por su contrincante Sergio Massa, responsable de haber llevado al país a las puertas de la hiperinflación y al subsuelo a todos los indicadores sociales y económicos del país. Por último, estaremos los que no habremos votado a ninguno de los dos al introducir un sobre vacío en la urna, indiferentes ante la victoria de uno u otro y sabiendo que estaremos en la vereda de enfrente de cualquiera de los dos. Algunos dicen que se trata de cobardía, traición, tibieza, arrogancia o irresponsabilidad. Pero otros lo llamamos convicciones.
Los cruces de Avelluto con integrantes del PRO
Tras hacer pública su posición contra la alianza con Javier Milei, Avelluto tuvo varios cruces públicos con algunos miembros del PRO, como Cristian Ritondo y Alejandro Finocchiaro.
Ritondo fue uno de los primeros dirigentes que respaldó el acuerdo electoral de cara al balotaje. “Nuestro apoyo a Javier Milei es sin condicionamientos; si es elegido vamos a aportar a la gobernabilidad”, había señalado Ritondo. “En el país debe haber un cambio después de 20 años en los cuales, sacando el gobierno de Macri, la Argentina viene de un retroceso violento con aumento constante de la inflación, de la pobreza, de la inseguridad, de caída en la educación”, indicó.
Enseguida, Avelluto salió al cruce del presidente del bloque de Diputados del PRO. “Nuestro apoyo es sin condicionamientos”. Ok. No es un acuerdo, es solo sumisión. La rendición es total. #NoEnMiNombre”, escribió en la red social X.
El también legislador nacional Alejandro Finocchiaro salió en defensa de Ritondo, y se sumó a las a la confrontación. “Pablo Avelluto querido, fuimos compañeros de gabinete y nunca te vi tan firme en cosa alguna. Cristian Ritondo, lejos de la sumisión, lideró la oposición legislativa en tiempos difíciles, sin flaquear nunca”, escribió en su cuenta de X. Y sentenció: “No seas como la monja que deja los hábitos y habla mal del convento. Abrazo”.
La respuesta de Avelluto no tardó en llegar. “Querido Alejandro Finocchiaro. No estoy discutiendo el pasado de Cristian Ritondo, ni de nadie. Pero sí discuto las actitudes tomadas desde el 22/10″, explicó.
“Jamás imaginé ver un ‘apoyo incondicional’ a la ultraderecha por parte de dirigentes de mi partido. Pensé que estábamos en contra de eso”, cerró.