La relación entre Mauricio Macri y Javier Milei es muy personal. No tienen intermediarios, se manejan por línea directa y son herméticos en sus comunicaciones. Pocas personas de sus entornos conocen cuándo hablan y muchos menos saben cuál es el contenido de sus diálogos. Se conocieron personalmente por intermedio de Patricia Bullrich a principios del año pasado, cuando por entonces la ex ministra de Seguridad tenía un vínculo más frecuente con el libertario.
El economista quedó cautivado por el ex Presidente y se ganó su confianza por hacer lo que Macri espera de todos sus leales: que reivindique su Gobierno y venere su liderazgo. Esas bases rigen una relación que se afianza día a día y que puede representar la centralidad política de los próximos años.
Ayer hubo un nuevo capítulo. Macri visitó a Milei a sus oficinas de campaña. En otro gesto de avenencia, el ex Presidente jugó de visitante y se acercó al Hotel Libertador, donde el candidato a Presidente de La Libertad Avanza mudó temporalmente su residencia e instaló su búnker político. Allí vive, en una cómoda habitación del piso 21, y se reúne con su equipo y un grupo selecto de invitados en el primer piso, donde montó una especie de despacho para que trabaje su equipo electoral.
Macri siempre es local en su reuniones. Es una forma de ejercer el poder: él recibe a quienes le piden verlo (o a quienes necesita ver). A lo sumo, se acerca a lugares neutrales. Pocas veces oficia de huésped. Es uno de los hombres más poderosos del país y lo hace notar con ese tipo de gestualidades. De hecho, el ya famoso “Pacto de Acassuso” en el que el líder del PRO y el candidato libertario sellaron un acuerdo político de apoyo hacia el balotaje fue, justamente, en la residencia de Macri en esa localidad del partido de San Isidro.
Sin embargo, ayer fue el ex Presidente quien jugó de visitante. “Hoy esa foto y esa noticia le sirve más a Macri que a Javier (Milei)”, ponderó uno dirigente de la mesa chica de La Libertad Avanza. Los libertarios tienen simpatía por el ex Jefe de Estado, aunque vieron con cierto recelo el desembarco abrupto del macrismo y el bullrichismo en las lides de su espacio, a tan pocos días del balotaje. “Nosotros venimos laburando hace dos años con Javier, la verdad que no da que vengan ahora a querer explicarnos todo después de que ellos se quedaron afuera”, aguijoneó otro operador político que orbita el armado de Milei.
Son pequeños cortocircuitos que aún perduran luego del pacto entre Macri y Milei. Esos desencuentros se reflejaron, sobre todo, en la coordinación del esquema de fiscalización. Los jefes de La Libertad Avanza le marcaron la cancha al PRO y aclararon que el operativo lo conducirán ellos y que requerirán puntualmente lo que necesiten del partido del ex Presidente y de Bullrich. “Nosotros les dijimos que no venimos a coparles la parada, sólo estamos para ayudar en lo que nos pidan”, sostuvo ante Infobae un referente político ligado a Macri que mueve hilos para la fiscalización del postulante libertario.
Macri sospecha que Sergio Massa, hoy su némesis política, hará uso del aparato peronista para desbalancear el escrutinio. Piensa que Milei debe tener una fiscalización óptima para ganar la elección. Al mismo tiempo, busca ordenar a su tropa y evitar que haya roces con los libertarios. Por eso, ayer se acercó al Hotel Libertador, en Maipú y Córdoba.
El operativo de fiscalización ocupó buena parte de la conversación, además de las repercusiones del debate del domingo pasado. Macri y Milei ordenaron el esquema, repasaron el estado de situación de los equipos a cargo de la parte operativa y logística. El libertario pretende que su gente tenga las riendas del proceso para fiscalizar y que el PRO sea soporte. El ex Presidente lo escuchó, hizo sugerencias y movió sus hilos.
“Recibí un par de llamados entre ayer y hoy de gente del PRO que parece que recibieron una bajada de línea de arriba”, le dijo a Infobae un dirigente libertario de la provincia de Buenos Buenos Aires. “Ustedes lideran, hagan lo que les parezca. Estamos para acompañar”, agregó la misma fuente con respecto a un intercambio que tuvo con un referente bonaerense del partido de Macri.
Patricia Bullrich también refuerza líneas en ese sentido. Esta tarde convocó a una reunión en un salón de Colegiales, en Conesa 1127, para reforzar la idea de la “importancia de fiscalizar las próximas elecciones”. Bajo el lema “fiscales por el cambio y la libertad”, la ex candidata a Presidenta dará unas palabras a los militantes y fiscales, hablará ante la prensa y arengará a la tropa. Luego, los abogados Silvina Martínez y Guillermo Sánchez Sterli darán una capacitación técnica sobre fiscalización a los presente.
Además, por parte de Macri y Bullrich quienes también articulan en el PRO y con los libertarios para coordinar la fiscalización son dirigentes como Guillermo Dietrich, José Torello, Federico Angelini, Laura Rodríguez Machado, Damián Arabia, Cristian Ritondo, Paula Bertol. También contribuye en ese sentido Eduardo Bastitta, empresario conocido del ex Presidente.
En todo el país hay 16.900 locales de votación y 106.160 mesas entre nacionales y extranjeras para fiscalizar. En cada mesa pueden votar hasta 350 personas. Es decir, puede haber hasta 350 votos por mesa. Eso exige contar con un ejército de de 110 fiscales en todo el país, en donde sólo la provincia de Buenos Aires implica 30 mil. El ex jefe de Estado movilizó a la estructura política que controla para garantizar que La Libertad Avanza pueda reforzar su esquema de fiscalización. A cinco días de la elección, cerca de Milei deslizan que hoy la fiscalización está asegurada en casi el 100% de los distritos del Argentina.
Eso sucede porque hay un centenar de intendentes del PRO que darán soporte de fiscales a Milei. Lo cual implica también el sostén financiero. “No le vamos a morder el monedero a los libertarios”, aclaró un dirigente de peso cercano a Macri y detalló: “De los fiscales nuestros nos hacemos cargo nosotros del financiamiento”. Del mismo modo, también hay un grupo de gobernadores electos de Juntos por el Cambio que también facilitaron estructura para La Libertad Avanza, aunque lo hicieron en estricto silencio.