La imputación sobre Fabián “Conu” Rodríguez tras la aparición de un chat con el agente de inteligencia inorgánico que dice ser periodista y que hoy está preso acusado del espionaje a jueces, Ariel Zanchetta, fue un cimbronazo para el kirchnerismo. Primero, porque nuevamente sucede a días de las elecciones y en medio del juicio político a los integrantes de la Corte. Y luego por el fusible que se toca. La jugada obligó a la cúpula de la organización a mantener silencio.
“Sobre el tema no tenemos nada para decir”, deslizan ante la consulta de Infobae. Es la línea oficial: no hablar. En todos estos años, Rodríguez construyó un rol clave en un tema que siempre fue sensible para La Orga como es la comunicación externa; es decir la vinculación con los medios de comunicación y sus periodistas. Un factor que siempre fue de debate interno. Pasaron muchos años, por ejemplo, para que Máximo Kirchner brinde una entrevista. Su última performance de este tipo fue tras una reunión del PJ bonaerense en La Plata cuando se paró frente a los periodistas allí presentes y habló en conferencia por más de 20 minutos. Dejó aquella recordada frase para el internismo kirchnerista: “No me dedico a la música, soy militante”, a modo de respuesta al gobernador Axel Kicillof.
Políticamente, el Conu responde a Cristina y Máximo Kirchner. Su paso por el gobierno provincial como subsecretario de Coordinación de Medios dentro del ministerio de Comunicación Pública bonaerense tiene que ver con eso: una ejercicio de la coalición que ejecutó el Frente de Todos. No formaba parte del equipo directo del gobernador Axel Kicillof, pero sí tenía funciones decisorias.
También estaba a cargo de las transmisiones en los actos que tenían a Cristina Kirchner como protagonista en todo este último tiempo; al igual que las últimas movilizaciones que realizó La Cámpora por el 24 de marzo.
En el kirchnerismo la interpretación que asoma es que la avanzada judicial de imputar a Rodríguez, pedir su detención -que fue rechazada por el juez Marcelo Martínez de Giorgi- y exponer su rol, tiene como objetivo a Máximo y Cristina Kirchner en el marco de la campaña. “Como Máximo no aparecía públicamente nos tiran con esto”, advierte una fuente conocedora.
La decisión del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, de ser querellante en la causa de espionaje ilegal a jueces, dirigentes y otras figuras públicas -ya que su nombre figura en amplio listado que personas que fueron espiadas por Zanchetta, según consta en la causa- será el principal gesto del kirchnerismo sobre el tema y también una forma de “proteger” a Rodríguez.
Sobre el contenido de las conversaciones entre Zanchetta y Rodríguez apareció un intercambio de chats de octubre del 2022 y que tiene como hilo la designación de Victoria Tolosa Paz como ministra de Desarrollo Social de la Nación. “De esta tengo de todo”, le escribe Zanchetta. El lunes último, cuando estalla el caso y se imputa a Rodríguez, la ministra se encontraba en un acto en la ciudad de La Plata junto a Kicillof en el marco de la campaña de Unión por la Patria hacia el balotaje. Antes de que terminara su discurso el mandatario y finalizara el evento, la funcionaria se retiró raudamente entre la militancia.
Este viernes, el funcionario del organismo que conduce Carlos Castagneto (AFIP), se presentó en los tribunales de Comodoro Py. Había sido citado por el juez Marcelo Martínez De Giorgi para que entregue su teléfono celular en el marco de la causa que investiga una red de espionaje ilegal. Se retiró minutos antes de las 12:30 del lugar.