A menos de dos semanas de que se defina la fórmula presidencial que asumirá el mando el próximo 10 de diciembre, los candidatos a vicepresidente de Unión por la Patria (UP), Agustín Rossi, y La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, intercambiaron miradas y propuestas de gobierno que provocaron chispas entre ambos. Interrupciones, reproches y enojos fueron los ingredientes que sazonaron un clima marcado por la búsqueda por diferenciarse del rival y la unión con los pares.
Luego de que los compañeros de fórmula de Sergio Massa y Javier Milei sostuvieran una aguerrida discusión en el anterior encuentro que compartieron con el resto de las fuerzas políticas que participaron de los comicios del 22 de octubre, los aspirantes políticos volvieron a demostrar que son blanco y negro a la hora de discutir los ejes temáticos propuestos: Economía y Trabajo, Seguridad y Defensa, Salud, Educación y Políticas Públicas y Justicia, Derechos Humanos y Transparencia.
Más allá de quién haya resultado ganador del debate, ambos espacios confirmaron a Infobae que se encontraban conformes con las performances que tuvieron a lo largo de la discusión. Tanto el discurso de Rossi, como el de Villarruel, se plantearon desde diferentes tonos y puntos de vista, por lo que la estrategia de comunicación que destaparon abrió otra discrepancia entre los representantes de los partidos que conforman la competencia electoral.
“Cumplimos con el objetivo. Intentamos trasladar propuestas, debates, iniciativas y me parece que las propuestas nuestras fueron mucho más contundentes que las de nuestra competidora, pero la sociedad en su conjunto tendrá que definir”, señaló Rossi al destacar la importancia del debate. En tanto, el actual jefe de gabinete afirmó: “Yo hoy me sentí muy tranquilo, muy seguro con todo lo que estaba diciendo”.
Desde el otro lado del ring, Villarruel se autoproclamó ganadora al señalar que “lo que más me interesaba era poder representar la voz del ciudadano común y creo que eso lo logré”, y agregó: “Nosotros ya ganamos porque cambiamos el discurso político y económico en solo dos años y ahora estamos en el balotaje contra el gigante de la política de los últimos 20 años de nuestro país”.
De esta manera, una vez más polarizó con el oficialismo: “Creo que quedó demostrado en el debate que a nosotros lo que nos impulsa es la pasión y a ellos lo que los impulsa es hacer negocios”. En paralelo, adelantó que continuará con la agenda de trabajo junto a los senadores y diputados electos, con el objetivo de “lograr la proeza de ganar el 19 contra esto -el oficialismo- que es un gigante que tiene todo el poder”.
Pese a que los frentes se autodefinen como el agua y el aceite, la unión interna que demostraron en cada sector los asimiló a lo largo de la jornada. Una coincidencia que se notó en la simple llegada de las estrellas de la noche. Mientras que el jefe de Gabinete se apoyó en su familia y las figuras de envergadura dentro del peronismo, la diputada nacional optó por llegar acompañada de varios integrantes de su equipo de trabajo que reforzaron la idea de solidez que sirvieron para desmentir los supuestos quiebres que le atribuyeron al espacio libertario.
A tono con el binarismo que impone el balotaje, la tribuna que estuvo presente en el debate de vicepresidentes organizado por el programa “A Dos Voces”, transmitido por la señal de TN, estuvo dividida por una línea imaginaria que resaltaba las dos opciones que encontrarán los ciudadanos el próximo 19 de noviembre. Por un lado, los integrantes de La Libertad Avanza y, por el otro, los dirigentes de Unión por la Patria. Ambos representaron la disyuntiva social que se plantea en el cara a cara y en las redes sociales con las diferentes intervenciones que tuvieron en el detrás de cámara.
Los nombres que más se destacaron en la lista de invitados de Rossi fueron: la ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Raquel Kismer, conocida como Kelly Olmos, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, la ministra de las Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus, Gabriel Fuks, Victoria Donda, Vilma Ibarra, Hugo Yasky y el secretario general de la CGT, Héctor Daer.
En contraposición, entre los acompañantes de Villarruel se encontraron la economista y eventual canciller Diana Mondino, Carolina Píparo, Ramiro Marra, Guillermo Montenegro, Alberto Benegas Lynch y Marcela Pagano. Asimismo, pero en menor medida, varios integrantes de las filas de Juntos por el Cambio (JxC) ocuparon varios asientos como refuerzo del pacto sellado entre Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
A diferencia del estilo de campaña que ambos espacios desarrollaron previo a las elecciones generales, el incremento de la presión y la necesidad de ser preciso en los días posteriores influyeron en el clima que adoptaron los candidatos. “Todo lo que vas a escuchar por parte de Agustín Rossi es mentira”, fue la frase que eligió la vicepresidente de La Libertad Avanza para abrir el primer eje sobre economía y trabajo. Sin filtros de por medio, la abogada demostró que no está dispuesta a dar el brazo a torcer.
De la misma manera que rivalizó con el candidato del oficialismo en septiembre, la diputada redobló la apuesta desde el minuto cero lo que desencadenó las quejas de su rival que la acusó de haberla interrumpido durante los cuatro minutos libres pactados para interactuar. “Quisiera que no me interrumpan cuando estoy hablando”, señaló Rossi, para después recibir una chicana de Villarruel: “Es un debate, Rossi. Si viniste a un monólogo, lo siento”.
Varios fueron los cruces que se dieron entre los eventuales vicepresidentes a raíz de la actitud adoptada por la compañera de fórmula de Milei que provocó que varios invitados de Unión por la Patria la tildaron de “violenta”, por interrumpir el discurso del jefe de Gabinete. “Eso no es diálogo, es una falta de respeto. No me voy a callar”, gritaron desde el sector del oficialismo en la tribuna, mientras que en la fracción libertaria las respuestas picantes de Villarruel encantaban a los invitados que lo expresaban en formato de risas.
Aunque fueron menos, el compañero de Sergio Massa en la campaña presidencial también realizó ciertos gestos irónicos hacia su competidora. El más notorio fue un aplauso colmado de sarcasmo cuando Villarruel ratificó que “la educación pública va a seguir siendo pública”, en el plan de gobierno que dibuja La Libertad Avanza. Pero innumerables fueron las miradas cuestionadoras que le dedicó antes de recomendarle: “Tenés que salir un poco del Billiken. Decirle al conjunto de la sociedad cómo piensan hacer, no les tomes el pelo”, en referencia a la postura de la dirigente liberal sobre la dictadura militar y la doctrina de los derechos humanos.
La campana final no finalizó con las tensiones entre los espacios políticos, debido a que el cruce entre los dirigentes oficialistas y opositores se extendió hasta el momento de retratar la unidad que sostuvieron los partidos. Mientras que de un lado arengaban por Rossi y juraban que “iban a volver a ganar en las urnas”, desde el otro costado vitoreaban el nombre de Villarruel, a quien coronaron como “la ganadora de la noche”.