“Prendieron fuego neumáticos, pusieron barricadas en todas las entradas del municipio, no dejan salir a los funcionarios y a algunos, particularmente, los amenazan con golpearlos violentamente. La verdad es que esto es decadente, esté hecha la denuncia penal. Entiendo que algunos piensen que ‘esto es una manifestación’, los invito, especialmente en estos días de conmemoración de la democracia, a pensar seriamente si esta violencia es realmente una manifestación o es otra cosa”.
El posteo del intendente de Pinamar, Martín Yeza, en X (ex Twitter) puso en evidencia un conflicto con trabajadores del sindicato municipal de esa localidad balnearia (que esté dentro de FESIMUBO) por cuestiones salariales que ha ido escalando en los últimos tres meses. De fondo, todavía no se sabe quién ganó las elecciones en el distrito: la diferencia entre Juan Ibarguren (JxC) y Gregorio Estanga (UP) es muy pequeña. Y es la Justicia Electoral la que decide sobre el escrutinio definitivo.
Lo cierto es que este lunes los manifestantes que se concentraban en la esquina de Avenida Arquitecto Jorge Bunge y Enrique Shaw, además de quemar gomas y hacer pintadas, incluso, le arrojaron huevos al auto del director de personal Leandro Alonso cuando se retiraba. No es la primera vez que lo toman como blanco: el mes pasado debió irse custodiado por la Policía en medio de una lluvia de insultos tras los descuentos por los días de paro, tal como había adelantado el Municipio que iba a hacer: en algunos casos fue del 100% del sueldo.
En las últimas horas, Yeza compartió imágenes de cómo quedó el coche del director de personal de Pinamar y responsabilizó a “los delincuentes disfrazados de sindicalistas que hoy prendieron fuego neumáticos, pusieron barricadas a las salidas de la muni y no dejaron salir a nadie”. Y repitió: “Es una decadencia total”.
¿Qué sucede? Lo explicaron las partes en diálogo con Infobae.
“Están de paro hace unos 60 días, desde que empezó la campaña. Querían 120 bonificaciones y un convenio colectivo de trabajo. El ministerio de Trabajo de la provincia tardó 7 meses en registrarlo y se aprobó hoy en el Honorable Concejo Deliberante”, describieron desde el Municipio sobre la progresión de los hechos que llevaron a los incidentes.
Y sumaron: “Pero ahora pretenden que se implemente con retroactividad a abril, cuando dice que se hará en 2025, o bien, se puede llegar a negociar a partir del año que viene. Es retroactividad o nada, está todo muy politizado”.
Desde el sindicato, que tiene como secretario a Enrique Giménez, manifestaron que el 22 de marzo de 2023 se firmó el convenio colectivo de trabajo y señalaron: “Cuando llegamos a las PASO, el Ejecutivo planteó que no lo iba a dar cumplimiento y esto ha desencadenado en este conflicto. Tras cuatro audiencias en el Ministerio de Trabajo sin solución se pasó a la medida de fuerza: 5 horas de retención de tareas hasta, en algunos casos, todo el horario”.
Y agregaron que al cobrar septiembre hallaron descuentos en los haberes de 110 trabajadores por los días de paro y hubo 33 “que no cobraron nada”. En ese sentido, dijeron que la huelga “estaba declarada en el Ministerio de Trabajo y es legal, e incluía fichaje y permanencia en lugar”.
Los trabajadores reclaman que “noviembre se pague en el marco del convenio y que lo que no se cobró de abril a octubre se abone desde el 1 de enero en cuotas mensuales, iguales y consecutivas”. Y agregaron: “No se dio lugar al reclamo hecho porque el Ejecutivo ordenó que no otorguen el beneficio. Eso, más el rumor de más descuentos, agudizaron el conflicto”.
Consultados sobre los huevazos al director de personal de Pinamar, justificaron: “Porque es quien da las órdenes”. Y manifestaron que la situación se definirá cuando esté el escrutinio definitivo: “Esperemos que (el próximo Intendente) se siente y podamos dialogar para destrabarlo”.