Sin apuntes sobre los atriles y con una dinámica mucho menos rígida, Sergio Massa y Javier Milei se enfrentarán cara a cara el próximo 12 de noviembre en el tercer -y último- debate presidencial, que se realizará una semana antes del balotaje. El encuentro tendrá lugar en la Facultad de Derecho de la UBA.
La Cámara Nacional Electoral difundió hoy el reglamento de la nueva contienda discursiva, que fue firmado por los representantes de los candidatos. En el mismo acto público, sorteó los lugares en los atriles de cada postulante y el orden de exposición de los seis temas sobre los que expondrán en el encuentro.
Estuvieron presentes los camaristas electorales Alberto Dalla Via, Santiago Corcuera y Daniel Bejas y estamparon sus firmas, en representación de Massa, Juan Manuel Olmos, vicejefe de Gabinete de la Nación e integrante del equipo de campaña de Unión por la Patria, y su histórico asesor en comunicación, Santiago García Vázquez. Por Milei, rubricaron el acuerdo su hermana Karina Milei, y el apoderado de La Libertad Avanza, Santiago Viola.
Frente a la falta de acuerdo entre los equipos técnicos sobre si los postulantes podían o no tener apuntes previamente escritos, en un oficio firmado esta mañana, la Cámara Electoral rechazó esa posibilidad, en sintonía con lo que pedían los asesores del candidato oficialista.
Así, los postulantes a presidente contarán exclusivamente con hojas en blanco y lapiceras en sus respectivos atriles al ingresar al debate, para tomar notas o anotar ejes de sus exposiciones, pero no papeles impresos o manuscritos previamente. Los representantes de Milei, por el contrario, habían insistido en esa posibilidad, a la que había recurrido el líder de La Libertad Avanza en los debates previos a las elecciones generales.
Esta es una gran diferencia con relación a los dos debates previos a las generales, en donde tanto Milei como Patricia Bullrich leyeron varias de sus intervenciones, aún en los cierres. “El único momento en que actuaron espontáneamente fue en las preguntas cruzadas, porque no sabían que les podían preguntar. Nosotros creemos que es un debate de ideas y que se deben poder expresar directamente, sin un libreto pre-escrito. Así lo hizo Sergio en los debates anteriores. Ya lo habíamos planteado antes, cuando solo se permitía un ayuda memora, pero no se cumplió y hubo candidatos que leyeron lo que tenían en un papel”, le dijo Olmos a Infobae al finalizar la firma del Reglamento.
El otro punto que debieron resolver los camaristas, porque no hubo coincidencia entre los representantes de Milei y Masa, fue si las cámaras los podían tomar desde otro ángulo que no fuera de frente, ya sea cuando expusieran hacia la audiencia o cuando se dirigieran al contrincante. El equipo del candidato oficialista quería que se pudiera tomar a los candidatos de costado, por ejemplo, en otros ángulos de mayor despliegue televisivo, pero el equipo de Milei había rechazado esa posibilidad en las reuniones previas.
“No querían que se vea desde un ángulo de costado, por ejemplo, si un candidato se está arreglando la ropa”, explicó una fuente que participó de las reuniones previas de los equipos de campaña. Finalmente, la Cámara resolvió que únicamente pudieran ser tomados “por las cámaras que se encuentran en eje en dirección a su atril”, o sea, por las que tendrán enfrente o en las diagonales y que los tomarán cuando interactúen uno con el otro.
A diferencia de las dos instancias anteriores -el 1 y 8 de octubre-, este debate será menos rígido en su estructura y no habrá pautas tan estrictas en el uso del tiempo. Cada uno tendrá un minuto de presentación y dos minutos de cierre. Por sorteo se determinó que Massa comenzará ese segmento al inicio y también será el primero en el bloque de cierre, por lo que el último en hablar será Milei. Habrá seis ejes temáticos para exponer, con una duración de 12 minutos cada uno.
Cada candidato tendrá 6 minutos de tiempo en cada bloque temático, pero podrá hacer uso de forma continua de la palabra un máximo de dos minutos en ese bloque, y luego deberá tener algún tipo de intervención el contrincante. Los moderadores solo intervendrán cuando Massa o Milei se excedan en esos dos minutos. Así, se evitará que uno de los dos monopolice el uso de la palabra, pero será menos rígido el esquema que en los debates del 1 y 8 de octubre. Se buscó que haya más interacción entre ambos, por lo que se podrán hacer preguntas o cuestionar posiciones públicas del otro en cada bloque temático libremente, aunque el tiempo de cada intervención se descontará de los 6 minutos de los que dispone cada candidato por tema.
También podrán replicar afirmaciones y mirarse cara a cara, sin tener que conservar su ubicación en el atril. Habrá un espacio delimitado sobre el escenario en el que cada uno podrá moverse, para darle mayor dinamismo al debate, pero sin alejarse demasiado para no salir del plano de las cámaras. Esa posibilidad de moverse está vedada al que no tiene el uso de la palabra para que “la escena sea más limpia visualmente”, según explicó a Infobae un participante de las reuniones.
El modelo a seguir es el de los debates presidenciales entre Lula Da Silva y Jair Bolsonaro en Brasil, en la previa de la última elección, en la que se impuso el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) y dos veces primer mandatario anteriormente. La referencia excede lo formal de la realización del debate y se adentra en los paralelismos ideológicos. Milei tiene una relación de cercanía con uno de los hijos del expresidente Bolsonaro, Eduardo, quien incluso viajó para las elecciones del 22 de octubre y estuvo en el búnker del libertario. Por su parte, Unión por la Patria tiene a Lula como uno de los referentes políticos de la izquierda en la región con la que se identifica.
En el primer bloque se debatirá sobre Economía, Relaciones de Argentina con el mundo, Educación y Salud. Este último eje - al igual que Relaciones con el mundo - se agregó para este este debate, ya que su omisión en los dos anteriores había sido cuestionada desde distintos sectores. No se incluyó esta vez el tema de Desarrollo Humano, Vivienda y Protección del Ambiente. Después de un corte técnico de 12 minutos, habrá un segundo bloque donde se debatirá sobre Producción y Trabajo, Seguridad, y Derechos Humanos y Convivencia Democrática. Tras un segundo corte de 8 minutos, del debate concluirá con un tercer bloque con los cierres de los postulantes. En total, se prevé una duración de una hora y cincuenta minutos. En las pausas comerciales, los candidatos podrán reunirse con sus asesores.
Según el sorteo realizado hoy, Massa comenzará a exponer en Relaciones con el Mundo, Producción y Trabajo y Derechos Humanos. Milei lo hará en Economía, Educación y Salud, y Seguridad.
En una reunión que tuvo lugar el lunes pasado, también en la Cámara Nacional Electoral, los equipos técnicos de cada candidato acordaron que el tercer debate estará moderado por los periodistas Luciana Geuna (Canal 13), Pablo Vigna (TV Pública), Érica Fontana (Telefe) y Antonio Laje (América). Los nombres elegidos surgieron del listado de suplentes que no habían salido sorteados para moderar los dos primeros debates presidenciales. Sus nombres habían sido propuestos por los canales de aire de la Capital Federal, la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA) y el Consejo Federal de la Televisión Pública. Cada dupla, conformada por una mujer y un hombre de distintos medios, intervendrá en dos de los bloques: Geuna y Vigna en la presentación de cada candidato y el primer bloque de dos ejes temáticos, y Fontana y Laje en el segundo bloque temático y el cierre.
Como sucedió el 1 y 8 de octubre, la producción y realización de este tercer debate presidencial estará a cargo de la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (CAPIT), y será televisado en vivo por la Televisión Pública (TVP) con la posibilidad de ser retransmitidos por el resto de las emisoras del país.
Según datos difundidos por la Cámara Electoral, el prime debate del 1 de octubre tuvo 42 puntos de rating, y registró 2.100.000 visualizaciones en Youtube, en tanto el segundo del 8 de octubre, tuvo 36 puntos de rating, y 1.900.000 visualizaciones. En el entorno digital, la conversación impactó a 39 millones de usuarios, y alcanzó en ambos casos casi al 100% de los usuarios digitales en Argentina.