Jorge Ignacio García Cuerva, Arzobispo de Buenos Aires, se mostró crítico de los pactos cuyo único fin es llegar al poder y reclamó a la sociedad “no dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro”.
Fue durante la homilía del pasado domingo 22 de octubre, cuando se llevaron a cabo las elecciones generales que definieron que Sergio Massa y Javier Milei disputarán el balotaje para llegar a la Presidencia de la Nación.
Tras leer el “Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (22,15-21)”, monseñor García Cuerva manifestó: “En el Evangelio que acabamos de proclamar aparecen los fariseos que se juntan con los herodianos, para hacerle una trampa a Jesús. Los fariseos son un grupo judío que aparentaba rigor y austeridad, pero eludían en general el cumplimiento de la ley. En cambio, los herodianos son un grupo de judíos que apoyaban el gobierno de Herodes. Herodes era un rey que había de alguna manera transado con el Imperio romano, y entonces era un rey sin mucho poder, porque en realidad el poder lo tenían los romanos”. “Sin embargo, fariseos y herodianos que pertenecen a dos grupos distintos, se juntan para hacer daño. Se juntan para hacerle una trampa a Jesús”, agregó.
En este marco, habló de “esto de juntarse por juntarse”, de “juntar el agua y el aceite con tal de llegar al poder”; “esto de juntarnos para hacer daño”, enfatizó. Y comparó que durante la campaña electoral también “hemos visto esto de juntarse con tal de tener poder”. “Qué distinto es esto a la cultura del encuentro de la que nos habla el Papa Francisco”, lamentó.
El fragmento de la homilía fue hace una semana, cuando habían pasado pocos días del cierre de campaña de La Libertad Avanza en el que Alberto Banegas Lynch considero que Argentina tenía que suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano. Sin embargo, cobró relevancia en las últimas horas cuando aún cruje la oposición por el acuerdo alcanzado entre Javier Milei y Patricia Bullrich para vencer a Sergio Massa en el balotaje del próximo 19 de noviembre.
“La cultura del encuentro tiene que ver con un estilo de vida en el cual buscamos coincidencias porque valoramos al otro”, continuó y reflexionó que “un modo de vida es muy distinto a un rejunte”.
“Hoy los fariseos y los herodianos se están juntando peleadísimos entre ellos, pero se juntan con tal de hacerle daño a Jesús”, señaló y llamó a tener “cuidado” con “el cano de sirenas que nos endulza el oído” y con “El Flautista de Hamelin”, que ha mencionado el Sumo Pontífice en sus últimas apariciones.
“En este tiempo también de campaña electoral, hemos escuchado un montón de promesas. Algunas nos han endulzado el oído”, dijo relacionando el Evangelio tratado en la homilía con la actualidad argentina. “Cuidado, porque cuando la limosna es grande, dice el dicho, hasta el santo desconfía”, advirtió.
Tras señalar que “el Dios de los romanos es el emperador” y que esa imagen “está en una moneda”; diferenció que “la imagen de nuestro Dios” está “en los ojos de los que sufren”, en quienes “viven la indigencia y la pobreza”; y preguntó: “¿Acaso, igual que los romanos, la imagen de nuestro Dios está en los billetes? ¿Acaso, Igual que los romanos, la imagen de nuestro Dios está en una moneda?”. “Creo que hoy puede ser una buena pregunta que nos hagamos a la hora de ejercer el voto con un compromiso ciudadano. Y como digo siempre, en cualquier proceso electoral, poner mucha esperanza más allá de las dificultades”, expresó.
García Cuerva le dedicó un párrafo a “los hipócritas”, aquellos que “fingen una respuesta”, aquellos que “no son sinceros”. “La campaña ya terminó. No podemos hablar de candidatos y de sus posibles hipocresías. Pero sí podemos hablar de nosotros. ¿De este pueblo que somos y que hoy, con sinceridad y a la hora de ejercer el voto, nos preguntemos por qué votamos lo que votamos? ¿Hasta dónde tenemos en cuenta el Evangelio a la hora de votar? Cuidado con desentendernos, porque los cristianos deben comprometerse también políticamente. Debemos ejercer nuestro derecho y seguir creyendo en la mejor política que, como dice el Papa Francisco y toma una frase de Pío 11 es la expresión más alta de la caridad y sigue siendo un instrumento legítimo para transformar la vida de la gente, en lugar hoy de pensar en la hipocresía de nuestras clases dirigentes”, dijo el mismo domingo de la votación.
“No dejemos el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro. No vivamos de una manera y pensemos de otra. Seamos coherentes. Hoy Jesús le dice a los fariseos y herodianos hipócritas. Si nos tuviésemos que dejar retar por Jesús, porque no estamos cumpliendo de verdad el Evangelio, llevémoslo a fondo y sigamos creyendo con esperanza, que nuestro país, con nuestro compromiso, puede salir adelante. Amén”, concluyó la homilía.
El pasado mes de mayo el Papa Francisco designó a García Cuerva arzobispo de la arquidiócesis de Buenos Aires en reemplazo de Mario Poli.
Nacido en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz el 12 de abril de 1968, el nuevo arzobispo de Buenos Aires estudió Filosofía y Teología en el seminario de la diócesis de San Isidro y recibió su ordenación sacerdotal el 24 de octubre de 1997 de manos de Monseñor Jorge Cassareto.
Es licenciado en Derecho Canónico y en Teología con especialización en Historia de la Iglesia por la Universidad Católica Argentina, donde escribió una interesante tesis sobre la actuación de la Iglesia durante la epidemia de fiebre amarilla.
Además, fue vicario parroquial de Nuestra Señora de la Cava (1997-2005); párroco de Santa Clara de Asís (2005-2014) y párroco de Nuestra Señora de la Cava en Beccar.