En el justicialismo consideran que la diferencia que se marca en el escrutinio provisorio es indescontable: son dos puntos que no se mueven en el escrutinio provisorio. Y que también marcan las mesas testigos que el Gobierno maneja. El mandatario electo tendrá, además, un fuerte capital político de respaldo.
En Entre Ríos, el partido ganador se queda con la mayoría simple en la Cámara de Diputados. Esta ventaja la obtiene aunque no la haya ganado en las urnas. Es por una cláusula impuesta en la Constitución de 1933, denominada de gobernabilidad. Este mecanismo le garantiza al Ejecutivo el control sobre la cámara de representantes del pueblo. E impide que una Legislatura controlada por la oposición obture la ejecución del programa político, tal como ocurrió a comienzos del siglo XX.
De no mediar cambios en el escrutinio definitivo, Juntos tendrá 18 de 34 bancas. Las 16 restantes serán para el PJ (12) y La Libertad Avanza (4). Los libertarios, además, consiguieron concejales en varios municipios.
Además, Frigerio obtuvo buenos resultados en la mayoría de los 17 departamentos de la provincia y, a la medianoche, se quedaba con entre 9 y 10 bancas en el Senado. Esta cámara será presidida por su compañera de fórmula, la pediatra radical Alicia Aluani.
Por otro lado, Juntos por Entre Ríos se aseguró el control de municipios claves. El principal será el de Concordia, donde la oposición pudo desbarrancar al PJ después de 40 años. La ciudad, conocida por ser la más pobre del país, era un bastión peronista sólo comparable a lo que es La Matanza en provincia de Buenos Aires. Allí se impuso el radical Francisco Azcué por sobre el oficialista Armando Gay.
Además, ganó la ciudad de Gualeguaychú, que también estaba en manos del justicialismo tras la victoria de Mauricio Davico sobre Martín Piaggio. Sorpresivamente, perdió Paraná: Rosario Romero, actual ministra de Gobierno, se impuso al candidato del PRO, Emanuel Gainza. Por otro lado, el resultado favorable al PJ en Concepción del Uruguay no sorpendió a nadie: Eduardo Lauritto.
Frigerio logró soportar el cimbronazo de la reacción peronista. Tras las legislativas de 2021, cuando el PJ se llevó la peor derrota de su historia, el ex ministro parecía tener el camino allanado. Pero tras la decisión de Bordet de unificar los comicios provinciales y nacionales y la unificación del espacio detrás de la candidatura de Adán Bahl, el escenario cambió y se le tornó adverso.
El ex ministro se mantuvo firme. Y prosiguió con sus recorridas, con la presentación de propuesta por ejes temáticos y recibiendo el apoyo de figuras nacionales de Juntos por el Cambio.
En este contexto de victoria, el nuevo gobernador manifestó públicamente: “Ha sido un día muy importante para la democracia, hemos votado en paz. Les agradezco y felicito a todos los entrerrianos por esta jornada... sobre todo porque nuestra provincia no fue acompañada por el clima, todavía está lloviendo, eso hace que sea más épico”.
Continuó: “Agradezco tanta muestra de cariño que he recibido en estos años de caminata para llegar a este lugar en donde me han honrado con esta responsabilidad que voy a asumir para no defraudarlos. A eso me comprometo, a dejar todo para que haya más progreso, para que nuestra gente viva mejor”.
Resaltó que “la situación está muy difícil en la Argentina. En nuestra provincia mañana todos esos problema van a seguir estando así que les pido que vayamos en paz, con tranquilidad”.
Además hizo hincapié en el apoyo que tiene Juntos por el Cambio a nivel provincial: “Somos la fuerza que tiene más gobernadores en el interior de la Argentina y desde ahí vamos a defender a Juntos por el Cambio y vamos a sostener sus valores”
“Yo les agradezco de corazón tanto esfuerzo, tanto acompañamiento, tantas ganas por cambiar, porque nuestra provincia pueda otra vez brillar… dijimos que era ahora y es ahora que empezó a cambiar”, concluyó.