La dinámica política en el Congreso de la Nación cambiará radicalmente a partir del 10 de diciembre. Javier Milei rozó el 30% de los votos en la elección presidencial y arrastró detrás suyo las listas de diputados y senadores de La Libertad Avanza en todo el país.
Esta nueva fuerza política, que en 2021 ingresó a la Cámara baja con apenas dos diputados y sin representación en el Senado, durante los próximos dos años asumirá un rol protagónico, tanto por su capacidad de garantizar el quórum como de bloquear iniciativas.
Según los resultados parciales, los libertarios consolidarán un bloque de 38 bancas en la Cámara de Diputados. Por su parte, Unión por la Patria perdería 12 bancas, para pasar de 118 a 106.
Si bien el oficialismo mejoró la marca de las PASO -y perderá menos bancas de las esperadas por la mayoría de las encuestas-, lo cierto es que quedará lejos del quórum de 129 diputados que necesita para abrir una sesión. Además, los bloques provinciales, que juntos suman 15 bancas, ya no serán suficiente para alcanzar la mayoría simple.
Durante los últimos dos años, los interbloques Federal y Provincias Unidas desempeñaron el rol de “árbitro” ya que podían inclinar la balanza tanto en favor del oficialismo (por ejemplo, con la eliminación de Ganancias) como de la oposición (Boleta Única o Alquileres). A partir de la próxima renovación, Unión por la Patria deberá negociar necesariamente con sectores de Juntos por el Cambio o de La Libertad Avanza para poder avanzar con algún proyecto. Un panorama complejo para Sergio Massa si resulta electo presidente en el balotaje.
Si el próximo presidente es Javier Milei, los libertarios también enfrentarán grandes desafíos para lograr avanzar con su ambiciosa agenda de reformas estructurales. Con 38 diputados tendrán que sumar a amplios sectores del PRO, la UCR y los gobernadores, a los que suelen denominar “la casta”, para evitar la parálisis. En las filas libertarias tampoco descartan la posibilidad de alcanzar acuerdos con sectores del peronismo no kirchnerista.
Aunque llegue a la Casa Rosada, Milei no tendría garantizada ni siquiera la presidencia de la Cámara baja, un lugar estratégico que suele ocupar el oficialismo pero que reglamentariamente corresponde a quien junte más votos. Así, deberá negociar con Juntos por el Cambio para nombrar a una persona que motorice sus proyectos (rol que cumplió el propio Sergio Massa antes de asumir en el Ministerio de Economía).
Con 38 diputados, a los libertarios les alcanzaría con consensuar con Juntos por el Cambio (que quedará con 93 bancas) para alcanzar el quórum. Pero esta tarea no es tan simple como suena, ya que sectores del radicalismo, la Coalición Cívica e incluso los más moderados del PRO ya se mostraron distantes de las propuestas más radicales de los libertarios, como la dolarización o la privatización de la educación.
Ante este escenario, el rol de Mauricio Macri podría ser determinante: el ex presidente coqueteó durante la primera parte de la campaña con las propuestas de Milei y llegó a decir que esperaba que su coalición apoye “cualquier reforma razonable” si los libertarios llegaban al poder. Macri podría liderar un desprendimiento de diputados que “garantice la gobernabilidad” de una gestión libertaria.
La posibilidad de una fractura en el interbloque opositor, cada vez más concreta a partir de la mala performance de Patricia Bullrich, y la reconfiguración de sus liderazgos (es una incógnita el papel que jugará Horacio Rodríguez Larreta) marcarán el horizonte de posibilidades de un eventual gobierno de Milei.
En el Senado, el oficialismo ganó terreno y sumará tres bancas. Unión por la Patria quedará con 34 escaños y podrá alcanzar el quórum (37) con relativa facilidad negociando con los bloques provinciales como el Frente Renovador de la Concordia de Misiones o Juntos Somos Río Negro, que responde al gobernador electo Alberto Weretilneck.
En tanto, los libertarios pondrán un pie en la Cámara alta con ocho senadores propios a raíz de los buenos resultados en Jujuy, La Rioja, San Luis, Formosa y San Juan. No obstante, La Libertad Avanza no tendrá más alternativa que sumar a todo el interbloque de Juntos por el Cambio para lograr aprobar algún proyecto.
La irrupción de los libertarios y el aumento de la fragmentación podrían llevar al Congreso a una parálisis. Todo dependerá del resultado del balotaje y la reconfiguración -o implosión- de Juntos por el Cambio y sus liderazgos.