La victoria de Axel Kicillof: festejo con los suyos, objetivo cumplido y arma principal para el balotaje de Massa

El gobernador bonaerense se impuso con holgura en su disputa. Subió a su Gabinete al escenario y se posiciona fuerte de cara al futuro del peronismo que además recuperó el control de municipios que gobernaba el PRO

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El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, junto a la vicegobernadora Verónica Magario (Photo by Emiliano Lasalvia / AFP)
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, junto a la vicegobernadora Verónica Magario (Photo by Emiliano Lasalvia / AFP)

“La campaña no termina hasta que Sergio Massa sea el próximo presidente”, fue lo último que dijo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, sobre el escenario del Complejo C. Art Media en el barrio porteño de Chacarita. El mandatario se impuso con holgura a sus competidores, Néstor Grindetti (PRO) y Carolina Píparo (LLA) y continuará el frente del Ejecutivo bonaerense por otros cuatro años. Los números fueron contundente con 18 puntos de ventaja sobre Juntos que quedó en segundo lugar y abren una nueva etapa, también, en el devenir del peronismo de la provincia de Buenos Aires. Kicillof solo enfoca en el balotaje del próximo 19 de noviembre. Sabe que el empuje de la provincia que gobierna será vital para que Sergio Massa sea el próximo presidente. En el medio, se dio lugar a un festejo semi íntimo en el primer piso del complejo C.

Fue uno de los grandes ganadores de la noche y el primer candidato en aparecer en escena ante la militancia en el búnker de Unión por la Patria. No lo hizo solo. Subió a casi todo su Gabinete al escenario; en realidad a los más leales. El clima del entorno de Kicillof fue mutando con el correr de la jornada. Siempre con expectativa de un triunfo, aunque con menos diferencia de la que finalmente arrojaron los resultados oficiales, esperaron a los primeros números para festejar. En la previa, en la carpa de prensa, el Jefe de Asesores del gobierno y mano derecha de Kicillof, Carlos Bianco, hablaba de que iba a “haber señales”, de un triunfo.

Pasada la medianoche seguían los festejos del kicillofismo en el búnker de UP. “Es para Axel la reelección”, cantaban en el primer piso del complejo C. Allí estaban buena parte del gabinete y otros funcionarios provinciales además de Kicillof y familia. También corearon a Carlos “Cuto” Moreno, diputado provincial de UP y uno de los promotores de la candidatura bonaerense de Kicillof antes de 2019.

Tres días antes de la elección, en una entrevista con Infobae, el mandatario decía que las encuestas lo daban ganador y con Massa entrando al balotaje. Decía, también, que no creía en esas mediciones.

Este domingo Kicillof agradeció a los intendentes del oficialismo y a los candidatos electos. Esta vez, los jefe comunales del peronismo tuvieron un rol más protagónico o al menos mejoraron el caudal de votos en sus distritos, sobre todo en lo que respecta a los sufragios que obtuvo Sergio Massa. “Las medidas de Sergio también ayudaron a los intendentes y en los distritos que ganamos”, decían desde el equipo de campaña de Massa con el lugar ya asegurado en el balotaje.

Massa en el búnker de UP (REUTERS/Mariana Nedelcu)
Massa en el búnker de UP (REUTERS/Mariana Nedelcu)

El peronismo recuperó municipios importantes que eran objetivos propios de la campaña bonaerense: Bahía Blanca, Lanús, Olavarría. También se impuso en otros distritos como Brandsen, Pinamar o Azul. La particularidad es que la mayoría de los candidatos son de La Cámpora. La Orga se ocupó de remarcar ese detalle. La convivencia Cámpora-Kicillof para el período que viene es una interrogante.

En el escenario, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, fue el único jefe comunal que subió a escoltar al gobernador. En La Matanza, el distrito más grande la provincia, Massa recuperó votos a lo que fueron los guarismos de agosto. La presencia de Espinoza fue también un respaldo a la vicegobernadora Verónica Magario. La matancera estuvo al lado de Kicillof en el escenario y se llevó sus aplauso. Atrás quedaron las internas en la que un sector del peronismo pugnó por su lugar. Kicillof la respaldó cuando fue el cierre de listas y ambos resistieron la presión consiguiendo repetir fórmula electoral. En La Matanza, Kicillof ganó con el 54,64% de los votos. Porcentualmente, obtuvo más votos que Espinoza y que Massa en el distrito de mayor peso electoral de la Provincia.

El gobernador le agradeció a la vicepresidenta Cristina Kirchner y ratificó su rol de conductora. Fue allí cuando la gente empezó a cantar “Si la tocan a Cristina…”. No fue lo único que le corearon. Hubo saludos hacia Kicillof que en un pasaje de su discurso se mostró conmovido al agradecer a su madre, esposa e hijos, que seguían el discurso entre el público. De hecho, al terminar, bajó a saludarlos y sacarse con su familia entre la multitud.

Axel Kicillof con parte de su Gabinete festejando el triunfo de UP en la provincia de Buenos Aires (Photo by Emiliano Lasalvia / AFP)
Axel Kicillof con parte de su Gabinete festejando el triunfo de UP en la provincia de Buenos Aires (Photo by Emiliano Lasalvia / AFP)

Políticamente, el mandatario bajó línea clara de cuál es el rumbo de acá al próximo 19 de noviembre y el rol que tendrá la dirigencia peronista de la provincia de Buenos Aires: que Massa gane el balotaje. Si entre las Primarias y este domingo, el objetivo de UP era que el ministro de Economía llegue a la instancia de balotaje, a partir de ahora es que el 19 de noviembre el candidato presidencial sea el próximo presidente.

Buenos Aires será clave para la suerte de Massa, además de que deberá sostener el crecimiento que se evidenció en otras provincias. En las últimas semanas, Kicillof hablaba del territorio bonaerense como una “locomotora” para la candidatura de Massa. Lo había hecho en el acto de Ensenada y la última semana en el cierre de campaña en la cancha de Arsenal, un acto en el que clima de una posibilidad electoral fuerte para este domingo empezaba a sobrevolar. Efectivamente, este domingo fue de euforia para el peronismo y la victoria en la provincia de Buenos Aires, un factor fundamental para ese estado emocional.

Poco impacto tuvo la situación de Martín Insaurralde en el resultado bonaerense. La renuncia del Jefe de Gabinete tras las imágenes de su viaje por Marbella a bordo de un lujoso yate y el camino judicial que se abrió con esas imágenes no perforaron la performance electoral de Kicillof. Tampoco la del candidato a intendente de UP en Lomas de Zamora, Federico Otermín que también se impuso en su distrito sin mayores inconvenientes: con el 49,82% de los votos sacó casi el doble que el candidato de Juntos: 193.717 a 99.145. “Con todo lo qué pasó, Fede no dejó de caminar y escuchar a los vecinos para construir la victoria”, deslizaron desde el entorno del intendente electo de Lomas, donde también ganaron Kicillof y Massa.

Pasadas las 00:30 Kicillof se dirigió a La Plata. En la capital bonaerense lo esperaba el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak que además es el candidato a intendente del peronismo. El final de la elección platense es abierto, pero con el 97,56% de las mesas escrutadas, el funcionario provincial se imponía con el 38,33% de los votos; mientras que el candidato a intendente de Juntos y actual jefe comunal, Julio Garro obtenía el 38,13%. Alak fue una de las grandes apuestas de Kicillof. De mantenerse el resultado el peronismo también recuperaría la ciudad de La Plata.

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