En el búnker de Juntos por el Cambio reinaron la tensión, el enojo y los reproches. Para la UCR el mayor responsable de la derrota es Mauricio Macri. Creen que su estrategia nacional fue la culpable de la catástrofe electoral que, por ejemplo, dejó al partido centenario con 6 bancas menos en el Senado y 12 menos en Diputados. Sólo podrán recuperar en la Cámara Alta con el ingreso de Maximiliano Abad, quien tuvo un triunfo ajustado en la provincia de Buenos Aires. En contraposición, tienen en sus manos cinco provincias encabezadas por correligionarios, que los impulsará a liderar la nueva reconfiguración de la coalición opositora. “No podemos ceder la vocería al PRO”, adelantaron a Infobae.
Ningún radical se anima a hablar de un quiebre de Juntos por el Cambio pero, por lo bajo, reconocen que con Sergio Massa comparten valores que los acercan, en medio de un contexto de balotaje, que tendrá al ministro de Economía enfrentando a Javier Milei. “En el cierre de campaña Milei cantó ‘el que no salta es radical’. Es imposible que nos acerquemos a él”, detallaron en diálogo con este medio. Justamente, los valores que la UCR expresa son las que, además, tensionan su vínculo con el PRO.
Cerca de las 21, Patricia Bullrich llegó al búnker de Juntos por el Cambio, instalado en Parque Norte, donde recibió el abrazo y el saludo de sus compañeros del espacio, algunos de ellos entre lágrimas. A los pocos minutos aterrizaron las autoridades de la UCR: Gerardo Morales y Martín Lousteau, que ya estaban molestos por la falta de gestos de unidad por parte de Jorge Macri. De hecho, algunos radicales porteños no fueron invitados al encuentro, ni siquiera Graciela Ocaña.
En los minutos previos a la salida del escenario, los halcones - encabezados por Bullrich y Macri- y las palomas -Morales, Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli- acordaron los puntos claves del discurso que debía brindar la candidata presidencial, ante la derrota nacional. Un discurso totalmente opuesto al que efectivamente brindó la ex ministra de Seguridad ante los militantes. Tal fue el malestar que despertó ese cambio de estrategia, que algunos vieron al gobernador jujeño bajarse del escenario notablemente enojado.
“Fue un discurso lleno de guiños a Milei y con una mirada antikirchnerista”, protestaron algunos radicales, quienes esperaban un llamado a defender los valores de la coalición. Otros deslizaron que fue el propio Macri el que le impuso a Bullrich lo que debía decir para reconocer la derrota, con una estrategia clara hacia el futuro.
Pese a las fuertes diferencias entre el PRO y la UCR, los radicales se resisten a hablar de una ruptura de Juntos por el Cambio, al menos bajo su responsabilidad. De hecho, creen que si Milei hubiera sido el ganador de las elecciones generales, ya habría varios dirigentes amarillos acordando con los libertarios, entre ellos, Mauricio Macri. Al ex presidente no le perdonan su rol en la interna entre Bullrich y Larreta, y sus posteriores coqueteos con el líder de La Libertad Avanza.
“Hay que jubilarlo de una vez por todas a Macri”, se escuchó en reiteradas veces durante la noche del domingo. Muchos armadores se reprochan no haber consagrado un candidato presidencial de la UCR. Aunque evitan pronunciarse sobre un posible acuerdo con Massa, un sector reconoce que a partir de este lunes se iniciarán conversaciones para delinear una nueva estrategia. Y, por lo pronto, Morales planea convocar a una nueva Convención Nacional que sirva para marcar un norte a seguir.
Las bancas
Con los resultados de estas elecciones, la UCR perdió 6 bancas en el Senado y 12 en Diputados. El resultado de las PASO en Jujuy había sido negativo, pero empeoró este domingo. El partido centenario perdió dos bancas en la Cámara alta, ya que la alianza Cambia Jujuy quedó tercera, detrás de Unión por la Patria y el espacio libertario. Quedaron afuera Mario Fiad y Silvia Giacoppo.
Julio César Martínez, quien buscaba renovar su banca por La Rioja, también quedó afuera del nuevo esquema parlamentario. En esa provincia Unión por la Patria quedó en primer lugar, seguido por La Libertad Avanza.
La UCR cuenta con dos senadores por Santa Cruz. Los mandatos de Eduardo Costa y María Belén Tapia vencen en diciembre pero, con los números que se reflejaron este domingo, esos dos lugares quedaron en manos entre Unión por la Patria y el espacio Por Santa Cruz. En Formosa, por su parte, Luis Naidenoff también se quedó sin la posibilidad de renovar la banca que tiene desde 2005.
El partido centenario sólo contrarrestará la pérdida en el Senado con el ingreso de Abad -el actual presidente de la UCR bonaerense- luego de una disputa peleada contra la lista de Carolina Píparo. De este modo, los correligionarios tendrán un senador por la provincia de Buenos Aires después de más de 20 años, ya que el último que asumió ese lugar fue Raúl Alfonsín en el 2001.
“Juntos por el Cambio se tiene que quedar donde está”, repiten los referentes del espacio. Creen que podrán hacer valer su rol como opositores desde el Congreso. Consultados por la posibilidad de acercarse a Massa, quien en reiteradas oportunidades los convocó a integrar un gobierno de unidad, respondieron: “Políticas de unidad sí, un gobierno no”.