La UCR llega a las elecciones generales con una sabor agridulce: cosechó 5 gobernadores pero corre el riesgo de perder 4 bancas en el Senado y 8 en Diputados, en caso de que se repitan los números de las PASO. De todos modos, como dato positivo, en la Cámara baja se espera que los correligionarios unifiquen el bloque, según pudo saber Infobae. A diferencia del PRO, su socio en Juntos por el Cambio, el partido centenario ya adelantó - de forma unánime y sin necesidad de una expresión oficial- que su límite son las ideas que expresa Javier Milei. Esa bandera, para bien o para mal, los posiciona y ordena para las futuras alianzas que deberán enlazar dentro o fuera de la coalición, siendo o no parte del futuro gobierno.
“Nosotros siempre vamos a estar en contra de las ideas de los libertarios, en cambio, en el PRO hay quienes apoyan a Milei, como es el claro caso de Mauricio Macri”, aseguran los radicales que se autoperciben más ordenados que sus socios del partido amarillo. En caso de que el balotaje sea entre Massa y Milei, no tienen dudas: nunca apoyarán a un candidato que defenestra a Raúl Alfonsín. El líder de La Libertad Avanza lo describe como el peor presidente de la historia argentina, “el fracasado hiperinflacionario de Chascomús”, suele expresar, y hasta confesó que tiene un muñeco con su cara al que le pega como forma de descarga.
La UCR y el PRO arrastran diferencias desde que se asociaron. Esas diferencias se profundizaron durante el gobierno de Macri y hoy llegan a su punto límite con los guiños del ex presidente al candidato libertario. “No hay proyecto en común”, aseguran los radicales cercanos a Bullrich que observan una reconfiguración dentro de Juntos por el Cambio anoticiados de que ya hay radicales dispuestos a jugar para Massa. El ministro de Economía sabe que cuenta con más herramientas para seducir y acordar con los radicales.
Las bancas en juego
De repetirse los resultados de las elecciones de las PASO, la UCR perderá 4 bancas en el Senado correspondientes a las provincias de Jujuy, La Rioja, Santa Cruz y Formosa. El territorio que gobierna Gerardo Morales sufrió la ola violeta, por lo que los candidatos de La Libertad Avanza conseguirían que ingresen Ezequiel Atauche y Vilma Bedia, en consecuencia, el partido centenario se quedaría solo con el escaño de la minoría. Ingresaría Mario Fiad, pero quedaría afuera Silvia Giacoppo.
Julio César Martínez, quien busca renovar su banca por La Rioja, también quedaría afuera del nuevo esquema parlamentario. En esa provincia Milei se quedó con la categoría de senadores por solo un punto y medio sobre Unión por la Patria. Si bien el oficialismo podría revertir ese resultado en octubre, si no lo logra, ingresarían por la mayoría Juan Carlos Pagotto y Claudia López, de la fuerza de Milei. La tercera banca sería, así, para la actual vicegobernadora, Florencia López.
La UCR cuenta con dos senadores por Santa Cruz. Los mandatos de Eduardo Costa y María Belén Tapia vencen en diciembre pero, con los números que se reflejaron en las PASO, Unión por la Patria se aseguraría dos bancas y sólo un correligionario podrá quedarse seis años más, que sería el caso de Tapia tras haberle ganado la PASO a Costa. En Formosa, por su parte, el que perdería su banca es Luis Naidenoff, que está en el Senado desde 2005, ya que los libertarios le ganaron a Juntos por el Cambio en esta PASO para senador. De mantenerse esa tendencia, ese escaño pasaría a manos de Francisco Paoltroni.
De todos modos, los boinas blancas podrían descontar las 4 pérdidas con el posible triunfo de Maximiliano Abad en la provincia de Buenos Aires, donde Patricia Bullrich se posicionó segunda, garantizando la posibilidad de su ingreso a la Cámara alta. En Diputados el panorama tampoco es alentador ya que perderían 8 escaños provenientes de Córdoba, Formosa, La Pampa, Mendoza, CABA, Santa Fe y provincia de Buenos Aires.
El liderazgo
En diciembre próximo la UCR deberá renovar las autoridades del Comité Nacional, que hoy encabeza Gerardo Morales. Golpeado por la derrota de Horacio Rodríguez Larreta, a quien acompañó en la fórmula presidencial, y la victoria de Javier Milei en Jujuy, un sector importante de los correligionarios considera que su presidencia llegó a su fin. Aunque todos evitan postularse y aseguran que es apresurado postularse para ese cargo, la renovación del partido centenario será una discusión que se comenzará a perfilar a partir del próximo domingo, cuando se conozcan los resultados de las elecciones generales.
Las elecciones provinciales, los padrinazgos y las apuestas nacionales pusieron varios nombres en danza. Pese a haber perdido las PASO porteñas con Jorge Macri, Martín Lousteau - además de ser el actual vicepresidente del Comité- es el dirigente con más peso para imponerse al frente de la renovación: su aliado Maximiliano Pullaro ganó por amplia ventaja en Santa Fe y hará valer el rol de los legisladores de Evolución para quedarse con la presidencia del bloque en la Cámara de Diputados, donde suena fuerte Rodrigo de Loredo.
Pero otro actor comenzó a tomar fuerza en la interna radical. Se trata de Gustavo Valdés, quien fue reelegido como gobernador de Corrientes en el 2021 con el 76,76% de los votos y, además, su provincia fue una de las dos -junto con Entre Ríos - en las que Juntos por el Cambio ganó el 13 de agosto con más del 34 por ciento. A ese panorama se le sumó el triunfo de Leandro Zdero en Chaco, que responde a su estructura.
Queda pendiente el futuro de Abad. La posibilidad de que presidente de la UCR bonaerense termine de dar el salto a un liderazgo nacional dependerá, en gran parte, de los resultados de este domingo. Un escenario favorecedor sería obtener la banca del Senado - de repetirse el resultado de las PASO lo logrará- pero, sobre todo un batacazo de Néstor Grindetti sobre Axel Kicillof, que le asegure un hombre suyo en la vicegobernación de la provincia de Buenos Aires.