El domingo próximo el foco estará puesto en el resultado de las elecciones nacionales. Quién será el próximo presidente o quiénes pasarán al balotaje para definir los comicios el 19 de noviembre. Pero, en paralelo, habrá cuatro elecciones provinciales importantes y con implicancia en el resultado de todo el país.
Se elegirá gobernador en Buenos Aires, Catamarca y Entre Ríos, y jefe de Gobierno en la Ciudad de Buenos Aires. De esos cuatro distritos, el peronismo pone en juego tres y en uno de ellos buscará dar un batacazo. En mayor o menor medida, y por diferentes circunstancias, todos tienen influencia en la elección nacional.
Kicillof y el camino a la reelección en Buenos Aires
Axel Kicillof busca su reelección transitando un camino que, a priori, parece no ser tan complejo. En las PASO obtuvo el 36,41% de los votos. En el segundo lugar quedó Juntos por el Cambio con 32,92%, hoy representado por Néstor Grindetti, el ganador de la interna, mientras que el tercer puesto fue para Carolina Píparo, la candidata de La Libertad Avanza (LLA) que obtuvo el 23,76%.
La división de la oposición le permite al Gobernador consolidar la expresión oficialista y evitar que una ola opositora termine con su objetivo. Lo que Píparo pueda subir saldrá, mayoritariamente, del electorado de Grindetti. Y viceversa. Quizás la candidata libertaria pueda robarle algunos votos a Kicillof, pero no los suficientes para acortar los 13 puntos que los distancian.
“Además de que la oposición está dividida, los candidatos son malos. Los votos que suman son por el arrastre de lo que logran Bullrich y Milei a nivel nacional. Ellos no traccionan nada”, fue la sentencia de un funcionario bonaerense inmiscuido en el día a día de la campaña de Kicillof. La contracara de eso es que en el peronismo esperan que el Gobernador traccione los votos necesarios desde el conurbano para que Massa llegue al balotaje.
Unión por la Patria (UP) necesita hacer una mejor elección en la primera y tercera sección electoral. Ya logró tener una buena performance en el interior bonaerense, donde obtuvo el 30% de los votos. Más de eso es casi imposible. Es una zona geográfica donde la mayoría no suele acompañar al peronismo.
Por eso el foco está puesto en ajustar los números en los distritos fuertes y marcar la diferencia ahí. Ganar por un margen más amplio en La Matanza, Merlo, Malvinas Argentinas, Ituzaingó, Almirante Brown y Florencio Varela, por poner algunos ejemplos. Hay intendencias que, respecto al 2019, tuvieron una merma en la cantidad de votos. Lógico en el contexto nacional. Pero creen que desde esa base se puede crecer.
“La tercera sección nos puede dar más votos. Hay que lograr triunfos más contundentes. Ahí está una de las claves de la elección nacional”, explicaron desde gobierno bonaerense. En el búnker de UP hace tiempo que dicen que para dar vuelta la elección son determinantes los votos del conurbano y el norte grande. De ahí deben salir los votos que le permitan pasar a la segunda vuelta.
En La Plata aseguran que el corte de boleta no será un problema el domingo. No modificará el grueso de la elección. Esperan que sea el porcentaje lógico que se genera por la decisión de la gente y, en parte, por la determinación de algunos intendentes de repartir la boleta cortada. Jugada política histórica que puede quedar expuesta por la diferencia de votos entre el intendente y el candidato presidencial.
En el peronismo bonaerense tienen la misma línea que en el búnker de campaña nacional. El costo político de la devaluación, la inflación de dos dígitos y el aumento del dólar blue, ya fue amortizado. “Los que nos votaron en las PASO, nos van a volver a votar. Y lo que no lo hicieron, no lo harán ahora. Pero la elección va a ser ajustada”, indicaron en el entorno de Kicillof.
Santoro en búsqueda del balotaje en CABA
En la Ciudad de Buenos Aires todo el arco político sabe con anticipación que Jorge Macri ganará la elección. Lo que aún resta determinar es si logrará sacar la diferencia para coronarse este domingo o si deberá enfrentarse en un balotaje con alguno de los rivales que compiten, que son Leandro Santoro, de Unión por la Patria, y Ramiro Marra, de La Libertad Avanza.
Para terminar la elección el fin de semana Macri debe llegar al 50% de los votos. En las PASO Juntos por el Cambio logró el 55,88%. Pero en esa sumatoria el 27% fue de Martín Lousteau. Santoro sacó el 22,17% y Marra el 12,98%. Ambos pelean por quedarse con el segundo puesto y meterse en la segunda vuelta. El candidato de UP, a priori, es el que parece tener más posibilidades de forzar la pelea final.
En UP están convencidos que Macri no podrá retener todos los votos de Lousteau, por lo que no llegará al número 50. Y proyectan estar en 26 puntos. Ese aumento que marcan las encuestas respecto a las PASO entienden que se debe a que pudieron capturar votos del dirigente radical, que no apoyó la candidatura de Macri en el segundo tramo de la campaña y dejó de hablar en los medios. Se mostró con Bullrich, pero no con el ex intendente de Vicente López.
Lousteau se corrió del mapa en una clara señal de alejamiento del candidato del PRO. No se mostró en ningún momento con él. Ese silencio, entienden la oposición, les sirvió para no discutir votantes con el dirigente radical. “Ellos saben que Macri los quiere afuera de la coalición, por eso no jugaron en esta campaña”, indicaron en el equipo de campaña de Santoro.
El candidato opositor se dedicó a buscar los votos del radicalismo durante el segundo tramo de la campaña. “Si votaste a Lousteau y no queres al primo de Macri. Hay alternativa”, fue la frase que apareció en miles de afiches que aparecieron en toda la ciudad. Tenían una característica particular. Eran rojo y blanco, los colores de la UCR.
Además, Santoro decidió tomar 10 ideas de Lousteau para su campaña. Un guiño a los seguidores del senador radical. A pocos días de la elección, en la oposición porteña están convencidos de que Marra no tiene chances de llegar al balotaje. Está lejos y no hay encuestas que lo muestren creciendo. CABA es un distrito donde Javier Milei no logró hacer pie en las elecciones primarias, cuando el mapa se pintó de violeta.
Adán Bahl y la posibilidad de dar el golpe en Entre Ríos
En Entre Ríos el peronismo corre de atrás pero con entusiasmo. En las PASO Rogelio Frigerio ganó la interna de Juntos por el Cambio, que sacó el 39,91% de los votos. En el segundo escalón quedó el oficialista Adán Bahl, respaldado por el gobernador Gustavo Bordet, que obtuvo el 33,08%. Arturo Etchevehere, de La Libertad Avanza, quedó relegado con el 12,70%.
En el oficialismo entrerriano creen que pueden dar el golpe. En gran medida porque Sergio Massa mide muy bien en la provincia, lo que genera que tire hacia arriba la boleta a gobernador. Bahl es un candidato de bajo perfil al que le falta conocimiento, por eso la tracción que le genere el candidato presidencial es determinante para poder llegar a la gobernación.
“La simultaneidad de las elecciones nos juega a favor. En la provincia Massa y Milei compiten por el primer lugar. En las encuestas los dos rondan los 32 puntos. Bullrich se derrumbó. Va a ser un ancla para Frigerio”, indicaron en la gobernación entrerriana. Según los números que manejan en el oficialismo, la candidata del PRO no pasará los 25 puntos, lo que terminará influyendo en la elección local.
Hay cuatro ciudades claves en Entre Ríos en términos electorales: Concepción del Uruguay, Paraná, Gualeguaychú y Concordia. En la primera el peronismo tiene grandes chances de ganar, en la segunda la situación es más favorable a Frigerio, en la tercera Juntos por el Cambio está en condiciones de ganar por un margen amplio y en la cuarta el peronismo está bien parado y Massa mide 40 puntos, por lo que piensan que, gracias al arrastre, la terminarán ganando.
Los números son parejos. Tanto en el peronismo como en la oposición coinciden en marcar que Frigerio está tres puntos por encima de Bahl. El margen es acotado. Por eso en el oficialismo hay mucho entusiasmo con poder ganar la elección abrazados a la boleta de Massa y que Bullrich haga una mala elección en la provincia que termine hundiendo la boleta del ex ministro del Interior.
Jalil a un paso de seguir en el gobierno de Catamarca
Raúl Jalil quedó a un paso de lograr la reelección. En las elecciones primarias sacó el 54,95% de los votos. En el segundo lugar quedó Juntos por el Cambio con el 27,76% y Flavio Fama, senador nacional y candidato a gobernador de la oposición que ganó la interna. La diferencia es muy grande, por lo que el gobernador peronista parece estar cerca de concretar su objetivo.
“Nosotros trabajamos el segundo tramo de la campaña como si hubiésemos perdido. No hay que dar margen. Tenemos que lograr un triunfo contundente”, indicaron en la gobernación catamarqueña. El oficialismo espera sacar una diferencia de treinta puntos y aportar esa diferencia a la candidatura de Massa.
El norte grande es clave para que el candidato presidencial mejore su performance. Y en sumatoria de todas las provincias que componen la región pueden lograr un número que equipare la segura derrota en el centro del país, donde están los principales distritos electorales como son Córdoba, Mendoza y Santa Fe.
El peronismo tiene la parada más difícil en Entre Ríos, donde corre riesgo de perder la gobernación. En Buenos Aires y Catamarca no hay demasiadas espinas en el camino para cumplir con el objetivo de reelección, mientras que en CABA la apuesta de llegar al balotaje mantiene viva la esperanza de Santoro, que si no es Jefe de Gobierno quiere quedar plantado en el escenario político como el principal referente del espacio político en suelo porteño.