El gobierno de la provincia de Buenos Aires recibió este miércoles a los gremios estatales que venían exigiendo la reapertura de paritarias, luego de conocerse el índice de inflación del mes de septiembre de 12,7% sumado a la corrida del dólar que llegó a romper el techo de los $1000.
En el encuentro, que se llevó adelante en la sede del ministerio de Trabajo bonaerense, no se puso sobre la mesa una oferta en concreto. Aunque el Gobierno se comprometió a dar una respuesta al pedido que los gremios llevaron adelante en las distintas reuniones escalonadas: Docentes, Administración Pública y Judiciales. La respuesta llegaría antes de fin de mes.
Días atrás, los representantes sindicales habían realizado el pedido formal para la reapertura de paritaria al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa. “La reapertura se hace necesaria de manera urgente dada la situación inflacionaria, avalada por la especulación de sectores que impulsan desajustes económicos y financieros que perjudican los salarios de los trabajadores y que las organizaciones que integramos el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) rechazamos categóricamente”, explicaba parte de la la carta que los gremios docentes le hicieron llegar al titular de la cartera laboral bonaerense.
Este lunes, los gremios docentes pidieron un aumento para el mes de octubre “que permita retomar el camino de la relación básico - bolsillo y mantener los sueldos por arriba de la inflación”, y que “la base de cálculo pase del mes de febrero a septiembre”. La Provincia estudia el pedido.
Por lo pronto, el gobierno planteó que habrá una nueva convocatoria en la que -esperan los gremios- haya un ofrecimiento en concreto. También le informaron a los representantes gremiales que la eliminación del denominado Impuesto a las Ganancias será aplicado a partir del salario de octubre, que se percibirá en noviembre.
Las reuniones de este miércoles se dieron en marco del compromiso paritario para el último tramo del año. Kicillof había alcanzado un acuerdo con los gremios en los primeros días de septiembre cuando el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, había anunciado una suma fija de $60 mil para empleados públicos a pagarse en dos tramos e invitado a las provincias a adherir a la medida; lo que había generado cierto cortocircuito con algunas provincias.
En aquella instancia, Kicillof adicionó un 10% al aumento salarial que ya estaba pautado para los haberes de septiembre y completó un 25% en promedio para todas los trabajadores. Además garantizó que si el incremento no llegaba a los $30 mil “la Provincia iba a asegurar ese monto como piso de aumento”.
Este miércoles el gobierno también deslizó que ya se envío un instructivo para que en este mes también se devengue la bonificación de $30.000.
Las negociaciones con el sector gremial se dan en paralelo a la campaña electoral y las elecciones de este domingo en las que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, buscará la reelección a su cargo. Los gremios hacen su apuesta allí también.
La relación entre el gobierno bonaerense y las entidades sindicales que representan a todos los empleados de la provincia siempre ha sido de sintonía fina bajo la gestión de Kicillof. Hoy casi la totalidad de las entidades están encolumnados detrás de la candidatura del mandatario provincial.
Incluso, en el acto de este martes de Unión por la Patria en la cancha de Arsenal de Sarandí, muchos de los principales referentes gremiales fueron ubicados en las primeras filas del público que acompañó el cierre de campaña de Kicillof junto a Massa.
En las tribunas, UPCN que por ejemplo es uno de los sectores que participó de las reuniones de este miércoles, copó buena parte de una de las cabeceras junto a otros gremios en el acto por el Día de la Lealtad. También estuvo el titular de Suteba y secretario general de la CTA provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel, el secretario general de ATE Provincia de Buenos Aires y secretario gremial de ATE Nacional, Oscar Colo de Isasi, entre otros.