El próximo domingo 22 de octubre, los argentinos se volcarán las urnas para participar de las elecciones generales para designar al nuevo presidente de la Nación. Tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), cinco fórmulas lograron el porcentaje necesario para participar de los comicios definitivos.
Los cinco candidatos que competirán para suceder a Alberto Fernández, a partir del 10 de diciembre, serán: el diputado nacional de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei; la de la ex ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich por Juntos por el Cambio; la del ministro de Economía, Sergio Massa, de Unión por la Patria; la del gobernador y candidato de Hacemos Unidos por Córdoba, Juan Schiaretti; y la de la abogada de derechos humanos, Myriam Bregman (PTS), por el Frente de Izquierda-Unidad.
No obstante, habrá una diferencia importante en conteo de votos entre las elecciones PASO y las generales. Y es que el voto en blanco se considerará de distinta manera en los comicios del próximo domingo.
¿Qué es el voto en blanco?
El voto en blanco es un voto “válido”. La Cámara Nacional Electoral (CNE), “representa una manifestación de la voluntad del electorado de abstenerse de elegir entre las diversas propuestas formuladas en un sistema legal de sufragio; expresando así su disconformidad con todos los candidatos y con las propuestas formuladas por los partidos políticos”. Consiste en colocar, en la urna, un sobre vacío o con cualquier papel, sea del color que sea, pero liso.
¿Cómo se contabiliza el voto en blanco?
A diferencia de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en los comicios generales, el voto en blanco tiene un conteo distinto. La Constitución nacional, desde 1994, establece que los votos se deben contar sobre los que son afirmativos, es decir, los que eligen a una boleta de candidatos. Por eso, en las elecciones generales el universo se achica: para calcular los porcentajes solo se cuentan los afirmativos y se excluyen los votos en blanco.
¿A quién favorece el voto en blanco?
Los artículos 97 y 98 de la Constitución Nacional establecen qué es lo que necesita una fórmula presidencial para resultar ganadora. El primero señala que “cuando la fórmula que resultase más votada en la primera vuelta, hubiere obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”. El artículo 98, en tanto, señala que “cuando la fórmula que resultase más votada en la primera vuelta hubiere obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la Nación”.
Teniendo en cuenta esto, al excluir del conteo los votos en blanco en las generales, resulta más accesible para una agrupación llegar al 40% o 45% necesario para imponerse en primera vuelta, que si se contaran todos los válidos. Así, con la misma cantidad de votos, el porcentaje que obtiene una agrupación es mayor que en las PASO.
¿Cuántos votos en blanco hubo en las PASO 2023?
Más de un millón de personas rechazaron toda la oferta electoral que se presentó a las últimas PASO, una tendencia que reunió casi 400.000 votos más que en 2019. El 13 de agosto hubo 1.356.480 votos en blanco, que representan el 5,51 por ciento, según los datos del escrutinio definitivo.
¿Cuál es la diferencia entre el voto en blanco y el nulo?
El voto en blanco consiste en colocar, en la urna, un sobre vacío o con cualquier papel, sea del color que sea, pero liso.
La diferencia con el voto nulo, es que este último consiste en colocar, en el sobre, cualquier elemento u objeto diferente a una boleta oficializada, o fotocopias de boletas, o boletas de diferentes agrupaciones políticas para un mismo cargo, o boletas escritas con leyendas –salvo que el elector tache candidatos y agregue otros nombres a mano, en cuyo caso el voto es válido-, o boletas con dibujos o imágenes superpuestas, o boletas tan deterioradas que impidan identificar a la agrupación política a la que pertenece.