Cristina Kirchner decidió participar poco públicamente de la campaña electoral de cara al 22 de octubre, pero eso no significa que se corra del centro de la escena. Desde su despacho, en el primer piso del Senado, sigue siendo una de las voces principales del devenir de Unión por la Patria. Faltan once días para las elecciones y el kirchnerismo hace equilibrio entre las noticias que golpean la campaña y la vuelta a la territorialidad.
Aunque en los últimos días mantuvo pocos encuentros presenciales con los dirigentes que suelen ir a verla, la Vicepresidenta mantuvo la costumbre de ir todos los días a su despacho. Desde ahí habló con todos, inclusive el candidato a presidente Sergio Massa, con quien mantiene “una comunicación constante”.
Desde el kirchnerismo afirman que la relación con el candidato es “muy buena”. Ya no hay dudas ni desconfianza. Parte de esto es que muchas de las decisiones que se fueron tomando como parte de la campaña “fueron conversadas” entre ambos.
El martes, el día en el que el dólar paralelo superó la barrera de los 1000 pesos, CFK llegó temprano al Senado, algo poco habitual ya que suele concurrir pasadas las 12 del mediodía. Sin embargo, desde las 11 estuvo instalada en el primer piso de una semi vacía Cámara alta, desde donde siguió el movimiento cambiario. “Está atenta”, dijo una fuente palaciega con acceso al despacho de la ex mandataria.
Entre sus contactos habituales, además de Massa, están el ministro del interior, Eduardo Wado de Pedro, -quien también es el jefe de la campaña presidencial de Unión por la Patria- el diputado Máximo Kirchner y el gobernador Axel Kicillof.
Con este último, las conversaciones van en dos sentidos. El primero tiene que ver con la economía local, los planes de Massa y el mercado cambiario. Cuando CFK necesita una segunda opinión, su nombre está al tope de la lista. El segundo tema de conversaciones tiene que ver con la elección en la provincia de Buenos Aires. Sin la posibilidad de una segunda vuelta -el sistema electoral no lo prevé- el intercambio tiene que ver con las encuestas y en las últimas horas sobre el impacto del caso Insaurralde, el ex jefe de Gabinete del que se conocieron fotos con la modela Sofía Clerici en una lujosa embarcación en España.
En estos días, una parte de su tiempo lo dedicó a hablar con sus abogados en relación a la decisión de la Corte Suprema de Justicia que rechazó las recusaciones que realizó Cristina Kirchner contra Martín Irurzun, Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi, Juan Carlos Gemignani y del fallecido juez Claudio Bonadio, en causas como la llamada “ruta del dinero k”, “Memorándum con Irán” o el caso “Cuadernos”.
La intención de la mandataria es la de tomarse el fin de semana en el sur con la idea de visitar a su familia y descansar de cara a la última semana de la campaña presidencial que, aunque no la tendrá en actos ni presentaciones, se espera que su despacho vuelva al ajetreado ritmo de ser el centro de campaña como en la previa a las PASO.
Con un Palacio Legislativo casi vacío, con los senadores y diputados en sus distritos haciendo campaña para ellos o para los candidatos de sus espacios, el lugar vuelve a tener el atractivo del anonimato que tanto cultiva el kirchnerismo en general, y la Vicepresidenta en particular, para este tipo de encuentros.