Sergio Massa volvió desde este lunes a sentir el rigor de ejercer al mismo tiempo la función de ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria. La reciente suba del precio del dólar obligó al líder del Frente Renovador a poner en pausa la campaña y enfocarse en la urgencia. Haber saltado la barrera de los mil pesos encendió todas las alarmas y obligó a replantear las actividades de la semana.
Es una decisión que en el equipo de campaña de Unión por la Patria —que tiene el cuartel central en el edificio de Bartolomé Mitre— padecen: quedan menos de dos semanas hasta la elección y apenas 5 días hábiles de campaña, hasta el viernes 20 de octubre —a las 8 de la mañana— cuando empieza la veda. Cada día, cada hora y cada minuto estaba siendo calibrado para impactar en los diversos segmentos. Pero el terremoto del dólar —uno de los termómetros más elocuentes de la salud de la economía— desarmó el calendario que a la mañana le comparten a Massa en su teléfono celular.
En el entorno del funcionario admitían esta mañana que la agenda se cambió ayer por la tarde y puso en stand by lo previsto para toda la semana. Lo último que “cumplió” fue el almuerzo que compartió con directivos de la Cámara de Comercio. Fue allí, flanqueado por empresarios de peso de la Argentina que Massa afirmó: “Voy a meter en cana a los que están especulando contra el ahorro de la gente aunque me cueste la elección”.
Cuando pronunciaba esa frase, la moneda estadounidense ya se proyectaba a los $1.000 por dólar. Luego iba a tener un acto que tenía para el massismo un valor simbólico: iba a estar en el Aeroparque con directivos de Aerolíneas Argentinas, Flybondi y JetSmart, para anunciar la incorporación de nuevos aviones y más frecuencias. Iba a plantear que las tres empresas llegaron hasta a triplicar la cantidad de pasajeros transportados en 2019, en el gobierno de Mauricio Macri. “¿Quién hizo la revolución de los aviones, al final?”, plantearon en el equipo del ministro de Economía. Era una idea que quería pronunciar Massa.
Para hoy, Sergio Massa tenía en agenda visitar las provincias de Mendoza y San Juan. Son dos distritos donde a Unión por la Patria no le fue nada bien en la PASO. En la primera provincia, la coalición de gobierno quedó tercero (16,86%), detrás de Javier Milei (44,8%) y de Juntos por el Cambio (28,25%). En la segunda provincia, quedó segundo (29%), detrás del candidato libertario (34,17%), pero un poco mejor que JxC (27,89%).
Para mañana se esperaba un acto en Entre Ríos, donde el oficialismo se juega una batalla complicada, no sólo por la elección presidencial, sino porque allí habrá el 22 de octubre elecciones a gobernador. El peronista Adán Bahl y Rogelio Frigerio (PRO) están cabeza a cabeza y allí Massa también quedó segundo, detrás de JxC. Y el viernes, se lo esperaba al ministro-candidato en Río Negro y Santa Cruz, dos provincias patagónicas donde tampoco el oficialismo ganó.
El salto del dólar y las turbulencias financieras obligaron al equipo de campaña a recalcular los destinos y enfocarse en frenar una escalada que no sólo tiene potencial de daño a la candidatura de Unión por la Patria, sino de agregarle más incertidumbre a una economía que llega al domingo de las elecciones arrastrando los pies.
En el gobierno nacional identificaron a Javier Milei con sus declaraciones incendiarias sobre el peso —-”no vale ni como excremento”, había afirmado el economista— y el consejo de no renovar los plazos fijos como el disparador de la escalada de las cotizaciones del dólar. Tanto que hasta el propio presidente Alberto Fernández hoy presentó una denuncia en los tribunales de Comodoro Py para acusarlo de “intimidación pública”.
“La población se atemorizó respecto de la real posibilidad de que nuestra moneda, el peso, no mantenga su valor y continúe siendo el signo monetario del país”, sostuvo la denuncia que presentó como patrocinante del primer mandatario el abogado José Manuel Ubeira, quien también representa a Cristina Kirchner en la causa por el intento de homicidio. Según anticipó Infobae, la causa quedó a cargo del juzgado federal N° 1, de María Servini.
Las denuncias —hubo otra de una abogada cercana al gobierno— los operativos en la City porteña y los anuncios de la ampliación del swap con China, las trabas para la operatoria del contado con liquidación y hasta la confirmación de que el 24 de octubre ingresarán 1.050 millones de dólares por la licitación del 5G se inscriben en la misma lógica: frenar al dólar.