El sistema bonaerense en jaque: Kicillof acepta reformar la Legislatura, pero evalúa más cambios si es reelecto

La sucesión de hechos que cargaron de nerviosismo al sistema político de la provincia de Buenos Aires con el caso de Julio “Chocolate” Rigau y luego la renuncia de Martín Insaurralde como Jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires abrieron un contexto propicio para accionar y poner sobre la mesa ciertas reformas sobre el funcionamiento del Estado que son consideradas pertinentes, pero complejas, para algunos sectores. Aflora así un principio de acuerdo, que tiene hasta ahora -si se quiere- al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y a un sector de la oposición en la misma vereda.

“Algo hay que hacer”, es la visión que corre en diferentes espacios de poder. La trama de Rigau y el episodio de Insaurralde expone una eventual forma de usufructo sobre las instituciones que definitivamente entraron en crisis. Quizás por eso, Kicillof planteó como primera medida la disolución de la Jefatura de Gabinete bonaerense y Juntos -para salir por arriba del laberinto de Chocolate- planteó la unicameralidad y fusionar la Cámara de Diputados con la de Senadores para crear la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, a secas.

Hay un proyecto de ley que en agosto de este año fue impulsado por el senador provincial Marcelo Daletto. La iniciativa del legislador que responde a Emilio Monzó plantea una reforma profunda de llevar de 138 legisladores actuales (46 por el Senado y 92 por Diputados) a un esquema de 100 integrantes en una única Cámara, que además se votarán cada cuatro años y no cada dos como sucede actualmente cuando se renueva la mitad de Diputados y del Senado. Para ello, primero hay que aprobar la ley, luego ir a una enmienda y esperar el veredicto de la sociedad. Suponiendo que hay un avance significativo, los cambios podrían verse a partir del 2027. Que sea dentro de cuatro años también significa que no afectará los mandatos de los actuales legisladores.

Entre los fundamentos de la iniciativa aparece “la agilidad en la sanción de las leyes, una labor legislativa más puntualizada y un funcionamiento más austero de las instituciones políticas”. La norma tiene asignado el giro por las comisiones de Asuntos Constitucionales y Acuerdos, Reforma Política y Régimen Electoral y Presupuesto e Impuestos. Indefectiblemente necesitará del acuerdo de todos los espacios políticos. El Senado está compuesto por 23 bancas de UP y 23 de Juntos, una distribución que cambiará a partir del 10 de diciembre de este año.

El gobernador está dispuesto a dar la discusión. Desde el entorno del mandatario aseguraron a Infobae que ya se enviaron las primeras señales en ese sentido hacia la oposición. Hay un mar de posibilidades dentro de esa discusión que explora el Ejecutivo, a la par de la campaña electoral. Un aspecto puede ser, por ejemplo, el nivel presupuestario de la Legislatura.

Otro tema que el gobernador está abierto a discutir e indefectiblemente afecta intereses políticos es el financiamiento de los partidos políticos. El caso de Rigau puso la lupa sobre el destino final de ese dinero que se le halló al puntero del PJ a cargo de las 48 tarjetas de débito que fueron emitidas por contrataciones en la Cámara de Diputados bonaerense. En su despacho y en su círculo cercano, el mandatario habla de ir hacia un “modelo mexicano”, para mitigar este tipo de acciones.

Ya lo había planteado en 2019 en el marco de su libro “Y ahora qué”, un libro plasmado en base a diferentes entrevistas que le realizaron. En la conversación con el periodista Carlos Pagni el mandatario advertía “una demanda de la sociedad de más transparencia en cómo se financian las campañas”. El modelo mexicano que plantea tiene que ver con que los partidos políticos reciban recursos del Estado y no del sector privado. También sostiene que hay un sistema difícil de romper.

Todo está atado al resultado electoral; incluso el proyecto para disolver la Jefatura de Gabinete. Hasta el 22 de octubre, las energías están puestas en la campaña admiten en La Plata; en una evaluación que abarca a todas las fuerzas políticas. Difícilmente la Legislatura vuelva a sesionar hasta fin de año cuando se trate el Presupuesto bonaerense y la Ley Fiscal Impositiva. En ese marco de negociación está la eliminación de la Jefatura que en rigor significa una modificación a la ley de ministerio.

Kicillof también quiere avanzar con un proyecto de Ley de Transparencia y Ética Pública que presentó el año pasado en la Cámara de Diputados y aún no se movió de la comisión de Reforma Política. También espera por el nombramiento de jueces cuya prestación de acuerdo debe ser aprobada por el Senado bonaerense. El mandatario responsabiliza a la oposición de esta parálisis.

Lo que suceda el 22 de octubre será determinante para avanzar o no en estos cambios que ya están sobre la mesa y precisan de acuerdos macro e interfuerzas políticas. Si Kicillof consigue la reelección está la posibilidad avanzar en reformas; al menos eso es que lo transmite el propio mandatario bonaerense. Hay también algunas reformas que, además, podrían impactar también en la composición de su propio gabinete.

El razonamiento primario tiene que ver con que varios ministros son candidatos en estas elecciones. Algunos a cargos ejecutivos y otros legislativos. Los últimos son un hecho que serán electos porque encabezan las listas seccionales. A saber: el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, es el primer candidato a senador por la Segunda sección electoral. La presidenta del Instituto Cultural, Florencia Saintout es la primera candidata a senadora por la Octava sección electoral; el ministro de Trabajo, Walter Correa, es el candidato a concejal primero en la lista de UP en el municipio de Moreno.

Además, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia, Leonardo Nardini es el candidato a intendente del peronismo en Unión por la Patria. En las PASO se impuso sin problemas y, salvo una catástrofe, tiene el camino hallado para ser reelecto -es intendente en uso de licencia- en el distrito de la Primera sección electoral. Insaurralde era el primer candidato a concejal en Lomas de Zamora, pero renunció a esa candidatura.