El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, se abocará desde hoy y hasta el domingo a preparar su participación en el segundo debate presidencial, a dos semanas de las elecciones y en momentos en que el oficialismo enfrenta una coyuntura complicada en lo político por los coletazos del caso Insaurralde.
Con la ventaja de que el evento será en la Facultad de Derecho de la UBA, en el barrio porteño de Palermo, y no requerirá largos traslados, Massa y su equipo más cercano tenían previsto realizar los últimos ensayos y definir la estrategia para enfrentar a sus rivales. Lo harán en salones de un hotel especialmente reservado con ese fin y que se mantiene en secreto.
Según pudo saber Infobae, el ministro-candidato no tenía previsto hacer demasiados cambios con respecto a la preparación del debate del domingo último en el centro de convenciones Forum de Santiago del Estero. Estará otra vez rodeado del asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, el jefe de campaña, Eduardo “Wado” De Pedro, y el vocero Santiago García Vázquez. Y contará con el asesoramiento externo del equipo electoral que envió Lula Da Silva, que lidera Edinho Silva.
Massa sabe que el próximo domingo enfrentará un panorama más desafiante tanto porque sus rivales llegarán a la Facultad de Derecho con el aprendizaje del primer debate, como también por una coyuntura que le suma dificultades al oficialismo y les provee más argumentos: las derivaciones del caso de Martín Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora que apareció en fotos con la modelo Sofía Clérici navegando por Marbella.
Son adversidades que en el entorno del ministro-candidato las comparan con el recrudecimiento de la interna en Juntos por el Cambio, sobre todo por el rol de Mauricio Macri; y también los dardos cruzados entre Patricia Bullrich y Javier Milei, previos y post Coloquio de IDEA.
De todos modos, el funcionario estará enfocado en preparar las respuestas y los argumentos para enfrentar a Milei, Bullrich, al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti (Hacemos Nuestro País); y a la diputada nacional Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad).
Los cinco candidatos se enfrentarán en el segundo debate obligatorio que organizó la Cámara Nacional Electoral, que se transmitirá por la TV Pública y tendrá de parte de Infobae una transmisión especial la noche del domingo, desde las 20. Los temas que abordarán Milei, Massa, Bullrich, Schiaretti y Bregman son “Seguridad”, “Trabajo y Producción”, y “Desarrollo Humano, Vivienda y Protección del Ambiente”.
Los temas del debate
El líder del Frente Renovador tiene previsto jugar en esos tres temas la experiencia acumulada desde la Anses, la intendencia de Tigre y la actualidad como ministro de Economía. Y volverá a polarizar con las ideas de Javier Milei, a quien eligió como rival, en detrimento de Bullrich, la otra candidata que forman los tres tercios en que está articulado el electorado este 2023.
Sobre “Seguridad” Massa va a proponer el “modelo Tigre”, con cámaras de seguridad, GPS en patrulleros, centros de monitoreo, controles de armas, etc, para todas las ciudades con más de 100 mil habitantes. “Son medidas que bajaron 92% el delito” en ese municipio del norte del conurbano bonaerense, tiene previsto decir el domingo.
Y en contraposición hablará de las ideas de Milei y señalará, en un mensaje dirigido a las mujeres y madres, las dudas y riesgos que genera la posibilidad de que se permita acceder a armas a chicos de 16 años o más. En diversos actos Massa viene hablando de que los adolescentes vayan a la escuela o a los clubes con armas en sus mochilas en vez de notebooks. “El mensaje es proponerles imaginar que sus hijos vayan armados al colegio o al club”, dijeron cerca del ministro.
Sobre “Trabajo y Producción”, Massa hablará sobre las últimas medidas que puso en marcha en las últimas semanas para bajar impuestos, eliminar Ganancias y brindar alivio fiscal tanto a las empresas -exportadores a los que se les retiró las retenciones para las economías regionales- como a las familias, a empleados, monotributistas, jubilados y beneficiarios de planes sociales.
Con respecto al contrapunto con Milei, habrá una crítica a la posición que expresó el líder libertario en contra de profundizar el intercambio comercial tanto con Brasil, como con China. Pondrá el ejemplo de Córdoba, cuyo sector automotor depende de las exportaciones al socio del Mercosur. Y de otras actividades industriales o de la actividad primaria, como La Rioja y Catamarca.
Sobre medio ambiente y desarrollo humano, el candidato de Unión por la Patria defenderá el cuidado de la ecología y lo contrastará con algunas frases controversiales que pronunció Javier Milei, como la vez que en una charla habló de la contaminación de los ríos. “También hablará de la cuestión energética y de las oportunidades que se le abren a los argentinos con el desarrollo de energía limpia, el hidrógeno verde, y la transición a energías renovables”, explicaron. “Al argumento de la libertad hay que contraponerle la idea de ‘oportunidad’, indicaron las fuentes.
Son las razones y argumentos que jugará Massa la noche del domingo que viene, pero que responderá al tipo de confrontación que planteen sus adversarios. Con Bullrich lanzada a una dura confrontación con el kirchnerismo y los roces con Milei, descuentan que el segundo y último debate será más picante que el de Santiago del Estero. Por eso, un ejercicio al que le pondrán más atención será el uso del botón rojo y cómo abordar las preguntas cruzadas del final.
En la primera ronda, a Massa le tocará hacer una pregunta a Myriam Bregman y que Milei le haga una pregunta a él; en la segunda ronda él le hará una pregunta a Milei, y recibirá una consulta de Schiaretti; mientras que en la tercera le preguntará a Patricia Bullrich y luego recibirá de ella una pregunta; para culminar en la cuarta ronda con una pregunta a Schiaretti y recibirá una consulta de Bregman.
El caso Insaurralde
Las derivaciones judiciales del caso Insaurralde -como así también las turbulencias pre electorales del mercado cambiario- tenían al equipo de colaboradores de Massa siguiendo con atención que no se agraven aún más las condiciones de un escenario general ya de por sí complicado.
De todas maneras, Massa descuenta que desde la presentación misma del debate, en las réplicas -con un uso más inteligente y pensado de parte de sus rivales del denominado “botón rojo”- y en las preguntas cruzadas, el escándalo Insaurralde y sus derivaciones judiciales, van a ser mencionados por sus rivales.
Sobre esto, Massa argumenta que apenas se conocieron el domingo pasado, previo al primer debate, las fotos de las lujosas vacaciones de Insaurralde y la modelo Sofía Clérici, él exigió que presentara la renuncia inmediata al cargo de jefe de Gabinete y a la candidatura a concejal en la lista de Unión por la Patria.
Ocurrió el mismo domingo, tras una comunicación con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Fue la respuesta inmediata que dieron frente al escándalo. Ambos respondieron con el mismo concepto: “No somos lo mismo”. Una encuesta midió el impacto del caso y reveló que el 74% estuvo “muy de acuerdo” con el pedido de renuncia al ex jefe Gabinete.
El otro tema que también puso en alerta a la campaña del oficialismo, a horas del debate y a menos de dos semanas de las elecciones son las turbulencias del mercado cambiario. Massa dispuso profundizar los controles sobre operadores del sistema financiero para frenar la escalada de la cotización libre, pero sobre todo del contado con liquidación y del MEP.
El ministro puso a trabajar a Lisandro Cleri, del Banco Central; Guillermo Michel, de Aduana; el viceministro Gabriel Rubinstein; y el jefe de Asesores, Leonardo Madcur; para contener una escalada que se había tornado peligrosa en el inicio de la jornada del jueves. Son controles que, en principio, se van a mantener.