Este martes, los aspirantes a la intendencia del municipio bonaerense de General Pueyrredón se reunieron en un debate de propuestas que buscó arrojar luz sobre el futuro de la ciudad de Mar del Plata. Con cuatro candidatos en la contienda, el intendente Guillermo Montenegro, de Juntos por el Cambio, busca la reelección en una discusión en la que enfrentó a sus retadores Fernanda Raverta, del Encuentro Marplatense, Rosa Mauregui del Frente de izquierda y de los Trabajadores (FIT-U), Rolando Demaio de La Libertad Avanza (LLA).
El evento, que reunió características similares al debate presidencial celebrado el pasado domingo en la provincia de Santiago del Estero, fue estructurado en nueve secciones y ejes temáticos que abordaron cuestiones cruciales en materia de seguridad, empleo, desarrollo productivo, obras y servicios públicos.
Aumento de la planta política
Después de las presentaciones de cada candidato, Fernanda Raverta abrió la primera controversia de la velada sobre gasto político de la intendencia, al responder una pregunta cruzada de Demaio en la que defendió una visión de gestión “austera” en caso de ganar las elecciones: “Yo voy a reducir la planta política, los cargos políticos que tenemos. Hoy son 135, y cuando asumió el actual intendente Montenegro, eran 82. No han resuelto los problemas de los marplatenses. Estamos igual o peor que hace cuatro años. Por lo tanto, está claro que engrosar la planta política no trae soluciones novedosas”.
Por su lado, el candidato libertario respaldó la idea de una reducción drástica de la cantidad de funcionarios políticos en el gobierno municipal, aunque advirtió que además va a “congelar el ingreso a planta permanente de empleados municipales con excepción de los esenciales en salud, educación y seguridad”. Raverta, en contraste, rechazó la idea de achicar el Estado municipal: “Creo que no sirve reducir secretarías, sí me comprometo a hacer reducir la planta política, esa planta política que no ha resuelto los problemas de los vecinos”.
Montenegro buscó defenderse ante la crítica de Raverta de haber incrementado la cantidad de funcionarios. “No son 135, son 117 y de esos cobran un 20% menos (de salario). Como vos sos economista y te gusta tener claro cuáles son los números, eso representa 94 funcionarios”, dijo. Y agregó que “lo más importante acá” no son las cifras de funcionarios políticos sino que “en mi gobierno va a haber menos empleados municipales de planta el día que yo me vaya”. “Tiene que ver con un ahorro real de lo que tiene que ver con las cuentas públicas y tenerlo ordenado”, resaltó.
Tomas de tierras, un eje de la tensión
En poco más de una hora y media del debate, que incluyó propuestas para la ciudad y otras temas locales, uno de los momentos más destacados se centró en la cuestión de la toma de tierras, un tema candente en General Pueyrredón de los últimos años. Guillermo Montenegro acusó a Fernanda Raverta por pertenecer a un espacio político que, según él, fomentó ocupaciones de terrenos.
Raverta aclaró su rechazo a la toma de tierras y explicó su postura: “Nunca voy a estar de acuerdo con algo que es un problema. Yo si soy elegida intendenta del Distrito de General Pueyrredon, voy a tener un programa, una agenda, una propuesta para resolver el problema habitacional y voy a condenar siempre la toma de tierras”. Incluso, advirtió que un funcionario que ella designó en el gobierno bonaerense fue quien hizo la última denuncia contra una toma en General Pueyrredón.
En la réplica, Montenegro contó su “sorpresa” porque en estos cuatro años “no solamente no vi ningún funcionario nacional y provincial, sino al contrario, terminaron siendo denunciados penalmente” por él en las ocupaciones que ocurrieron, por ejemplo, en zonas como Las Heras. Y reafirmó que continuará impulsando denuncias penales contra los organizadores de las tomas de tierras: “El que toma terrenos es un delincuente y el que se levanta temprano para ir a trabajar y decide construir su casa ladrillo a ladrillo y comprarse su terreno, es el que tenemos que defender”.
Discriminación y desigualdad de género
La candidata de izquierda Rosa Mauregui apuntó en otro cruce a Demaio por las declaraciones de Javier Milei sobre su rechazo a la idea de que existe desigualdad salarial y de género. Y le preguntó que política llevarán a cabo para erradicar la violencia hacia las mujeres en el municipio.
“Yo no creo en la desigualdad entre el hombre y la mujer”, expresó el libertario. “Yo soy un profesional en Ciencias Económicas hace 35 años y les puedo asegurar que no hay un solo convenio laboral en el que se encuentre una sola diferencia entre el salario que cobra una mujer y el que cobra un varón. Somos todos iguales ante la ley. Sí tenemos que proteger los derechos fundamentales, como el derecho a la vida, el derecho a la propiedad privada y el derecho a la libertad”.
Además, Demaio aclaró que no impulsará ninguna acción tendiente a ese tema porque “no tiene nada que ver con lo que es el aspecto de la municipalidad”. “Estamos hablando de leyes que son nacionales, en muchos casos provinciales”, sostuvo.
“Marbella” y el caso Insaurralde
El cierre del debate estuvo a cargo de Guillermo Montenegro, quien aprovechó la ocasión para referirse al escándalo que salpicó al ex intendente de Lomas de Zamora y jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde, que tuvo que renunciar a su cargo provincial luego de que se filtraran fotos suyas con la modelo Sofia Clerici en un viaje de lujo en la ciudad francesa de Marbella.
“Yo soy el gordo Montenegro, el que no está atrás del escritorio, el que escucha, el que camina, el que se compromete, el que enfrenta los problemas y que también contesta miles de mensajes de WhatsApp a cada uno de ustedes. Y los contesto yo. Y lo saben”, arrancó el intendente. Y concluyó: “Yo el barco que me subí es el ‘Luigi’ de Tony Solimeno en la base naval y la única Marbella que conozco es la fábrica de conservas de acá de Mar del Plata. Hace cuatro años me comprometí a defender esta ciudad y estar al lado tuyo y esto es lo que voy a seguir haciendo. Te pido que me acompañes”.