Desde Mar del Plata - “Acá pareciera que hay un solo algoritmo y se llama Javier Milei”, aseguraba ya entrada la noche un encumbrado consultor político parado al fondo del enorme salón principal del hotel Sheraton de esta ciudad, mientras cientos de ejecutivos esperaban con poquísimo interés por el presidente Alberto Fernández, sobre el cierre de la primera jornada del coloquio de IDEA.
Con el candidato de La Libertad Avanza como tema de conversación obligado de todas las charlas de pasillo -la precipitada escalada del dólar y el escándalo en torno a Martín Insaurralde completaban el resto de las charlas-, y después de que desde el equipo del economista confirmaran su ausencia en sintonía con Sergio Massa, que también avisó con algunos días de anticipación que no será de la partida, la postulante de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, llegará este jueves por la mañana a Mar del Plata para participar del encuentro empresario, una disertación prevista para minutos antes de las 13, un horario por demás incómodo que este miércoles era blanco de todo tipo de especulaciones: a la misma hora, a diez minutos de este hotel ubicado frente al golf, Milei encabezará un almuerzo con casi un centenar de hombres de negocios, una comida que, bien entrada la tarde, había despertado tanto interés en el círculo rojo que se transformó en la comidilla del evento.
Hasta anoche, en el Sheraton trascendían aún algunas versiones que daban cuenta de que existían conversaciones contrarreloj con colaboradores cercanos al candidato libertario para intentar convencerlo de rever su decisión. También con Massa. En ambos casos, colaboradores cercanos confirmaban que las chances eran escasísimas.
“No hay nada personal: es una decisión estratégica”, explicaban a última hora desde La Libertad Avanza sobre el por qué de la ausencia de Milei, que llegará esta mañana al aeropuerto local y estará, según las fuentes, “hasta las cuatro de la tarde”.
El encargado de su estadía es Juan Napoli, del Banco de Valores, que le organizó un almuerzo en el restorán Furia, sobre la calle Rawson, cercano al shopping Paseo Aldrey, con medio centenar de ejecutivos y dueños de empresas, un listado que, anoche, ya tenía anotados casi el doble de los convocados. Napoli estuvo toda la tarde en el evento.
No hubo ni un solo asistente al encuentro que no quisiera saber qué hay detrás del escándalo de Insaurralde, tras las imágenes del flamante ex jefe de ministros bonaerense en un yate en Marbella en compañía de la modelo Sofía Clérici. “¿Qué pasó? ¿Quién lo filtró?”, se preguntaban dirigentes empresarios en el lobby del Sheraton. Había, en ese sentido, versiones para todos los gustos. Algunas, de las más disparatadas. La otra pregunta fue: “¿Cuánto va a afectar al oficialismo?”.
Anoche, dirigentes opositores aseguraban que algunas encuestas recién salidas del horno mostraban a Bullrich y a Massa habían perdido en estos días algunos puntos en manos de Milei. Por igual.
La trepada furiosa del dólar fue otro de los temas que más preocupó a los presentes. el gerente de un banco, que viajó en auto desde Buenos Aires hasta Mar del Plata, remarcaba entre sus asesores una profunda incertidumbre por la crisis.
En ese contexto, la presencia de Bullrich concentraba en la previa toda la atención de la segunda y anteúltima jornada del coloquio ante un escenario particular: tuvo récord de asistentes, y un desinterés general de la política, en un encuentro que en los últimos años atrajo, en su mayoría a figuras de la oposición, en especial de Juntos por el Cambio. Además del Presidente, solo el intendente Juan Zabaleta desfilaba este miércoles por la tarde por el café del hotel: el ex ministro participará hoy de un panel junto a su ex colega de Ciudad María Migliore.
“Hay expectativa de escuchar a Patricia, por supuesto: es la única candidata que viene”, comentaba al pasar un dirigente empresario mientras el Presidente promediaba su discurso frente a un auditorio poco atrapado por su monólogo: de a ratos se escuchaban murmullos y risas, una batería de humoradas, y algunos asistentes abandonaban el salón.
Bullrich llega hoy a esta ciudad para sentar posición ante un auditorio que la tiene al tope de las preferencias pero en medio de una creciente incertidumbre interna, con un discurso débil en el plano económico y a menos de veinte días de las elecciones y a horas del segundo y último debate presidencial, tras su paso por Santiago del Estero que dejó una performance que no convenció ni a ella ni a sus estrategas. “No dijo nada de lo que había prometido”, se escuchaba anoche.
“Estamos rezando para entrar al balotaje”, decían por estas horas algunos de los dirigentes de Juntos por el Cambio que llegaron cerca del mediodía a Mar del Plata. Varios de ellos coincidieron para el almuerzo en un restorán de pescados y mariscos en la zona del puerto, un reducto atractivo para la política.
A la tarde, por el lobby del Sheraton, paseaban desde Hernán Lacunza, Eduardo Levy Yeyati, Silvia Lospennato, Julia Pomares, Eduardo Amadeo, Gabriel Mraida, Emilio Monzó, Nicolás Massot y Paula Bertol, entre otros. Rogelio Frigerio merodeaba la zona. También Luis Petri. La noche anterior, varios de ellos participaron de la cena de recaudación en el Movistar Arena de Villa Crespo: el microestadio, dicen, estuvo lleno de medianos empresarios. Pero algunos de los presentes confiaron a este medio que el discurso de Bullrich fue menos atractivo que el de Carlos Melconián, su candidato al Ministerio de Economía que en estas horas también llegaba a la ciudad balnearia.
En el equipo de Bullrich reconocen que la candidata no atravesaba esta semana sus mejores días -“Ojo: Massa tuvo una semana peor”, explicaban en alusión al escándalo Insaurralde y al dólar-. Todavía se habla de las consecuencias de la interna brutal de las primarias entre la candidata y Horacio Rodríguez Larreta, y del nuevo coqueteo de Mauricio Macri con el libertario en el exterior que originó la reacción de la propia candidata, y en el lobby del hotel Sheraton se conjeturaba este miércoles sobre la conveniencia o no de pactar gobernabilidad con Milei en caso de que el economista de LLA gane las elecciones, un escenario que, incluso en el equipo bullrichista, pronostican con algo de resignación.
El faltazo de Milei y de Massa, y el creciente interés en la “contracumbre” organizada por LLA -”la armamos hace cuatro meses, coincidió justo”, resaltaban por la tarde con algo de humor desde el espacio-, motivó en la previa todo tipo de especulaciones sobre la disertación de la ex ministra de Seguridad.
“Ahora la clave pasa por ver cuál de los dos eventos atrae más”, decían en la tarde de ayer. La candidata de JxC, según su entorno, nunca pensó en faltar a la cita de este jueves. Pero fuentes cercanas a la organización explicaron que habrían existido sugerencias para “desestimular” su presencia, aunque no prosperaron.
Son horas decisivas para Bullrich, en la previa del debate de este domingo en la facultad de Derecho de la UBA. Otra chance para tratar de posicionarse. “Esta vez sí tiene que ser a matar o morir”, decían en Mar del Plata. Entre el viernes y el domingo, la ex ministra había liberado su agenda para entrenar.