Desde Mar del Plata - Javier Milei no comió ni tomó nada. Apurado, escoltado por su hermana Karina y el banquero Juan Napoli, que convocó al encuentro, subió al rooftop -el primero de esta ciudad- del restorán Furia cuando los invitados, una mezcla de ejecutivos y dueños de empresas, ya se habían devorado varias de las entradas y esperaban por el candidato de la Libertad Avanza a sabiendas del malestar que en buena parte del círculo rojo empresario había despertado la contracumbre organizada por asesores del economista.
Patricia Bullrich conocía ese malestar. También su entorno y consultores cercanos. Algunos de ellos incluso habían tratado de interceder ante la cúpula del Coloquio de IDEA que se desarrolla desde este miércoles aquí en Mar del Plata para que la candidata de Juntos por el Cambio cambiara su itinerario o directamente no participara del encuentro, frente a las ausencias de Sergio Massa y del economista de LLA y, para peor, del almuerzo ideado en paralelo a la disertación de la ex ministra.
La candidata opositora decidió entonces redoblar la apuesta: no solo se sentó frente al auditorio colmado del hotel Sheraton a la misma hora que su contrincante, si no que, ante la advertencia de una de las moderadoras -Sofía Vago, CEO de Accenture Argentina-, que le avisó que se agotaba la exposición, Bullrich desafío: “Tengo todo el tiempo del mundo”.
Fue tal la importancia que la ex presidenta del PRO le quiso dar al evento que, un rato más temprano, optó por no pasar por una presentación que se hizo en El Torreón, y que contó con la presencia de Guillermo Montenegro, Néstor Grindetti, Esteban Bullrich, Maximiliano Abad y Fabián Perechodnik, entre otros. Para concentrarse directamente en su exposición.
Había al menos una docena de hombres de negocios, entre ellos Daniel Funes de Rioja, Marcelo Figueiras, Sebastián Bagó o Martín Cabrales, que esperaban a que terminara la disertación de la candidata para correr a sus autos y manejar hasta la terraza del restorán sobre la calle Rawson en el que Milei exponía su programa económico: llegaron cuando terminaba el monólogo del candidato. Un grupo, con decenas de consultores y directivos de compañías, analizaron más tarde ambas puestas en escena en la bodega Costa & Pampa, en Chapadmalal, a media hora de Playa Grande, una reunión informal regada con buen vino.
El economista habló durante 25 minutos -repitió el mismo libreto de los últimos meses sobre el Banco Central y la dolarización-, y le respondió a Carlos Melconian, el ministro de Economía elegido por Bullrich en caso de llegar a la Presidencia, que hace tiempo dice, con metáfora gastronómica, que la idea de dolarizar la economía es impracticable.
“Hay fideo, hay tuco y hay plato, lo que sobra es ignorancia y mala leche”, disparó Milei con su habitual y polémico estilo este jueves durante su discurso, parado al lado de Napoli en un sobrio traje negro y corbata, y mientras varios de los presentes apuraban sus tragos y bebidas.
“Bienvenidos a escuchar al próximo presidente de la Nación”, lo presentó minutos antes el dueño del Banco de Valores. “Para los pícaros que dicen que esto es un contracoloquio, que se informen un poco, esto lo organicé en junio”, agregó el banquero. Ni él ni ninguno de los presentes desconocía el revuelo que se había armado en las últimas 24 horas por la organización del evento, con un formato bien descontracturado que sorprendió a muchos de los invitados.
Hasta horas antes del almuerzo, desde IDEA habían buscado, en vano, que el economista libertario reviera su decisión de no participar del coloquio. La negativa del postulante, y la cumbre paralela, no cayó nada bien. “Entendemos que es una estrategia de campaña, pero rompe puentes”, subrayaron.
Según trascendió, además del dueño de VALO, el sindicalista Luis Barrionuevo, que figuraba en la lista de invitados, fue otro de los que participó de la organización del evento.
Milei casi que no saludó a nadie. De hecho, mientras promediaba su discurso, reprendió a uno de los asistentes cuando le sonó por algunos segundos su teléfono celular, y al finalizar lo paró en seco al banquero Gabriel Martino, muy cercano al PRO, que lo quiso saludar con un beso de cachete y el candidato solo le tendió la mano: “Vos sos amigo de (Horacio) Rodríguez Larreta”, lo frenó. Después de ese desaire, se fue raudo del rooftop sin intercambiar más saludos.
Un rato antes, en el hotel Sheraton, Bullrich había vuelto a cautivar al círculo rojo con un discurso que tuvo una altísima aceptación entre la platea según varios de los empresarios y directivos de empresas consultados por Infobae. “Estuvo muy sólida, se lo dije a su equipo”, dijo uno de los que escuchó primero a ella y después al libertario. “La mejor en mucho tiempo: angelada como antes”, respondió otro. Al final de la exposición de la ex ministra, el auditorio, plagado de votantes de JxC y rebalsado de gente, la ovacionó.
En la previa había una creciente incertidumbre no solo por su discurso si no por el almuerzo paralelo de Milei que durante la tarde del miércoles había sido la comidilla del coloquio: decenas de dirigentes empresarios preguntaban cómo participar. El listado original de 50 asistentes, trascendió, tenía el doble de asistentes entrada la noche. Al final, hubo medio centenar de comensales. Ninguno se fue de Furia con demasiado entusiasmo.
“Ahora Patricia tiene que irse y encerrarse a preparar el debate”, resaltaban este jueves en esta ciudad de cara al debate presidencial de este domingo en la facultad de Derecho de la UBA, el segundo tras el del domingo pasado en el que la ex ministra no tuvo una buena performance. “Ahora es a todo o nada”, decían.