La entrevista con Sergio Angelini, presidente del Grupo MSA, la empresa que proveyó las máquinas con las que se votó con Boleta Única Electrónica en las PASO porteñas de agosto, se realizó el pasado viernes, un día después de que le enviara una carta al presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía, con durísimas críticas a María Romilda Servini después de los cuestionamientos de la jueza a la empresa y de que la Ciudad definiera volver al tradicional sistema de votación de papel para las elecciones concurrentes del 22 de octubre.
En esa carta, el titular de MSA, cuyo contrato fue rescindido por el Gobierno porteño y que defiende el mecanismo de BUE -”Pueden haber máquinas que fallen”, asegura-, resaltó que la empresa fue “centro de un enconado embate”.
-Ha pasado un mes y medio de las elecciones concurrentes en la ciudad de Buenos Aires, donde los porteños hemos votado nuevamente con Boleta Única Electrónica. ¿Falló algo, qué falló? ¿Cuál es la conclusión que sacan desde la empresa sobre las elecciones concurrentes?
-Creo que deberíamos diferenciar a qué nos referimos cuando decimos qué fallo, si hablamos de tecnología, por un lado, y proceso organizativos por otro, podemos llegar a decir que hubo algunas conjunciones que no funcionaron bien...
-En el proceso organizativo...
-En particular, es complejo lo que sucedió en la ciudad de Buenos Aires porque es una elección concurrente donde debían coordinar dos organismos nuevos de la Ciudad que tienen código electoral muy reciente, que tienen apenas cuatro años, y la Justicia nacional que era la que concurría por hacerse en la misma fecha. Entonces, esta coordinación es compleja porque había que tener dos tipos de votación en una misma aula, autoridades de mesa capacitadas para ambos sistemas, procesos para desarrollar dentro del aula para que se agilizara la circulación de votantes, y después la tecnología. Realmente la tecnología no falló, no hubo ningún inconveniente con el sistema de voto electrónico, quizás es uno de los procesos electorales con tasa de fallos de equipamiento más bajo que hayamos tenido nosotros en la historia, y estamos hablando de ya más de un centenar de elecciones en todas partes, incluso en el exterior. Pero la realidad es que el ciudadano se queda con lo que escucha primero, y hubo colas, y la demora, y las máquinas, y demás, y la realidad es que si uno consulta a los ciudadanos, los ciudadanos no tuvieron inconveniente en sufragar con la máquina de voto.
-Ahora vamos a ir más a lo particular, pero usted dice que todas esas colas y demoras no fueron originadas por fallas del sistema de las máquinas, si no por la doble votación, por un error humano, por ponerlo en esos términos.
-Digamos lo siguiente: no tuvo nada que ver la tecnología.
-¿No hubo fallas?
-Sí, hubo fallas. En un proceso electoral donde hay tecnología hay que considerar que las máquinas pueden fallar, son máquinas que no son estáticas, si no que se las carga, se las lleva un camión, se las golpea... entonces nos encontramos el día de la elección con un total de 7 u 8 máquinas destruidas, con pantallas rotas y demás. Pero a lo largo de toda la jornada, de todas las horas de votación, se repusieron un total de 251 máquinas...
-¿El 1,7% del total?
-Sobre 14.300 y pico de máquinas que hubo.
-¿Cuántas máquinas se utilizaron?
-La cantidad de mesas que había eran 9.000 aproximadamente. Nosotros pusimos 14.000 máquinas a disposición, de las cuales estaban como backup en las escuelas, en vehículos, había 20 vehículos distribuidos en la Ciudad con personal técnico y equipamiento por si alguna escuela requiriera algún recambio adicional backup. Esto es un proceso normal.
-¿Y por qué cree si como usted dice esto es normal, y son fallas menores en términos cualitativos, hubo tanto ruido en este proceso? ¿Qué fue lo que pasó?
-Hubo una desafortunada comunicación muy temprana como consecuencia de, entiendo yo, una ausencia importante de autoridades de mesa, en donde la constitución de las mesas implicada que había mesas que no tenían autoridades, y hubo que desarmar otras mesas de la misma escuela en donde había dos autoridades para que fueran a una. Esas autoridades decían “tengo un proceso complejo para llevar adelante y voy a estar solo durante todo el día”. Entonces, esto causó algún tipo de molestia en las autoridades de mesa y fueron respaldadas por los delegados presentes que decían “bueno, acá lo importante es que la elección nacional no falle”, y es como que se pasó a un segundo plano la concurrencia.
-¿Y ese error a quién le cabe?
-Hay un punto que es importante de ver: no fueron todas las mesas de la Ciudad las que tuvieron ese problema. Hemos ido a votar y había mesas que tenían colas realmente importantes y mesas al lado que no tenían ningún tipo de inconveniente. Y ahí es donde podes ver que el fluir del electorado en las mesas tenía que ver básicamente con la disposición de la autoridad de decir “atiendo a más de uno a la vez, estoy tomando los datos de uno mientras el otro está votando en la jurisdicción nacional, y otro está en la máquina”, porque les resultaba razonable moverlo. Y hubo otros que dijeron “atiendo de a uno”, y atiendo de a uno.
-Ahora Sergio, después de las elecciones del 2015 en las que también se utilizó el voto con BUE, y en el que ustedes fueron los proveedores, hubo un informe de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA que concluyó que el proceso había sido exitoso, pero recomendó que las tareas empiecen un año antes a desarrollarse. ¿Puede haber fallado el poco tiempo que hubo de preparación? ¿Eso es una falla por parte de la empresa?
-Sin dudas. Nosotros hemos asistido tecnológicamente a organismos electorales que han convocado en una elección 30 días antes, y lo hemos podido hacer sin ningún inconveniente. Ahora, son procesos a veces que la autoridad se pone en una posición de adoptar las mejores prácticas que uno le puede sugerir respecto de toda la experiencia que tiene, y fluye el proceso de hacer esto. Nosotros acá en la ciudad de Buenos Aires tomamos los tiempos que había, no eran tiempos malos, fueron suficientes, pero en donde no había habido un trabajo previo es entre los organismos electorales entre sí, que tenían que empezar a encontrar un canal de diálogo que permitieran hablar de lo mismo, que se pusieran de acuerdo las competencias y las autoridades, y tener cuidado en esto de la subordinación de quien tiene más poder sobre otro, porque hay cuestiones que afectaron el proceso electoral en lo organizativo.
-¿Y eso es responsabilidad del Juzgado electoral federal?
-Lamentablemente hubo un acta en la que se determinó que la asistencia técnica que debía proveerse en las escuelas estaba muy por debajo de las mejores prácticas recomendadas a nivel internacional de la implementación de tecnología. Yo atribuyo a esto en todo caso a escaso tiempo de haber podido dialogar con la Justicia federal y explicarles el sistema porque nunca lo pudimos hacer.
-¿No tuvo ningún ámbito previo a la elección de explicación del proceso con la Justicia electoral federal?
-No.
-Sí con la Ciudad.
-Con la Ciudad porque obviamente es el que convocó, el Tribunal Electoral es el que está a cargo de la jurisdicción.
-Pero no con el Juzgado electoral federal.
-No.
-¿Y eso a qué lo atribuye?
-En realidad, en principio porque la convocatoria la hace la autoridad electoral de la Ciudad y quien toma la responsabilidad contractual con el proveedor es el Gobierno de la Ciudad. Luego la coordinación entre las instituciones es esto, es institucional. No había ninguna obligación, quizá lo que faltó es algo de habilidad en tratar de entender el concepto electoral como era porque es un modelo nuevo a pesar de que se ha votado en la ciudad de Buenos Aires previamente. Y hubiese sido conveniente tomar medidas bien coordinadas, porque la concurrencia no es un problema, venimos de tener procesos concurrentes con jueces federales y autoridades locales en el interior del país en situaciones similares, boleta papel, Justicia federal, Justicia local, la provincia de Neuquén o Salta lo han hecho.
-¿Entonces aquí no falló la concurrencia?
-La concurrencia no es el mejor modelo porque tiene este tipo de inconvenientes de pedirle al elector que utilice dos sistemas electorales en un mismo proceso, si uno tiene que pensar es recomendable no hacerlo, pero no es algo complejo de llevar adelante. De hecho, esto que te comentaba, ha funcionado perfectamente bien pero ha habido un gran diálogo y un gran compromiso de parte de los organismos federales y provinciales para que esto funcionara bien.
-Hubo una imagen muy anecdótica, y que en su momento colaboró para que existieran sospechas o críticas por parte de la Justicia electoral federal, que fue el voto de Patricia Bullrich, en el que tardó un montón de tiempo en votar. ¿Supieron qué pasó con esa máquina?
-A ver, pueden haber máquinas que fallen...
-¿Y en ese caso supieron qué pasó?
-Esa máquina, no se los resultados, pero el procedimiento es precintarlas, separarlas y dejarlas preparadas para que la Justicia electoral con auditores y la autoridad electoral la investiguen. Ya han transcurrido los escrutinios definitivos donde seguramente han auditado la máquina, donde pudo haber fallado, sin duda, pero allí hay un tema clave para entender esto que tiene que ver con la gestión de la mesa electoral. Cuando vos tenés problemas, esto se estaba dando en la Sociedad Rural, allí había más de 40 mesas funcionando. Vos tenés una mesa, y tenés una máquina que está fallando, al elector le decís “vaya a la máquina que está al lado, o a la otra”, no haces esperar todo el tiempo mientras se repone una máquina, que se repone en cinco minutos. Las máquinas lo que hacen es construir una boleta...
-En un punto funcionan como una impresora...
-Prácticamente. No quiero decir una impresora porque después critican. Es un equipo computador que finalmente actúa como si fuera una impresora inteligente. El equipo tiene una boleta, no tiene un voto, esa boleta se transforma en un voto cuando yo la inserto dentro de la urna, antes es una boleta, si uno tiene inconvenientes lo rompe, le pide al presidente de mesa otra e imprime otra. Son máquinas que fabrican boletas.
-Me pongo en defensor de la boleta papel que hemos usado en la ciudad de Buenos Aires. Si en definitiva la BUE lo que hace es imprimir una boleta, en definitiva es una boleta, ¿cuál es entonces la diferencia entre la BUE y la boleta papel?
-Vos tenés dos boletas papel. La boleta partidaria...
-Le pregunto porque hay varios países del mundo que han ido a ese sistema y han retrocedido.
-No, no es exactamente así, es un mito bastante empujado por algunos apocalípticos que dicen que las máquinas son todas malignas. Sí ha habido antecedentes, y te estoy hablando hace 20 años atrás, en donde hay países que han estado haciendo pruebas, donde tuvieron algún inconveniente respecto de cómo funcionaba en ese momento, que decidieron frenar y retroceder. Pero fue hace 20 años atrás, todos estos países hoy están trabajando en aplicación de esta tecnología. Toda América Latina está mudándose a tecnología. Esto lo dije hace más de 8 años en una audiencia del Senado de la Nación cuando se debatía la incorporación de la tecnología en donde ante este argumento yo les decía “no es así”. Y ahora están las pruebas donde todos los países están yendo hacia un modelo. Pero no quiero evadir la pregunta respecto del papel. Vos tenés dos tipos de votos, la boleta multipartidaria, y después la boleta única papel, la de Santa Fe o la de Córdoba. El cuestionamiento que uno tiene que plantearse, y esto debería discutirse no en un año electoral, lo que hay que discutir es por qué cambiaríamos de un sistema a otro, por qué saldríamos de la boleta que tenemos hoy a uno de papel con boleta única, haciendo marcas, o un sistema electrónico. Lo primero que uno hace cuando uno hace este tipo de cambios tan importantes es analizar donde tenés los problemas o cuáles son las cosas que se quieren resolver. Y eso es hacer más transparentes, ágiles, seguras, incuestionables los procesos electorales.
-Se refiere al robo de boletas, por ejemplo.
-Te diría que es lo más emblemático pero es lo menos importante.
-¿Y qué es lo más importante en este caso, por ejemplo?
-¿Qué es lo que sucede entre las 6 y las 7 de la tarde a puertas cerradas en el aula cuando se hace el escrutinio de mesa? Este es un punto clave. Vamos a la boleta única papel, en donde se hacen cruces, y te pongo como ejemplo lo sucedido hace un mes y medio en la ciudad de Buenos Aires, 15 días después votó Santa Fe. Votos nulos, es decir aquel voto que tiene algún defecto que lo hace imposible procesar como voto válido: con la boleta única electrónica, 3.000 votos en la Ciudad sobre 9.000 mesas, 3 millones de electores. La misma ciudad, el mismo día, boleta papel para la categoría nacional, 17.000.
-Puede ser adrede...
-Puede ser adrede. Para la Ciudad 3.000, a nivel nacional 17.000. Quince días después en Santa Fe, igual cantidad de mesas, muy parecidas, 88.000 votos nulos.
-¿Usted dice que es mucho para que sea a propósito y que el votante quiera anular ese voto?
-Yo diría que en esas mesas donde no hay fiscalización, que le pasa a muchos partidos políticos, cuando se hace el escrutinio pueden haber algunas situaciones...
-Y con la BUE, que en definitiva es una boleta que se imprime y se dobla, ¿no puede haber adulteración?
-Está impresa en computadora, adulteración de qué tipo, ¿el texto? No pasa. De nuevo, si queremos atender los mitos de decir que tiene un chip, y puede ser alterado, la verdad es que, además de ser poco serio, es francamente una falta de respeto a académicos de decenas de universidades de todo el continente que han hecho auditorías sobre el sistema y la tecnología que dan explicaciones que dentro del contexto electoral es imposible realizar este tipo de maniobras. Es la BUE el sistema más seguro que tenemos disponible, por encima de la boleta múltiple que trae el voto comprado, o el voto calesita, o el voto puesto en el bolsillo, y la boleta única papel que yo considero que es muy débil, porque no es justo. Hace, no recuerdo bien, creo que fue la primera gobernación en Santa Fe en la que competían (Miguel) Lifschitz, (Miguel) Del Sel y (Omar) Perotti, entre el primero y el tercero había 25.000 votos de diferencia, y había como 100.000 votos nulos. Creo que cambiar de un sistema a otro, no podemos incorporar las debilidades de un sistema que no conocemos y trae tanta dispersión.
-Ayer usted le envió una carta al presidente de la Cámara Nacional Electoral, el doctor Alberto Dalla Vía, con críticas muy duras hacia el juzgado electoral federal a cargo de la jueza María Romilda Servini. Usted dijo que habían sido víctimas de un enconado embate, que a los medios se había filtrado información que había salido del juzgado. ¿Qué pasó, por qué esta crítica tan dura con la Justicia electoral federal?
-No es una crítica tan dura, si no la necesidad de expresar claramente donde estuvieron las diferencias entre lo dicho y lo que sucedió. Los hechos marcan que no hubo ningún inconveniente desde el punto de vista técnico, los dichos fueron lamentablemente a muy tempranas horas del día...
-¿Por qué cree que lo hizo la jueza?
-Es muy complejo administrar las primeras dos horas de un proceso electoral en cualquier parte del mundo, en ese momento uno tiene que saber si las mesas están armadas, si están los delegados, y en el lugar en donde se recibe la información empiezan a escuchar, a escuchar, y yo atribuyo que ese estrés que produce la recepción de información, ese fárrago de información, le preguntan a un responsable qué sucede y dice “falla todo”. Con el correr de las horas se pudo ver que el problema más serio que había era... yo voto en la provincia de Buenos Aires, yo tuve 45 minutos haciendo cola donde se vota con papel, no es muy diferente a lo que ha sucedido en algunas mesas de capital. En aquellos lugares donde había colas de dos horas, a esa gente le preguntas cuánto tardó y te va a decir que muy poco, ese tiempo se perdió en la cola. Ese sistema se utiliza en toda América, en lugares en donde creéme que a veces el perfil sociocultural y educacional de la población está muy por debajo de la media de la ciudad de Buenos Aires y se vota sin ningún inconveniente.
-No es usual la dureza que usted utilizó en la carta a la cámara con la jueza federal electoral, y no lo quiero hacer un tema personal...
-No hay temas personales, está claro.
-¿A qué lo atribuye, usted cree que hubo mala fe, desinformación? Porque así como es inusual como usted se refiere en la carta a los dichos de la jueza, también fueron llamativos los dichos de la jueza el día de la elección, que reprochó en términos muy duros el sistema de votación.
-Honestamente no lo sé, habría que preguntarle a la doctora...
-¿Usted tiene una hipótesis de qué pasó?
-Yo insisto en que creo que se vio saturada con información de primera hora, en donde tenía un faltante importante de autoridades de mesa y gente con intenciones de votar. El concepto este de la concurrencia era algo nuevo, yo creo que fueron desafortunadas por lo repentina, y también una falta de conocimiento por lo menos desde el punto de vista tecnológico de como funcionan. Yo realmente lamento que no hayamos podido conversar.
-Porque en los días posteriores al 13 de agosto la jueza ratificó sus argumentos del día del escrutinio, en una resolución también dura con el sistema de votación de boleta única. Tuvo días posteriores para analizar qué pasó...
-Quizá habría que consultarlo con la Justicia federal, pero te propongo que revises ese día, y hay una única fuente de información que alimentó todo este fárrago de información equivocada respecto del funcionamiento de la máquina...
-¿Qué fue...?
-Fue la Justicia federal electoral con competencia en la ciudad de Buenos Aires, no hay una sola denuncia de partidos políticos. Ni una.
-¿Con más razón, cuál es su hipótesis? ¿Ensayó alguna hipótesis, o no puede decirla?
-No, no, no sería justo decir que tengo sospechas. Realmente creo que es una lástima que no hayamos tenido oportunidad de mostrarle como funciona el sistema, y que entendiera el concepto del funcionamiento de la tecnología, y cómo se incorporar tecnología a este tipo de procesos.
-Pero el sistema es el mismo del 2015, y la jueza es la misma.
-Bueno, no exactamente. En el 2015 la Justicia de la ciudad de Buenos Aires es la que llevó adelante el proceso electoral, porque no eran concurrentes. Si acá hubiese un proceso electoral no concurrente con la Nación quienes se harían cargo del proceso sería el Instituto de Gestión Electoral, el Tribunal Electoral de la Ciudad, y eventualmente la alzada, que sería el Tribunal Superior de Justicia que en aquella oportunidad, el 2015, fue el que implementó junto con el Gobierno de la Ciudad el desarrollo de las elecciones del 2015.
-¿Usted cree que si no hubieran sido concurrentes no hubiera pasado esto que pasó? Es contrafáctico, pero el error quizá fue que hayan sido concurrentes.
-No le veo problema a la concurrencia, lo que veo es lamentablemente una falta de coordinación y de entendimiento de cómo funcionaban los sistemas. Por un lado hubo un organismo que eligió porque la ley obliga a tener un sistema de boleta única, y por otro lado estaba la competencia federal con esto que no lo contempla. Entonces esa coordinación institucional quizá falló la oportunidad de decir traigamos a la tecnología para ver de qué forma vamos a trabajar. Y el diseño de cómo se iba a votar, este formato en “m”, fue estrictamente teórico, se hicieron algunas prácticas, pero hubiese sido bueno que los delegados de la propia justicia federal, y la propia jueza, hubieran tenido la oportunidad para conocerlo más en detalle porque podríamos haber explicado qué sucede en otras partes del mundo en donde funciona el sistema, que es lo sugerible, de qué forma te asisten a las autoridades, a los presentes, a los electores, cómo se los ayuda. Pero hay un concepto allí que está instalado, que es bastante complejo de desarmar, y es que todo lo que hace el Estado persé en procesos electorales es lo correcto, y cuando hay una empresa privada que traer algo es una injerencia indebida por parte de los privados en los procesos que debe tutelar el Estado. Y la realidad es que confunde esto, porque la empresa privada en todo caso lo que hace es proveer tecnología y asistir a quienes tienen la verdadera responsabilidad a quienes tienen la verdadera responsabilidad de llevar esto adelante.
-¿Usted encuentra algún tipo de responsabilidad en el Gobierno de la Ciudad en este proceso?
-Cuando hay algo de estas características que generó tanto ruido todos tenemos la obligación de mirar hacia adentro y encontrar donde estuvieron los problemas. Nadie puede atribuir responsabilidad plena a nadie, incluso a pesar de la dureza de algunos términos que puede tener alguna explicación a la cámara, ni siquiera es contra la Justicia federal, si no es la necesidad de hacer una introspección y mirar entre todos. Debemos darnos esta discusión. No podemos llegar a discutir cómo votar un par de meses antes de una elección. Tenemos sistemas anacrónicos, miles de millones de boletas de papel, un estipendio brutal, pero además un daño ecológico terrible. La boleta única, simplifica muchísimo, produce un ahorro realmente importante en la erogación de boletas de papel, en las partidarias y demás, pero conlleva otro tipo de problemas, habría que discutirlo. Esto es una discusión seria que hay que dar, y hay que darla casi como política de Estado. No puede ser producto de un gobierno que quiera implantar un modelo tecnológico. Este es un error significativo que se cometió en el 2016, que se trató de sacar una ley y se trató de imponer un sistema que no se sabía cuál era. Que un gobierno desarrolle tecnología para llevar adelante un proceso electoral, es un gobierno partidario y forma parte de la contienda electoral. Por lo tanto es más natural pensar que hay empresas de la industria del conocimiento que desarrollan y tienen experiencia en esto, como por ejemplo este año que llevamos adelante más de 17 procesos electorales. Después de la Ciudad hubo elecciones en Neuquén, en Paraguay, ayer se hizo la elección del Consejo de Escribanos de la Capital Federal. Tenemos procesos electorales en 15 o 20 días en donde el Consejo de la Magistratura de la República del Paraguay elige sus candidatos, el presidente de Paraguay ha sido elegido con este sistema, y también los municipales hace cuatro años. Este no es un experimento tecnológico, es un sistema que ha ido evolucionando. Creo que tenemos el mejor sistema automatizado y es un producto nacional, y contempla los usos y costumbres de toda la región.