Pasadas las 23:30 de este domingo, poco después de participar de su primer debate presidencial, en el que se enfrentó a sus adversarios electorales, el candidato por La Libertad Avanza, Javier Milei, compartió una cena con su círculo íntimo, que lo acompañó a Santiago del Estero para apoyarlo, con quienes, una vez más, revivió el canto “que se vayan todos”.
A lo largo de la exposición televisada, el dirigente opositor se mostró tranquilo, aunque no evitó confrontar con sus rivales y hasta deslizó algunas chicanas, principalmente contra Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, los dos que más se le acercaron en las PASO.
Luego del encuentro, el líder del partido fue a comer al Hotel Hilton, donde se hospeda junto a gran parte de su comitiva, que se reunió en el restaurante de ese lugar para comer y festejar. Desde sus sillas, los presentes agitaron remeras amarillas al grito de “Milei “presidente”.
El economista se sentó en el medio de una mesa larga, con su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, a uno de sus lados, y Guillermo Francos, que sería designado ministro del Interior si gana las elecciones, al otro.
En un momento de la noche, apareció en el salón Florencio Randazzo, candidato a vicepresidente por Hacemos por nuestro país, la boleta que encabeza el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. El ex ministro del Interior y Transporte pasó a saludar y le cantaron “sumate a las fuerzas del cielo” -uno de los eslóganes de La Libertad Avanza- lo que motivó una sonrisa de su adversario político.
Ya en el debate, había habido un cierto acercamiento entre ambas fuerzas, cuando el libertario le preguntó al mandatario cordobés si “aceptaría acompañar” sus propuestas económicas, “si esto es para el bien de los argentinos”, en caso de que asuma la Presidencia.
Javier Milei llegó al Centro de Convenciones y Exposiciones Forum de Santiago del Estero acompañado por un nutrido grupo de los principales integrantes de su espacio: además de su hermana y jefa de campaña, Karina Milei, y de la propia Villarruel, estuvieron los candidatos a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo; a jefe de Gobierno porteño, Ramiro Marra; a senador, Juan Nápoli; a diputados, Lilia Lemoine, Alberto “Bertie” Benegas Lynch y Marcela Pagano, y sus armadores nacionales, Carlos “Chino” Kikuchi y Julio Serna, entre otros.
También, entre el público que lo fue a apoyar, estuvo una persona que en el último tiempo fue adquiriendo mayor relevancia, el consultor político Santiago Caputo, sobrino de Nicolás y de Luis “Toto” Caputo, el empresario amigo y uno de los titulares del Banco Central que tuvo Mauricio Macri, respectivamente.
El joven analista, que se encarga de asesorar a varios de los referentes del partido y de acercarles encuestas de opinión en las que aparezcan, escuchó atentamente la exposición del líder libertario y tomó nota de algunos aspectos que le parecieron importantes.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes cercanas Milei, su equipo de campaña lo vio “sólido” en todo momento y destacaron que pudo “desarmar” a una de sus principales rivales, Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio.
Efectivamente, durante el transcurso del debate, al dirigente se lo vio tanto exponer como responder a las preguntas de sus adversarios con tranquilidad, pero también moverse mayormente en terrenos que conoce.
De hecho, por cuestiones del azar durante el sorteo en la Cámara Nacional Electoral, al economista le tocó abrir el primer tema del encuentro, que fue, justamente, el de Economía, por lo que empezó hablando de una materia que le resulta muy familiar.
Incluso, al igual que ocurrió en el bloque de presentación, cuando expuso sobre ese tema, a Milei le sobraron algunos segundos de los dos minutos que tenía asignado y que, en general, respetó, siendo uno de los que menos se excedió del tiempo disponible.
Luego de las críticas que recibió en la última semana, en la que circularon diferentes especulaciones sobre su baja exposición mediática, en las que incluso se llegó a mencionar su estado de salud, al candidato presidencial se lo vio calmado y centrado en su discurso.
“Tienen que caer ya en falacias ad hominem. Mirá cómo estoy, ¿vos cómo me ves?”, le contestó a un periodista que le preguntó por su estado de ánimo cuando recién aterrizó en Santiago del Estero.
Esta misma postura mantuvo durante toda la jornada, en la que también les respondió a los que lo acusan de “gatito”, como una manera de minimizarlo, haciendo referencia al “león”, apodo con el que se lo conoce y que es incluso uno de los logos de su espacio.
Esto se vio, por ejemplo, en una de las respuestas que le dio a Sergio Massa, su rival de Unión por la Patria, al que siempre se refirió como “ministro”, recordando su actual cargo en el Palacio de Hacienda, que mencionó varias veces para cuestionarlo por la inflación.
Si bien evitó elevar el tono de voz, sí fue protagonista de algunas chicanas contra el resto de los candidatos, como cuando Bullrich le preguntó por su vínculo con el secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra), Luis Barrionuevo, que organizó una cena de recaudación a favor de La Libertad Avanza.
“Barrionuevo es casta y vos sos más casta que Barrionuevo y, ¿sabés qué? Vos hacés mucha pompa de que cambiaste, porque, ¿acaso seguís siendo Montonera, tirabombas? No, te honrarás de cambiar. Bueno, nosotros vemos un problema enorme en el mercado laboral, queremos avanzar hacia un modelo de seguros de desempleo, queremos avanzar hacia una economía liberal y todos los que quieran cambiar y sumarse a esta revolución liberal para que Argentina sea potencia en 30 años, son bienvenidos. Obviamente, tu partido, que hace alarde de bloquear todo el tiempo, está claro que son parte del fracaso”, contraatacó.
Luego del debate, Milei se dirigió al Hotel Hilton, donde se aloja con gran parte de su comitiva, el cual más tarde se vio rodeado de militantes que, en la calle, cantaron “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, mientras, desde una de las ventanas que da al restaurante del lugar, donde ya estaba con su círculo íntimo, el dirigente opositor los alentó.